Este jueves empieza el Ramadán, el mes más sagrado para el Islam. Comúnmente se cree que es un periodo en el cual los musulmanes ayunan durante el día, sin embargo, va mucho más allá. Durante el noveno mes del calendario musulmán, entre las horas del amanecer y el atardecer, los musulmanes no sólo se abstienen de comer y beber, sino también de todos aquellos pensamientos considerados impuros.
Según la tradición islámica, fue durante el Ramadán cuando Dios reveló al profeta Muhammad (o Mahoma) el Corán, el libro sagrado del Islam, como una “guía para la gente”. Este mes es para los musulmanes un periodo de introspección, de oración comunitaria en la mezquita y de la lectura de su libro sagrado. Con esto, consideran que pueden lograr una mayor taqwa, o conciencia de Dios.
Por su parte, el acto de ayunar, explican desde Muslim Hands, una agencia de ayuda internacional del Reino Unido, “permite al individuo comprender el dolor y el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo que viven sus vidas en la pobreza y el hambre, dejando al participante sintiéndose más conectado a la tierra y agradecido por todo lo que Alá les ha dado”.
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Tras la oración del atardecer, los musulmanes se reúnen en sus casas o mezquitas para romper el ayuno en una comida que se llama iftar. Esta, que a menudo se comparte con los amigos y la familia, suele empezar con dátiles, tal y como solía hacer Mahoma, o con albaricoques y agua o leche azucarada.
El sawm —como es conocido el proceso de ayuno y uno de los cinco pilares del Islam— tiene algunas excepciones. Por ejemplo, cuando una persona está enferma o tiene que viajar, puede sustituir los días por otros adicionales después de que finalice el mes del Ramadán. También existen algunos grupos de población que están exentos del ayuno, como las mujeres embarazadas o lactantes, los niños pequeños o los ancianos.
Al cierre del mes sagrado, se celebra una de las dos fiestas más importantes para el Islam —junto con el Eid al-Adha, que marca el final del hajj o peregrinación a La Meca, otro de los pilares del Islam—, el Eid al-Fitr o fiesta del fin del ayuno. Esta señalada fecha es para celebrar con los seres queridos y normalmente se realizan intercambios de regalos.
Fechas y horas cambiantes
Al ser más corto el calendario islámico —que se basa en un calendario lunar—, las fechas del Ramadán cambian cada año. Así, el mes más sagrado del Islam comienza cada año entre 10 y 12 días antes. El ciclo completo, explican desde Al Jazeera, se completa cada 33 años. Es decir, la próxima vez que el Ramadán vuelva a empezar un 23 de marzo, será en el año 2056.
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Las horas de luz entre el amanecer y el atardecer también varían cada año, y en cada lugar del mundo es muy diferente. Por ejemplo, este año, los musulmanes que viven en los países más al sur del mundo —Chile y Nueva Zelanda— harán unas 12 horas de ayuno de promedio. Sin embargo, en los países más al norte —Islandia o Groenlandia—, esta media aumenta hasta las más de 17 horas. En el caso de España, según Al Jazeera, esta media está en 15 horas.
En las ciudades más septentrionales, como Longyearbyen (Noruega), donde el sol no se pone entre el 20 de abril al 22 de agosto, se han emitido normas religiosas para que los musulmanes que residan en esas latitudes sigan los tiempos de La Meca, Arabia Saudí o el país musulmán más cercano.
Estas son las cinco ciudades con más horas de ayuno de media:
- Nuuk (Groenlandia): 18 horas y 12 minutos
- Reikiavik (Islandia): 18 horas y 12 minutos
- Helsinki (Finlandia): 17 horas y 48 minutos
- Estocolmo (Suecia): 17 horas y 39 minutos
- Glasgow (Escocia): 17 horas y 21 minutos
Estas son las cinco ciudades con menos horas de ayuno de media:
- Christchurch (Nueva Zelanda): 12 horas y 17 minutos
- Puerto Montt (Chile): 12 horas y 18 minutos
- Montevideo (Uruguay): 12 horas y 26 minutos
- Canberra (Australia): 12 horas y 27 minutos
- Ciudad del Cabo (Sudáfrica): 12 horas y 30 minutos