La salud mental es clave para nuestro bienestar. Sin embargo, durante los últimos años, ha habido un deterioro constante. O al menos así lo reflejan los datos. En el año 2021, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, se recetaron un total de 54 millones de cajas de ansiolíticos y 41 millones de antidepresivos en España, lo que supone un crecimiento del 4 y del 6% frente al año anterior.
La pandemia, la guerra de Ucrania, la inflación o las olas de calor han sido algunas de las principales causas que han contribuido al afloramiento de problemas relacionados con la salud mental el año pasado.
Las cifras de nuestro país son alarmantes. 4.003 personas se suicidaron a lo largo del año 2021, marcando el máximo histórico de España según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El suicidio ya es la principal causa de muerte externa —ajena a una enfermedad— desde que en 2008 superara por primera vez a los fallecimientos por accidentes de tráfico.
“Hay un impacto directo de la pandemia que relacionamos con el suicidio, un asunto estructural que sigue una evolución ascendente”, aseguró Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada, a ENCLAVE ODS.
Con estos datos, la buena salud mental se antoja como algo fundamental para nuestra sociedad. Sin embargo, la emergencia sanitaria de la pandemia y los posteriores problemas económicos han puesto de manifiesto la falta de recursos de la sanidad pública para hacer frente a este problema. En muchas ocasiones, las listas de espera son infinitas y se recurre a los psicofármacos, que no siempre atajan de raíz los problemas.
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En la actualidad, según la Confederación de Salud Mental de España, al menos el 6,7% de la población española (más de 3 millones de personas) sufre ansiedad y esos solo son los que están diagnosticados. Estas cifras desvelan la necesidad de tratar correctamente los problemas de salud mental, pues es algo que puede disminuir significantemente la calidad de vida de quienes los sufren.
Así, desde ENCLAVE ODS recopilamos algunos de los consejos que nos han dado psicólogos y expertos a lo largo de este último año. Aunque siempre es recomendable, si se puede, acudir a un experto para tratar de solucionar el problema.
La ansiedad es una emoción normal
Para los psicólogos Tais Pérez y Sergio García, autores del libro Tu ansiedad bajo control. Una guía para entenderla mejor y no dejar que te domine (Zenith, 2022), la ansiedad es una emoción completamente normal y es algo que todas las personas sienten a lo largo de su vida y que tiene como objetivo “ayudarnos y protegernos”.
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Como explica un artículo del grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "la ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos".
Por lo tanto, la ansiedad no siempre es algo malo. Sin embargo, el problema surge cuando esta emoción nos invade y no somos capaces de controlarlo. Ante esta situación, si tenemos la duda de si acudir o no a un profesional para gestionar mejor el estrés, para Pérez, ese es el momento de acudir a un psicólogo.
“Así por lo menos descartas que la necesites o puedes prevenir que pase lo que temes que esté sucediendo", indicó. Porque, como aseguran desde la Clínica Mayo, "la ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras".
Aun así, algunas de las medidas que podemos tomar para evitar la ansiedad son mantenerse activo, llevar una vida saludable o evitar el consumo de alcohol, cafeína, teína y otros estimulantes como las drogas.
Evitar los pensamientos rumiantes
En ocasiones, algunos pensamientos rondan continuamente por nuestra mente. Pensamos en ellos una y otra vez sin parar, pero no somos capaces de sacarlos de nuestra cabeza.
Son los conocidos como pensamientos rumiantes, los “¿y si hubiera pasado otra cosa?”, o “y si hubiera actuado de otra manera?”, explicó a ENCLAVE ODS Guillermo Fouce, profesor de psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de Psicología sin Fronteras.
Cuando se trata de pensamientos positivos, pueden llegar a ser hasta algo agradable. No obstante, si son negativos, pueden bloquearnos y derivar en un rápido deterioro de nuestra salud mental.
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Para evitar este tipo de pensamientos, algunas de las medidas que recomiendan los expertos son: establecer objetivos realistas; actividad física y cambio de ambiente, trabajar en tu autoestima; refugiarte en aquello que te gusta (como la pintura o la lectura); el mindfulness; hablar con un amigo para que te ofrezca una perspectiva externa para que te ayude a romper con el ciclo; o acudir al psicólogo para abordar los problemas de raíz.
Las claves para cuidar tu mente
Mantener una buena higiene de salud mental es clave para evitar problemas futuros. Para la psicóloga Irene Gómez Merino, los cuidados mentales son tan importantes como la higiene dental y lavarnos los dientes tres veces al día. Así, la experta nos dio 8 consejos o medidas para cuidar nuestra mente a diario:
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- Identifica qué estás sintiendo y trata de ponerle nombre a esa emoción. Las emociones llevan con nosotros desde la prehistoria, nos ayudan a adaptarnos, solo que no nos han enseñado cómo. Probablemente, esa emoción te esté dando información acerca de cómo están tus necesidades, si las estás cubriendo adecuadamente o no.
- Cubre tus necesidades. Las emociones que calificamos como desagradables nos señalan que, probablemente, alguna de nuestras necesidades básicas esté sin cubrir. Son un mensaje que nos manda nuestro organismo. Emoción en latín significa movimiento, por eso es mejor no bloquear esas emociones, aunque duelan, nos están ayudando.
- Observa cómo te hablas. Trata de cuidar tu lenguaje; cómo nos hablamos influye en cómo nos sentimos. No te compares con los demás, permítete cometer errores y aprender, ignora todos esos “tengo que” o “deberías” que te autoimpones.
- Conecta con el momento presente. Trata de concentrarte en lo que estás haciendo, sin prestar atención a las preocupaciones o tareas pendientes. Desconecta el móvil durante la comida y céntrate en el sabor, en las texturas, de lo que estás comiendo, concentra tu atención en cómo cae el agua cuando te duchas cada mañana o date un paseo al finalizar la jornada.
- Hacer nada también es hacer algo. Vivimos en una sociedad marcada por la productividad y las prisas. ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste descansar o aburrirte sin sentirte culpable? A veces necesitamos parar para poder avanzar.
- Mantente activo. No esperes a estar bien para moverte. Al contrario, muévete para estar bien. Busca actividades gratificantes, no tiene por qué ser ejercicio físico, lo que sea que te haga tener tu propio momento de autocuidado.
- Apóyate en tu círculo social. Mantenernos vinculados y desahogarnos con nuestras personas de apoyo son dos pilares fundamentales para regular nuestras emociones y sentirnos realizados.
- Agradece. Al llegar la noche, antes de acostarte, trata de recordar qué tres aspectos positivos destacarías de tu día, qué logros has obtenido o qué emociones agradables has experimentado.