Los elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) machos adultos son más propensos a una muerte prematura y esto se debe en gran parte a la extrema poligamia que se da entre esta especie de mamíferos, según ha sugerido un nuevo estudio publicado en la revista Royal Society Open Science.
El hallazgo principal de esta investigación realizada en la isla Macquarie —una isla australiana deshabitada en el océano Pacífico— es que, tras analizar más de 14.000 individuos (6.999 machos y 7.001 hembras), se encontró que la tasa de supervivencia de los machos se reduce al 50% a partir de 8 años. Mientras tanto, la tasa de supervivencia de las hembras se mantuvo constante en un 80%. Entre los elefantes marinos juveniles, esta tasa se encuentra entre el 80 y el 85% para ambos sexos.
La principal razón, explicó Sophia Volzke, una de las autoras del estudio y aspirante a doctora de la Universidad de Tasmania, es la compleja dinámica social en el sistema de apareamiento de estos animales, en la que una pequeña proporción de machos más grandes y dominantes, conocidos como maestros de la playa, controlan harenes de hembras reproductoras.
Una lucha por el territorio
Los elefantes marinos del sur pasan casi todo el año en el mar, pero desembarcan en agosto en las playas de la isla Macquarie para tratar de establecer el dominio en la mayor área posible. Los machos se enzarzan en crueles batallas con el objetivo final de aparearse con el mayor número de hembras, que llegan en septiembre.
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“Un gran maestro de la playa puede tener un harén de hasta 100 hembras”, explicó Volzke a The Guardian. Para mantener su territorio, los elefantes marinos del sur machos tienen que permanecer durante meses en tierra. Por ello, son los machos grandes y gordos los que tienen una ventaja reproductiva.
Los elefantes marinos son el mamífero que tiene un mayor dimorfismo sexual, esto es, existe una gran diferencia de tamaño entre machos y hembras. Los ejemplares macho adultos pueden alcanzar hasta casi cinco veces la masa corporal de las hembras.
Según las estimaciones de los científicos, tan sólo el 4% de los machos se convierten alguna vez en maestros de la playa. “Maximizar el crecimiento es especialmente ventajoso para los machos, siendo el tamaño un determinante importante de la probabilidad de reproducción”, señala el estudio.
“Solo pueden obtener comida del océano”, indicó la investigadora australiana al diario británico. Y añadió: “Necesitan tener recursos de grasa almacenados para poder luchar contra otros machos y sobrevivir en tierra sin comer nada durante semanas o meses seguidos”.
Mayor riesgo, mayor recompensa
Ante esto, los machos pueden decidir correr mayores riesgos para alimentarse y compensar las amplias presiones de selección sexual. Así, explican los investigadores, algunos elefantes marinos buscan alimento —toda clase peces y cefalópodos— en áreas del mar en las que se exponen a un riesgo de depredación mucho mayor.
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“Los machos adultos concentran su esfuerzo de alimentación en aguas menos profundas. Estos lugares altamente productivos son frecuentados por otros depredadores marinos, como orcas... y tiburones durmientes”, indica el documento.
Por lo tanto, los investigadores llegan a la conclusión de que una mayor necesidad de energía y la competencia entre los machos por las presas podrían estar sustentando la disminución de la capacidad para sobrevivir.
“La menor supervivencia general de los machos podría estar relacionada con el dimorfismo de la especie y las necesidades energéticas específicas del sexo, que divergen al principio de la historia de vida del elefante marino”, concluye el estudio.