Ahorrar en el consumo que hacemos cada mes de electricidad es fundamental tanto para preservar el medioambiente como para reducir el coste de nuestra factura de la luz. La gran dependencia que tenemos actualmente de los combustibles fósiles hace que una reducción en el gasto de energía que realizamos pueda ser de gran ayuda en la lucha contra el cambio climático.
Y, por otro lado, es un alivio para nuestro bolsillo. El año pasado, un hogar medio español pagó 1.538,53 euros por la factura de la luz, un 37,9% más que el año anterior, marcando un absoluto récord. Por ello, cualquier cambio que hagamos en nuestra rutina diaria puede ser clave para nuestros ahorros.
Ahora, con la llegada del calor, uno de los aparatos que más electricidad consume en nuestra casa es el aire acondicionado. De hecho, según el departamento de Energía de Estados Unidos, este aparato consume alrededor del 5% de toda la electricidad que se produce en el país, lo que supone alrededor de 100 millones de toneladas de dióxido de carbono emitidas al año. Cada hogar estadounidense, señala esta institución, libera un promedio de dos toneladas al año solo con el uso del aire acondicionado.
La principal medida que quizás podríamos tomar es disponer de un aire acondicionado de alta eficiencia, ya que algunos modelos podrían reducir el consumo entre un 20 y un 50%. Sin embargo, si no podemos realizar este desembolso, existen varias alternativas para poder reducir nuestro consumo de energía en el aire acondicionado.
1. Apagar el aire por la noche
Esta es quizás la medida más lógica. Por la noche, cuando más brisa suele correr, es el mejor momento para apagar el aire acondicionado y aprovechar para abrir todas las ventanas para que el aire fluya por la casa.
Si pese a ello sigue haciendo calor, otra opción es poner el temporizador del aire acondicionado y cerrar la puerta de la habitación para mantener el máximo tiempo posible el frescor. Además, muchos aparatos incluyen hoy en día el modo noche, lo que permite mantener una temperatura estable y ahorrar en el consumo de energía.
2. Subir la temperatura
Aunque no lo parezca, un grado en el aire acondicionado influye mucho en el consumo de energía. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aumentar la temperatura general en 1 ºC puede ayudar a reducir la factura hasta en un 10%.
Así, tenemos que tener en cuenta que muchas veces tenemos una temperatura inferior a la que realmente necesitamos. Como regla general, señalan desde Daikin, debemos tratar de no ajustar el termostato a menos de 8 grados centígrados por debajo de la temperatura que hace en el exterior. Por ejemplo, si hace 30 grados fuera, poner el aire a 22 o 23 grados.
3. Apagar los aparatos que emiten calor
Existen ciertos aparatos en nuestros hogares que generan una gran cantidad de calor y podrían hacer trabajar más de la cuenta al aire acondicionado. Así, apagarlos podría ayudarnos a mantener la temperatura bajo control. Algunos de ellos son la televisión, el ordenador, la impresora o el horno.
4. Mantener limpio el aparato
Tal y como señalan desde Daikin, otro consejo para reducir la factura —o más bien no aumentarla— del aire acondicionado es asegurar que el aparato recibe un mantenimiento regular y que el filtro se reemplace o se limpie para mantener una eficiencia óptima. En este caso, un filtro sucio puede hacer que el aire acondicionado tenga que trabajar más, lo que significa un mayor consumo de energía.