El régimen iraní no cede. El gobierno del líder supremo Alí Jamenei ha tratado por todos los medios de reprimir las protestas acaecidas en el país tras el asesinato de la joven Mahsa Amini. Se han llevado a cabo medidas cosméticas como la supresión de la policía de la moral. Pero también se ha tratado de aleccionar a los protestantes a través de las ejecuciones en público de presos políticos.
La última fue el deportista y defensor de los Derechos Humanos, Majid Reza Rahnavard, de 23 años, que fue ahorcado en público. Amir Nasr-Azadan, exfutbolista, podría seguir el mismo camino por participar en las manifestaciones.
En este 2022, el número de personas ejecutadas ya superan las 500, la mayor cifra en cinco años, según la ONG Iran Human Rights (IHRNGO).
Los motivos por los cuales los reos son ejecutados son variados y, en muchas ocasiones, tiene poco fundamento. De hecho, denuncia Amnistía Internacional, a las 21 personas que corren ahora mismo el riesgo de ser condenados a pena de muerte se les ha negado el "derecho a acceder a un abogado de su elección desde el momento de la detención y mientras duren la investigación y los procedimientos judiciales".
Según IHRNGO, las principales razones de las ejecuciones de 2021 fueron el asesinato (183), tráfico de drogas (126), cuestiones relacionadas con la seguridad (13) y la violación (10).
En el caso de los asesinatos rige la ley islámica qisas, precepto por el cual si una persona ha matado a otra, debe recibir el mismo castigo, es decir, la sentencia de muerte. En estos casos, la propia ley islámica iraní obliga a los familiares de la víctima de asesinato a estar presentes en la ejecución y también alienta a que sean ellos mismos los que lleven a cabo este castigo.
Las confesiones suelen ser la forma más común de demostrar la culpabilidad en las penas de muerte, que se consiguen a menudo bajo tortura. En el caso de los cargos relacionados con la seguridad utilizados contra los disidentes políticos, se suele transmitir las confesiones en televisión incluso antes de que se determine la fecha del juicio final.
Los testigos oculares son otra de las formas para probar la culpabilidad, aunque deben ser dos hombres, ya que a las mujeres se les considera la mitad de un hombre.
Según la legislación iraní, el abogado del acusado debe ser informado de la ejecución del reo al menos 48 horas antes. No obstante, en la práctica, especialmente en los casos relacionados con la política y la seguridad, los presos suelen ser confinados en solitario varios días antes de la ejecución. Tan solo se permite una breve visita de su familia el día anterior a la ejecución.
Cómo son los métodos de ejecución
En el Código Penal iraní se recoge varios métodos de ejecución. Entre ellos, el ahorcamiento, los pelotones de fusilamiento, la crucifixión o la lapidación. La horca, indica IHRNGO, ha sido el principal método de ejecución y el único utilizado durante el periodo comprendido entre 2008 y 2020.
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En la mayoría de las ocasiones, las ejecuciones se realizan directamente dentro de las prisiones, ya sea en instalaciones dedicadas a las ejecuciones o en el patio de la prisión. En otros casos, si se trata de una ejecución pública, se utilizan grúas y los prisioneros mueren por asfixia y estrangulamiento.
La lapidación no se utiliza desde el año 2010, según indica IHRNGO, debido a la presión internacional que alcanzó su punto máximo tras la campaña para salvar a Sakineh Ashtiani ese mismo año.