Para salir de la crisis global provocada por la Covid-19 y agudizada por la crisis de Ucrania, hace falta fortalecer el trabajo para que la Agenda 2030 sea una realidad. Por eso es importante la cooperación. Y esa cooperación en Iberoamérica es Sur-Sur, es decir, horizontal y escrita a partir del intercambio de conocimientos y experiencias en ámbitos diversos como cultura, educación, gastronomía o medioambiente, entre muchos otros.
Bajo el paraguas de la Secretaría General Iberoamericana, cinco países Iberoamericanos (Chile, El Salvador, México, Paraguay y Uruguay) han abierto la puerta de sus proyectos de cooperación para mostrar los rostros de sus protagonistas y cómo dichas iniciativas ayudan a transformar directamente la vida de miles de personas y familias de la región.