Las vacaciones, ya sean las de Navidad o las de verano, son la excusa perfecta para ponerse hasta las trancas de comida y bebida. La alegría de los festejos se pueden convertir en un instante, en un mal momento. Una dolencia que suele aparecer en estas situaciones es el síndrome del corazón festivo.

Este síndrome cardiaco no es más que otro nombre para referirse a la fibrilación auricular inducida por el alcohol, o FA. Este es un tiempo de arritmia relacionada con el consumo excesivo o atracón de bebidas alcohólicas en un corto espacio de tiempo. 

Este trastorno fue descubierto por el doctor Philip Ettinger, en 1978, tras analizar 32 episodios de latidos anormales de los corazones de 24 pacientes. El doctor Ettinger descubrió que todos ellos habían participado en celebraciones con abundante consumo de alcohol. 

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"El síndrome del corazón festivo es una fibrilación auricular que consiste en un trastorno del ritmo del corazón, que provoca la pérdida de sincronía del latido normal, ya que el impulso eléctrico del corazón no es regular", explica la doctora María Rosa Porro Fernández, cardióloga del Hospital Quirónsalud Cáceres, en un artículo de Tucanaldesalud (blog de Quirónsalud). 

Así, el ritmo cardiaco se desacompasa, a raíz de una alteración que se produce en las aurículas, que como explica la cardióloga, "manda señales eléctricas desorganizadas, muy rápidas e irregulares". Este bombeo irregular e ineficiente puede ocasionar estancamiento o provocar que se formen coágulos en el interior del corazón. 

Atracones de alcohol

En España hay tres millones de alcohólicos, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El alcohol es la sustancia nociva para la salud más consumida, por encima del tabaco y de otras como el cannabis. Según un estudio de la Revista Sanitaria de Investigación, el consumo de alcohol es el causante de más de 60 tipos de enfermedades, como el cáncer esofágico, cáncer de hígado o cirrosis, entre otras. 

La correlación entre el consumo de alcohol y la fibrilación auricular es algo que todavía no se ha estudiado en profundidad. Un estudio, publicado en 2021 en la revista European Heart Journal, demostró que una copa diaria puede aumentar el riesgo de sufrir esta dolencia.

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"Si en un día cualquiera la probabilidad de que mañana presentes fibrilación auricular es de una entre mil, entonces si esta noche bebes una cerveza o una copa de vino, la probabilidad quizá sea de tres entre mil”, señaló Hugh Calkins, profesor de Cardiología de Johns Hopkins Medicine, al New York Times.

Esta condición se puede detectar si se presta atención a los síntomas tras un consumo excesivo de alcohol. Los más comunes son las palpitaciones, el pulso irregular, la fatiga, el exceso de sudor, los problemas de respiración o los mareos. Pero, "el verdadero motivo de preocupación de la fibrilación auricular es que puede provocar un ictus", explica el cardiólogo Richard Fogoros en un artículo para VerywellHealth. 

Asintomáticos

Pero hay casos donde es difícil detectarla. La doctora Porro Fernández alerta, en declaraciones a Tucanaldesalud, que "muchas personas no tienen ninguna sintomatología". 

En estos casos, para prevenir problemas cardíacos, la doctora recomienda realizar revisiones de forma periódica y acudir al especialista de Cardiología ante cualquier sospecha.

¿A quién suele afectar?

La aparición de cardiopatías se suele asociar a la gente mayor. Pero no se aplica a la fibrilación auricular. Se puede presentar en personas que no han tenido ningún problema cardíaco anterior. "La fibrilación auricular puede ocurrir también en un corazón aparentemente sano", señala la doctora Porro a Tucanaldesalud. 

Un estudio reveló que el riesgo de fibrilación auricular aumentaba a medida que se incrementaba la estatura (a partir de 1,60 metros). Había otros factores que incrementaban el riesgo: la obesidad y si existen antecedentes familiares de FA.