Hay récords que no se deberían batir. Pero, por desgracia, se cumplen. Y eso es precisamente lo que lamenta, en este Día Mundial del Refugiado, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF): son ya 43,3 los millones de niños y niñas refugiados en todo el planeta, casi el mismo número de ciudadanos que viven en España.
Este número no tiene en cuenta a los adultos, solo a los menores. Si incluimos a toda la población, la cifra se eleva a un escalofriante 110 millones de personas, según las últimas cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
En total, según Naciones Unidas, el año pasado el mundo registró 108,4 millones de personas desplazadas; 62,5 millones de desplazadas internas; 5,4 millones de solicitantes de asilo y 5,2 millones de otras personas necesitadas de protección internacional.
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Estas cifras no incluyen fenómenos como los terremotos que el pasado febrero asolaron Turquía y Siria. Según UNICEF, "la creciente cifra pone de manifiesto el fracaso mundial a la hora de abordar las causas del desplazamiento y dar soluciones a largo plazo para los niños y niñas desplazados
El número de niños y niñas desplazados forzosamente de sus hogares, cuentan desde UNICEF, se ha duplicado en la última década. Una tendencia que se ha visto en auge con el estallido del conflicto en Ucrania, que ha obligado a más de 2 millones de menores a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón dentro de la frontera ucraniana.
Tal y como explica la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell: "Durante más de una década, el número de niños y niñas forzados a huir de sus hogares ha aumentado a un ritmo alarmante, y nuestra capacidad mundial para responder sigue estando bajo una gran presión".
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Y explica la situación: "Este aumento está en consonancia con la constante embestida de conflictos, crisis y desastres climáticos en todo el mundo. Pero también pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial”.
Desde el Fondo de la ONU para la Infancia alertan de que de los 43,3 millones de menores desplazados forzosos a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) huyeron de sus hogares como consecuencia de los conflictos y la violencia.
El número de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo también alcanzó un nuevo récord, con 17,5 millones de personas. Una cifra, alertan desde UNICEF, que "ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023, incluso por el conflicto en Sudán". Hasta el momento, más de 940.000 se han visto obligados a desplazarse por ese conflicto específico.
Además, insisten desde la oenegé, "los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones de Pakistán y la sequía del Cuerno de África, provocaron otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022".
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Russell pone en bandeja una posible solución: "Se necesita una mayor voluntad política para hacer frente a las causas de los desplazamientos y proporcionar soluciones a largo plazo para los niños y niñas que se desplazan".
El nuevo récord de refugiados, migrantes y desplazados menores, asegura Russell, podría compararse con la población de países como Argelia, Argentina o España. Y precisamente por eso, insiste, ponerle solución a este desafío "exige una respuesta acorde".
Porque, zanja, "hemos visto un cambio sostenido cuando los gobiernos invierten adecuadamente en la inclusión de los niños y las familias desplazadas. Trabajando juntos, podemos mantenerlos seguros, sanos, aprendiendo y protegidos".