La fiesta del cine más importante de España tendrá lugar este sábado, 11 de febrero, en Sevilla. Este año, los Premios Goya vienen envueltos en un aura un tanto reivindicativa. Nunca ha habido tantas películas dirigidas por mujeres con opciones de ganar los máximos galardones. Ni tantos filmes que apostasen por retratar una realidad social y vital diversa. Ni, por supuesto, nunca gala había sido tan 'eco' como la de este año.
Al menos, así lo aseguran desde la Academia de Cine. Y es que este encuentro quiere reafirmar la apuesta de la institución "por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente". Desde el hotel en el que se alojarán los invitados hasta la alfombra roja o los propios 'cabezones' que se llevarán a casa los ganadores, los organizadores se han puesto las 'gafas verdes' para conseguir que los Goya sean lo más ecofriendly posible.
Certificaciones LEED para el alojamiento, una flota de coches ecológicos, viajes en tren en vez de en avión, plástico cero, fuentes de agua, catering con proveedores de proximidad y puntos de reciclaje y separado de residuos. Todos los detalles estarán cuidados al máximo para reducir el impacto medioambiental de la gala. Incluso la alfombra roja o el photocall serán reciclados y reciclables.
Goyas de bronce reciclado
Pero, sin duda, las grandes protagonistas de la noche serán las estatuillas. Y es que los 'cabezones' también se han subido al barco de la sostenibilidad. "Los materiales con los que se fabrican los Goya se vuelven a utilizar por lo menos en un 80%", explica a ENCLAVE ODS Marisa Codina, una de las propietarias de la Fundición Codina, encargada desde 2020 de dar forma a los bustos del pintor.
El proceso de forjado de los Goya, cuenta Codina, es por definición circular: "Colaboramos con una fundición de Vizcaya, ellos a partir del cobre, que es reciclado, elaboran los lingotes, que nos mandan a Madrid, y nosotros aquí los trabajamos".
Codina explica, paso a paso, ese elaborado tradicional que, tras horas de trabajo preciso, acabará convirtiéndose en el 'cabezón' que alguno de los nominados se llevará a su casa. El trabajo de la fundición empieza de verdad con el molde 'madre' de silicona que usarán con cada estatuilla.
De manera artesanal, cuenta Codina, "se obtiene una cera que se cubre de pasta refractaria", que no deja de ser "ladrillo molido con escayola y agua". La mezcla acaba en un horno, donde la cera se derrite. Pero no se pierde: "Se recicla más del 70% de esa cera, aunque es verdad que la que no se puede recuperar se quema en el proceso", asegura.
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En el hueco que deja esa cera, se vierte bronce fundido –previamente se ha mezclado el cobre reciclado con estaño–, que "como va con bebederos para que se reparta por toda la escultura, el que sobre se vuelve a reciclar", insiste Codina.
Premios sin ácidos
Además, asegura la experta, "la pasta de picadizo también se recicla, en un 80%, para otras fundiciones". Y lo explica: "Se hace una capa fina nueva, que es la que recubre la pieza, pero el resto es reciclado". Para acabar, el 'cabezón' se esculpe, manualmente, con martillo y cincel.
Así, una y otra vez con todos y cada uno de los bustos de Goya. Aunque este año, cuenta Codina, se ha introducido algo "realmente" novedoso. La pátina sobre la que reposan los premios ha sido tratada con agua de mar con pigmentos minerales naturales en vez de ácidos.
De esta manera, la Academia de Cine, a través de la Fundición Codina, han conseguido reducir al máximo los elementos contaminantes que podían liberarse a la hora de fabricar, artesanalmente, los premios más codiciados de la industria cinematográfica en nuestro país.