Por qué el concepto de las casas pasivas arrasa: ahorras un 90% en la factura de la luz pagando 1 euro por m2 al año
Este estándar se desarrolló en Alemania, aunque poco a poco se está expandiendo a todo el mundo, también a España.
15 mayo, 2023 02:26El mundo está cambiando. La sostenibilidad ya no es sólo un término que aparece como algo etéreo, sino que es una realidad que las empresas —y todo en su vida privada— deben aplicar en su día a día si queremos que nuestro planeta continúe siendo habitable. Y dentro del sector de la construcción, el estándar Passivhaus o casa pasiva es clave para la lucha contra el calentamiento global. Todo ello sin tener que perder un ápice de comodidad.
El estándar Passivhaus se desarrolló en Alemania a finales del siglo XX y poco a poco se ha hecho hueco en el sector de la construcción en muchos lugares del mundo. Entre ellos, España. El primer edificio en nuestro país con este estándar se construyó en Granada en 2009. Desde entonces, se han construido numerosos edificios de diversa índole con esta certificación a lo largo y ancho de España, desde residencias de ancianos a colegios.
Las casas pasivas, por tanto, explican desde el Instituto Passive House de Alemania, no son una marca, sino que es un concepto de construcción que se puede aplicar a todos los edificios. “Es un estándar de construcción que es energéticamente eficiente, cómodo, asequible y ecológico al mismo tiempo”, señalan.
Una de las claves de este tipo de construcción está en el ahorro energético. Según el Instituto, este tipo de edificios permiten unos ahorros de energía relacionados con la calefacción y la refrigeración de hasta un 90% en el caso de edificios antiguos y un 75% en comparación con construcciones nuevas promedio.
“Nuestro estándar asegura un gasto en calefacción de 1 euro por metro cuadrado al año. Una vivienda de 90 metros cuadrados implicaría tan solo un gasto de 90 euros al año”, afirmó en una entrevista a EL ESPAÑOL Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma Española Passivhaus (PEP), una asociación sin ánimo de lucro que promueve la rehabilitación de viviendas y construcción sostenible.
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¿Cómo se consigue?
El concepto de casa pasiva no sólo se aplica en la construcción de edificios nuevos, sino que también puede aplicarse en la remodelación de edificios. Y la solución, tal y como señala Arturo Andrés Jiménez, presidente de la Plataforma Passivhaus, es simple. “Se basa en aprovechar al máximo el sol y la orientación del inmueble para captar la mayor energía posible”, indicó en ENCLAVE ODS. A partir de ahí, añadió, basta con aplicar de “forma coordinada y simultánea cinco principios básicos en la construcción del edificio”.
Un primer principio tiene que ver con el aislamiento. Para que un edificio pueda considerarse una casa pasiva, debe tener un gran aislamiento térmico, esto es, que las “fachadas o paredes exteriores, las cubiertas y las soleras o forjados exteriores deben tener una baja transmitancia térmica”, señalan desde DMDV Arquitectos.
Otro segundo elemento es la instalación de ventanas y puertas de triple acristalamiento, que incluya una correcta instalación. El tercero es que la casa pasiva necesita de una ventilación mecánica con recuperación de calor, ya que esto permitiría una buena calidad del aire interior y ahorra energía.
Un cuarto principio tendría que ver con la hermeticidad al aire, es decir, que no haya fugas no controladas a través de los huecos superiores al 0,6 del volumen total de la casa por hora durante una prueba de presión a 50 pascales.
Finalmente, el último principio es la ausencia de puentes térmicos. “Todos los bordes, esquinas, conexiones y penetraciones deben planificarse y ejecutarse con sumo cuidado para evitar los puentes térmicos”, explican desde el Instituto Passive House.
Con la aplicación de estos criterios para la construcción (o remodelación), se crean edificios con altos niveles de confort térmico durante todo el año. Esto, para Gutiérrez, genera un nivel de comodidad más alto que los edificios estándar. “Las personas que van a vivir o trabajar en estos edificios tienen unas condiciones de confort muy por encima de las que se tienen normalmente”, concluyó.