El mundo digital parece estar convirtiéndose en el futuro –y presente– de la humanidad. Y como no hay nada más humano que crear arte, este también ha encontrado una manera de virtualizarse. Los NFT (o tókenes no fungibles) han venido, parece, para quedarse y revolucionar el arte digital en todos sus aspectos, desde la música hasta las artes plásticas e, incluso, el diseño de moda.
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Con los NFT, muchos artistas están intentando que su mensaje llegue aún más lejos, a todo el planeta, y salga de una galería de arte. Por eso, nos encontramos con verdaderas odas digitales a la belleza, al amor, a la lucha, a las reivindicaciones sociales o a la justicia climática. Ahora, además, Ecovidrio ha decidido apostar por estos tókenes para promover el reciclaje en nuestro país.
La entidad sin ánimo de lucro dedicada a gestionar la recogida selectiva de residuos de envases de vidrio en España ha lanzado este lunes 5 de junio todo un catálogo de NFT que busca concienciar a la sociedad. Pero no solo eso, como explica el empresario Tristán Ramírez, “el 90% de los beneficios de la venta de estos NFT estará destinado a un proyecto de reforestación en Doñana gestionado por WWF”.
Así, Ecovidrio asume como propios estos tókenes que ahora son tendencia para “crear una nueva forma de recaudar dinero para proyectos de sostenibilidad que ayudan al medioambiente”, afirma el empresario.
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Desde la entidad de gestión de residuos de vidrio explican que con esta intervención de la asociación de conservación de la naturaleza, "se procederá a la reforestación con especies autóctonas de zonas afectadas por incendios en el entorno de Doñana". El objetivo, aseguran desde Ecovidrio, es "seguir avanzando en la recuperación ecológica y de biodiversidad del área, contribuyendo además a la lucha contra el cambio climático".
Un Picasso sin su firma, ¿sería un Picasso?
Como explica el empresario, que colabora con Ecovidrio en el diseño de estos NFT bautizados como ‘Ecodreamers’, estos tókenes no son más que “una clave criptográfica que, dentro de un sistema de blockchain, se asocia a un archivo”. Esto, matiza, “te permite que ese archivo se pueda autentificar y tener trazabilidad de los movimientos que ha hecho”.
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Así, un archivo digital se convierte en único. “Conceptualmente, esto te permite crear objetos únicos en el mundo digital”, insiste Ramírez. Esta tecnología, explica, “va a tener muchos usos, porque te permite crear objetos digitales únicos; es la expresión del futuro”.
En el arte, es una tecnología clave: “Una de las cosas más importantes en el sector es tener ese sello de autenticidad, esa firma: porque un cuadro de Picasso sin su firma no es necesariamente de él, podría ser una falsificación”, afirma Ramírez.
Y es que, asegura, “un cuadro que no tenga trazabilidad es menos valioso, y el mundo NFT te permite autentificar y trazar los movimientos de ese token”.
De lo físico a lo virtual
Por eso, Ecovidrio ha decidido transformar sus iglús físicos en digitales. Y es que, como plantea Ramírez, los 3.001 NFT que se han lanzado no hacen más que solidificar una unión que lleva dándose más de una década: la de la moda, el arte y el reciclaje de vidrio.
Desde el principio, cuenta, la idea fue “que un objeto común de mobiliario urbano, que pasa tan desapercibido por lo acostumbrados que estamos de verlo, pasase a ser una pieza de arte con un mensaje tan potente como el de impulsar el reciclaje”. De esta manera, explica, se han “agatizado” los iglús, basándose “cada diseño en una pieza de la pasarela de Ágatha Ruiz de la Prada”.
Se aplica, cuenta el también CEO de ARP, “el concepto del traje, del diseño de moda, al contenedor verde”. Así, concluye, “creamos piezas de arte digital que, gracias a la tecnología NFT, se convierten en únicas y tienen otro valor”.