La rutina de la mayoría de personas cuando llegan a la oficina por la mañana suele ser la siguiente: tomar un café, revisar el e-mail y decidir qué tareas van a llevar a cabo durante la jornada laboral. Lo lógico es organizar estas últimas y empezar por las más importantes, pero muchas veces cuesta priorizar y saber ver rápidamente qué es lo que debes hacer primero.
[La revolución del mundo laboral: así se redefine el empleo del futuro.]
Para acertar con las prioridades existe una técnica muy popular: el principio de Pareto. También conocido como la regla del 80/20, permite determinar cuáles son las tareas de mayor impacto con el objetivo de aumentar la productividad en el trabajo.
¿Qué es el principio de Pareto?
El principio de Pareto establece que el 80% de las consecuencias provienen del 20% de las causas. Tiene su origen en 1896, cuando el economista y filósofo italiano Vilfredo Federico Pareto habló de esto por primera vez. El filósofo se fijó en que el 80% de las tierras de Italia eran propiedad de solo el 20% de la población.
También se dio cuenta de que el mismo porcentaje se podía aplicar a las plantas de su jardín, ya que solo el 20% de ellas producían el 80% de fruta. Con esto podemos observar que, un pequeño cambio de una de las variables produce un resultado muy relevante en la otra.
¿Cómo se aplica?
El principio de Pareto se puede utilizar en casi todos los ámbitos de la vida, pero sobre todo se lleva a cabo en el mundo empresarial para optimizar el tiempo y obtener mayores resultados. Y es que establece que el 80% de los resultados de una empresa provienen del 20% de las acciones. Así, si tu trabajo se segmenta en varias partes, este principio te ayudará a ver cuáles son las más importantes a la hora de conseguir un resultado.
Para aumentar tu productividad, la idea es que de toda tu lista de tareas diarias, al finalizar el 20% logres el 80% del impacto que puedes generar ese día. Para ello, es fundamental saber identificar qué tareas tienen un mayor impacto para el equipo y centrar tu atención en ellas.
¿Cómo conseguir esto?
Simplemente, tienes que hacer una lista con las actividades que tengas que hacer en el día y ver cuáles hacen avanzar al equipo y cuáles lo retrasan. A veces hay tareas que parecen muy fáciles y tendemos a empezar por ellas, pero hay que tener en cuenta si de verdad van a conseguir los objetivos que queremos.
Beneficios de aplicar el principio de Pareto
Mejora la gestión del tiempo. Hacemos más trabajo en menos tiempo. Al priorizar lo verdaderamente relevante, tendremos más energía para realizar la tarea y, por lo tanto, acabaremos antes.
Aumenta la autonomía. Como sabemos los resultados de la tarea que ejecutamos, al final se trabaja con más autonomía y seguridad.
Potencia el crecimiento. Al aumentar los resultados, aumenta el crecimiento y el desarrollo del negocio.
Aumenta la autonomía. Como sabemos los resultados de la tarea que ejecutamos, al final se trabaja con más autonomía y seguridad
Potencia el crecimiento. Al aumentar los resultados, aumenta el crecimiento y el desarrollo del negocio.
Reduce el estrés y la ansiedad. Cómo tenemos claras las prioridades y sabemos a qué atender y a que no, trabajaremos mucho más tranquilos.
Optimiza recursos. Se optimizan los recursos humanos, el dinero y la tecnología.
En resumen, la regla 80/20 establece que suelen ser muy pocas cosas las que producen mejores resultados, y son en esas en las que debemos enfocarnos. En vez de hacer muchísimas tareas, mejor centrarse en las importantes para conseguir un mayor beneficio.