La primavera de 2023 ha sido la más seca de la serie histórica en nuestro país. El verano ya está batiendo récords: en España ha vivido el julio más caluroso desde que hay registros. Los datos no hacen más que vaticinar que la sequía que vive la península ibérica seguirá instalada en ella de manera (casi) indefinida.
La falta de precipitaciones y las temperaturas extremas ponen en jaque, además, a un sector que supone el 2,5% del PIB español: la agricultura. Los cultivos se resienten mientras el riego del campo consume el 80% de agua del país.
Conscientes de esta situación, dos alumnos murcianos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) se pusieron manos a la obra y empezaron a buscar alternativas que ayudasen a los agricultores a gestionar mejor sus recursos hídricos. Así, María Martínez, estudiante de Administración y Dirección de Empresas, y Fernando Carrasco, de Ingeniería Informática, crearon Agrodit.
Su solución aprovecha la tecnología para facilitar el control de los cultivos e implementar el "riego hipereficiente en la agricultura con el objetivo de ahorrar costes y recursos", aseguran desde la UOC.
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Sensores de humedad
"El uso de sensores de humedad y temperatura del suelo en la agricultura mejora el riego al proporcionar información precisa sobre las condiciones hídricas de los cultivos", explica Martínez en un artículo de la UOC. Los sensores de Agrodit, asegura, "permiten a los agricultores medir la humedad del suelo en tiempo real y evitar el riego excesivo".
Además, cuenta la estudiante, ayudan a identificar "áreas con sequedad excesiva para aplicar riego adicional de forma precisa y evitar el desgaste del suelo y que este rompa su estructura". Dependiendo del tipo de cultivo, Martínez asegura que con su sistema "puede llegarse a ahorrar hasta un 50% de agua de riego". Y es que permite regar solo cuando se necesita y la cantidad exacta para que el cultivo prospere, ni más ni menos.
Los sensores de humedad y temperatura de la tecnología desarrollada por Martínez y Carrasco funcionan de forma autónoma y con energía solar. Además, se conectan a una app que muestra los datos recabados y las predicciones meteorológicas para la zona. Desde la palma de su mano, los agricultores pueden controlar el riego de forma remota.
Esta solución tecnológica, aseguran sus creadores en un artículo de la UOC, ha sido desarrollada de la mano de los propios agricultores. Así, se ha adaptado desde le principio a sus necesidades reales. Además, ya se ha testado en dos proyectos piloto que sirven de muestra de diferentes tipos de cultivo de nuestro país: un campo exterior de chirivía y un invernadero con tomates Cherry.
"En el caso del cultivo de tomates, llevamos a cabo múltiples mediciones a lo largo de la instalación y conectamos el sistema de riego para automatizarlo. Esto permitió al agricultor ahorrar un 25 % en horas de trabajo. Además, comprobamos que los tomates obtenidos presentaron una mayor calidad, lo que permitió su venta a un precio un 20 % más alto en comparación con el año anterior", añade la cofundadora de Agrodit. La startup tiene ya más de 15 clientes comerciales, entre los que incluye a las empresas de los proyectos piloto, que repiten debido a su alto grado de satisfacción con la solución.
"El riego eficiente, al minimizar el desperdicio de agua y proporcionar la cantidad adecuada en el momento oportuno, ayuda a mitigar los efectos de la sequía", explica Martínez. El motivo, dice, es que el recurso hídrico se conserva y se promueve "un crecimiento saludable de los cultivos".
Esto, indica, supone un paso más hacia la sostenibilidad agrícola y, sobre todo, "a la seguridad alimentaria en regiones afectadas por la escasez de agua". Y concluye: "Nuestra tecnología está diseñada para empoderar a los agricultores, haciéndoles más independientes en la implementación de prácticas de riego eficientes y optimizando sus resultados en el campo".