El 99% de las 1.192 islas de coral que conforman el archipiélago de las Maldivas es agua. Lo lógico sería que una gran parte de la población supiera nadar. Pero nada más lejos de la realidad, la inmensa mayoría no sobreviviría en el agua. Esta situación impide que muchas personas, y especialmente las mujeres jóvenes, no puedan acceder a puestos de trabajo en sectores de la Economía Azul.
Un estudio de 2012 de la Asociación de Socorristas de las Maldivas reveló que sólo el 10% de los adolescentes maldivos de 15 y 16 años son capaces de nadar. Y, según los datos del proyecto Ocean Women —que tiene como objetivo facilitar el acceso de las mujeres a los océanos con fines recreativos— en todo el mundo, las mujeres y adolescentes tienen tres veces más probabilidades que los chicos de no sentirse seguras nadando en el mar.
“A muchos niños sus padres les dicen que el océano es como el fuego. Es algo de lo que asustarse, porque los padres no quieren tener que preocuparse por sus hijos”, explicó en 2015 a la revista estadounidense Smithsonian el cineasta Jon Bowermaster, que estuvo detrás del documental Sink or Swim: Learning the Crawl in the Maldives.
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Este largometraje documentaba las clases de natación de varios niños de tercer grado y sus madres en la isla de Eydhafushi. Otra de las razones es que como los propios padres no sabían nadar, temían que sus hijos se ahogaran si jugaban en el agua.
“Mi madre me dijo que era alérgica al mar, ya que nunca le enseñaron a nadar", señaló una de las protagonistas del documental. "Puede que tuviera miedo al mar por mí y por mis hermanas y hermanos", añadió.
Nadadores marimachos
"Estamos rodeados de agua y ellas [las mujeres] no pueden disfrutar de la belleza", afirma Aishath Rishma, presidenta del Comité de Desarrollo de la Mujer de Fonadho (Laamu), en declaraciones al diario británico The Guardian.
Flossy Barraud, principal colaboradora de la organización benéfica de conservación Manta Trust y líder de su proyecto Ocean Women, explica al diario británico que parte del problema reside en el cambio de hábitos. Los maldivos han dejado atrás algunas de las costumbres isleñas más rudimentarias.
Y la transformación hacia una economía dependiente del turismo podría ser una de las razones de este cambio. El boom del turismo comenzó en 1972, con la apertura del primer resort. Ahora, se estima que hay más de 170. En el archipiélago hay unas 200 islas habitadas, de las cuales más de la mitad son complejos hoteleros.
“Hemos oído que las madres solían ir a lavar las ollas al mar después de haber cocinado en el fuego. Era entonces cuando los niños bajaban y nadaban todos juntos, pero ahora ya no se cocina así tanto”, señala a The Guardian. Esto, sumado a la falta de tiempo de los progenitores, que se pasan buena parte del día trabajando, acaba privando a los infantes de aprender cómo desenvolverse en las aguas.
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El estigma también persigue a las mujeres que se animan a nadar. En algunas islas, las mujeres que nadan son llamadas marimachos y, cuenta Barraud a The Guardian, "[nadar] no se percibe como algo positivo". Y denuncia que sería "volver a esa creencia de que las chicas deberían estar más en casa, y no fuera dando vueltas como hacen los chicos".
Junto a las razones culturales, la sobreprotección de los niños y el estigma social, hay otras como el propio miedo, los ideales estéticos, la falta de modelos de conducta, de equipamiento o de acceso a espacios seguros, y las normas de género. Barraud da cuenta de que algunas familias también llegan a "decir a sus hijas que no se metan en el mar porque estarán al sol y se les oscurecerá la piel".
Ahogados por el cambio climático
La situación de los maldivos no es muy distinta a la que viven otras poblaciones isleñas tropicales y subtropicales como Indonesia, Mozambique o Timor-Leste. No obstante, hay un factor particular que hace del caso de las Maldivas uno extremo: es el país más llano del mundo y eso lo hace muy susceptible a ser tragado por el mar.
Según la Unión de Científicos Conscientes (UCC), si el nivel del mar subiera unos 45 cm, las Maldivas perderían alrededor del 77% de su superficie de aquí a 2100. El calentamiento global parece ser el responsable de este incremento del nivel del mar. Según múltiples informes de la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos, al ritmo actual, casi el 80% de las Maldivas podría resultar inhabitable en 2050.
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La relación entre saber nadar y el cambio climático va más allá de que en el futuro los isleños se tengan que refugiar en otros territorios. Es más inmediata de lo que se podría creer. La frecuencia de los fenómenos climáticos extremos como las inundaciones han puesto en jaque a la población maldiva.
Según un informe de 2021 que evalúa el impacto del cambio climático en la salud y vida de los maldivos, elaborado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, "la mortalidad por inundaciones graves puede ser alto porque 'el conocimiento de la natación en Maldivas es bastante limitado'".