La sequía se está convirtiendo en un problema estructural en buena parte de España. En Murcia, por ejemplo, ya no sorprende que las precipitaciones escaseen. “Ha pasado de ser algo que ocurría esporádicamente a formar parte de nosotros”, comenta Paco Reyes, director de operaciones de Hidrogea, la empresa de servicios públicos de agua en Cartagena.
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Lo bueno, dice, es que a veces apenas se nota. Todo por cómo en la ciudad, de poco más de 200.000 habitantes, se gestiona un recurso tan escaso como vital: el agua. El verano pasado, cuenta Reyes, uno inusualmente seco, en la ciudad murciana se pudo garantizar el abastecimiento de agua potable gracias “a dos plantas desalinizadoras que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), a través de dos entidades estatales, puso a su disposición”.
Por tanto, explica, Cartagena tiene la capacidad de “satisfacer la oferta y la demanda de agua con garantías”. Y es que, recalca Noelia Arroyo, alcaldesa del municipio, su ciudad cuenta con una de las redes de suministro de agua “más eficientes” del territorio nacional. Su eficiencia, explican tanto desde el ayuntamiento como desde Hidrogea, está 15 puntos por encima de la media española: “Supera el 90%”, matiza la edil.
“Tenemos una red de suministro de 1.560 kilómetros, es decir, casi la distancia que hay por carretera entre Madrid y Bruselas”, asegura Arroyo. Por eso, dice, han “invertido muchísimo para tener esa eficiencia en modernización y también en innovación y en tecnificación a la hora de controlar la red”. Así, admite, son capaces de anticiparse a las averías y corregirlas con rapidez.
Monitorización constante
La clave de la buena gestión del agua en Cartagena estaría en la transformación digital del sistema. La alcaldesa de la ciudad recuerda que precisamente en aras de digitalizar los procesos, “el 90% de la red está controlado por un sistema de telemando y telecontrol y toda esa red está dividida en sectores”. Esto, explica, les permite “tener información permanente y actualizada” tanto de la red de abastecimiento como del alcantarillado.
Esta transformación digital, asegura Reyes, empezó a realizarse hace una década. Algo que les ha permitido no solo abastecer de agua potable a más de 100.000 clientes, sino “conocer la demanda de cada uno de los más de 200 sectores hidráulicos” en los que se divide la ciudad y, “ante cualquier incidencia, atender lo más rápidamente posible, cortar el suministro el menor tiempo posible, etc.”.
25 millones son los metros cúbicos anuales con los que Hidrogea da servicio a Cartagena. Y gracias al centro de control que funciona las 24 horas al día durante todos los días del año, tienen “un absoluto control digital de la red”, lo que garantiza su eficiencia.
Porque en la ciudad murciana sensorizan, monitorizan e integran dentro del centro de control todo el abastecimiento municipal. Esto, asegura Reyes, les facilita el “conocer, testear y chequear el estado de la de las infraestructuras y de las redes, tanto de agua potable como el alcantarillado y todas las instalaciones asociadas”.
Reutilizar hasta la última gota
La digitalización de la red, además, permite que el municipio reutilice su agua al máximo. Arroyo explica que se recupera cerca del 98% de lo que acaba en el desagüe. Porque, afirma la alcaldesa, “en Cartagena el agua es oro”.
“Casi toda el agua se reaprovecha”, insiste la edil. Y puntualiza que, sobre todo, esa agua recuperada y depurada se deriva a la agricultura, “una de las más tecnificadas del mundo”. Actividad, recuerda, que “se sostiene en gran parte gracias al trasvase”.
Reyes recuerda que “toda el agua suministrada, una vez desechada, se recoge por la red de alcantarillado, se trata en las depuradoras y se pone en circulación”. Él asciende la cifra de agua para reutilizar al 75%. Para que llegue al 100%, indica, es necesario seguir apostando –como hasta ahora– por la digitalización y por “blindar”, técnicamente, todas las operaciones.
Y es que, matiza Reyes, “los activos, las infraestructuras, envejecen”. Porque la vida útil de estas puede ser de entre 30 y 60 años, “dependiendo del estrés al que se le someta”. Eso sí, insiste en que “la red está totalmente monitorizada como si fuese un enfermo en la UCI”. Solo así, con un completo control y observación, pueden anticiparse a cualquier adversidad que pueda afectarles.
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