España es el segundo país del mundo con más problemas de alopecia. Al menos, así lo asegura un estudio global elaborado en 2020, que indica que el 50% de la población española sufre caída de cabello. De ella, un 90% sufre alopecia androgénica, es decir, calvicie común.
Las cifras explican, por tanto, la preocupación que muchas personas tienen por esta patología. Por suerte, como explica Diana Camacho, dermatóloga y responsable de la Unidad de Alopecia de la Clínica Dermatológica Internacional y Ruber Internacional Centro Médico Masó de Madrid, "a día de hoy, con el tratamiento adecuado, podemos frenar la progresión de la mayoría de las alopecias e incluso recuperar gran parte del pelo perdido".
Eso sí, no hay ninguna cura mágica ni método revolucionario que la haga desaparecer por completo. Aunque sí se pueden algunos consejos para suavizar sus efectos. La doctora Camacho explica a ENCLAVE ODS que es imprescindible "acudir al dermatólogo si la caída de pelo es intensa o prolongada en el tiempo". Y, sobre todo, "si observamos áreas sin pelo, con menos densidad de cabello o incluso zonas rojas o inflamadas con poco pelo en su interior".
Aunque la experta puntualiza que no hay que entrar en pánico: "Todos tenemos periodos en los que se nos cae algo más el pelo y no por ello vamos a desarrollar alopecia", insiste. Y recuerda que un paciente tiene alopecia cuando la caída de cabello genera una "disminución evidente de la densidad del mismo o cuando este desaparece en zonas donde habitualmente estaba". Ahí es cuando, admite, "debemos preocuparnos".
La caída excesiva de pelo es la que lleva a muchos pacientes a la clínica de Quirónsalud en la que trabaja Camacho. Sin embargo, recuerda la doctora, "en la forma más frecuente de alopecia –la común o androgenética–, los pacientes habitualmente solo notan cómo se les va clareando el cuero cabelludo por zonas".
Para otros tipos de alopecia, asegura la experta, la sintomatología es diferente: puede darse picor, escozor o incluso dolor en el cuero cabelludo. Por eso, el cuidado de este último es esencial.
Cuidar el cuero cabelludo
Prevenir la alopecia que no tiene un componente genético ni esté causada por enfermedades autoinmunes o inflamatorias está, casi siempre, en nuestras manos. Y es que, recuerda Camacho, "el estrés y la mala alimentación pueden desencadenar una caída del pelo más intensa de la habitual". Si bien el estrés puede escapar de nuestro control, cambiar la manera en que comemos, para seguir una dieta sana y equilibrada, es más fácil.
También es clave cuidar el cuero cabelludo para –al menos intentar– prevenir la caída de cabello. La doctora Camacho recomienda el uso de "productos poco irritantes que no dañen el cuero cabelludo". Además, asegura que "podemos lavar el pelo las veces que necesitemos para tenerlo limpio". Pero la clave está en evitar "siempre someterlo a temperaturas elevadas cuando lo sequemos".
La experta insiste en la importancia de evitar "realizar peinados muy tirantes porque mecanismos de tracción mantenidos pueden favorecer ciertos tipos de alopecia". Y por último, dice, es esencial "protegernos adecuadamente del sol con gorras y sombreros".
Tipos de alopecia y tratamiento
Según explica la doctora Camacho, se pueden distinguir dos tipos de alopecia: las cicatriciales y las no cicatriciales. En las primeras, matiza, "se genera destrucción del folículo piloso y, por tanto, la pérdida del pelo es irreversible". En las alopecias no cicatriciales, en cambio, "el folículo no se destruye y, por este motivo, podemos llegar a recuperar el pelo".
Los tratamientos, como las alopecias, también son variados. La dermatóloga distingue entre los tópicos, los orales y los inyectados. "Los tratamientos tópicos los aplica el paciente fácilmente en su domicilio mediante lociones, geles o sprays", cuenta.
Por su parte, de entre la gran variedad de fármacos orales que existen para tratar la alopecia, los más usados son los antiandrógenos, especialmente en varones, "por su alta eficacia y buen perfil de seguridad", matiza.
En cuanto a los tratamientos inyectados, la mesoterapia capilar es un procedimiento habitual en las consultas. La experta explica que "consiste en administrar diversos fármacos mediante pequeñas inyecciones en el cuero cabelludo para conseguir que lleguen directamente a la raíz folicular y así estimular de forma eficaz el crecimiento del pelo".
También se usan, cuenta, tratamientos dirigidos a la regeneración capilar, como el plasma rico en plaquetas (PRP). O incluso se llevan a cabo trasplantes capilares, "fundamentalmente en pacientes con alopecia androgenética estable con tratamiento médico adecuado".
[¿Qué tipos de alopecia son habituales en mujeres?]
En muchos tipos de alopecia, recuerda además la médica, "el patrón de pérdida de pelo es similar en hombres y mujeres". Sin embargo, en la androgenética, la caída del cabello es distinta: "Los varones empiezan a perder pelo por la zona de las sienes y la coronilla, mientras que en las mujeres, lo más habitual es una disminución difusa y progresiva de la densidad del pelo en la parte superior del cuero cabelludo, alrededor de la línea media".