Silvia y Mohamed se despiertan y empiezan un día más en su rutina. La primera pone rumbo al centro ocupacional de la fundación Down Madrid, y el segundo espera a que suene el timbre para entrar en clase, con el entusiasmo de quien sabe que le espera una de las visitas más emocionantes del curso. Aunque no sea con el instituto, sino con un programa que recorre Madrid de una punta a otra, acompañado por niños —procedentes de hogares en riesgo de exclusión— de la asociación Paula Montal de las Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías.
Sin saberlo —porque no se conocen entre ellos—, las historias de ambos jóvenes se conectan en el marco de la Semana del Voluntariado de Tendam, celebrada del 26 al 30 de septiembre desde el grupo textil con el propósito de promover el desarrollo personal, social y ocupacional de distintos colectivos. Lo especial del proyecto, además del hecho de que pueda servir como trampolín para el futuro de estos jóvenes, reside en que cada jornada destaca la labor de una fundación distinta.
En la Semana del Voluntariado, Tendam se ha involucrado en iniciativas como la mentoría organizada el 26 de septiembre en el Centro de Inserción Social Melchor Rodríguez García, módulo tercero de la prisión de Alcalá-Meco, en la que 14 voluntarios se encargaron de preparar a los internos para afrontar su primera entrevista de trabajo una vez se reinserten en el mundo laboral.
La actividad, incluida dentro del programa Incorpora de la Fundación Integra, dio comienzo al voluntariado con la colaboración de la Fundación Quiero Trabajo, que al día siguiente también coorganizó un taller de estilismos y mentoring dirigido a mujeres que buscan un nuevo empleo en el que desarrollar sus talentos y habilidades.
Ese mismo martes, las oficinas de Tendam se llenaron de candy bars montados por alumnos con discapacidad intelectual del área de Hostelería y Mayores de Down Madrid. Con estos talleres, Tendam acercó su día a día al de adultos y jóvenes como los alumnos de Paula Montal, un programa de preservación familiar que alinea sus valores con el grupo textil promoviendo la atención a la infancia en situación de riesgo, junto a entidades colaboradoras como Fundación "la Caixa".
La Semana del Voluntariado culminó con las actividades de limpieza en el embalse de Valmayor, en las que más de un centenar de voluntarios de Tendam recogieron 130 kilos de residuos junto a niños y colaboradores del proyecto Libera de Seo/BirdLife.
Jardines que integran
Las personas con discapacidad, además de representar a una de las minorías más extensas —en España la conforman más de 4,3 millones de mujeres y hombres—, son el reflejo de un yacimiento de talento aún por descubrir en el mercado laboral. Y esto es precisamente lo que tratan de mostrar profesionales como Belén Padilla desde el espacio Tres Olivos de Down Madrid.
Su labor, como coordinadora del centro ocupacional, no es otra que la de romper con el estigma de la diversidad intelectual, organizando talleres que acompañan a 1.400 personas adultas con síndrome de Down y otras discapacidades en su día a día. Y que, además, sirven como puentes integradores entre estas y el resto de la sociedad. En este sentido, Down Madrid es una de las asociaciones que se alían en la Semana del Voluntariado de Tendam.
Juntas, el pasado 28 de septiembre organizaron un taller de jardinería en el que los alumnos se convirtieron en profesores por un día, presumiendo de talento —y, de paso, también de sonrisas— mientras emprendían sus tareas junto a los voluntarios del grupo. "Cuando nos propusieron formar parte de esta iniciativa lo tuvimos claro", explica Padilla, y añade que "todo lo que implique salir con los chicos del centro y ayudar a que otras personas que no les conocen den valor a su trabajo les enriquece muchísimo".
Ver la discapacidad como algo normal es el objetivo desde el que se impulsan cada día las actividades de Down Madrid. Los tutores explican que "estos chicos [como Álvaro, Silvia y Héctor] pueden hacer tareas igual que cualquier otro joven de su edad". Algunos, recuerda la coordinadora del centro, trabajan en jornadas reducidas y luego vuelven a la escuela. Un par de horas bastan para hacer que se sientan incluidos en una sociedad que cada vez es más diversa y comprometida.
Otros, como los jóvenes del taller de jardinería, disfrutan con actividades que les ponen en contacto con la naturaleza y el trabajo en equipo, permitiéndoles integrar responsabilidades en su rutina diaria muy similares a las que tendrían en un entorno de trabajo. "Lo único que necesitan es apoyo, tener un lugar seguro en el que puedan sentirse cómodos para llevarlas a cabo", revela Belén Padilla al preguntarle por las habilidades de los chicos, que son distintas, pero al mismo tiempo tan excepcionales como ellos.
Un recorrido que despierta talentos
Esa misma tarde, los pasillos de Tendam también marcaron la ruta de una veintena de niños procedentes del programa Paula Montal, la iniciativa promovida desde el Instituto de Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías para acompañar a niños en situación de vulnerabilidad social. La oenegé sirve como lugar de encuentro y refuerzo educativo para menores de entre 6 y 16 años, franja de edad en la que es clave hacer frente al desafío del abandono escolar.
En España, la pandemia incrementó la vulnerabilidad de los menores, y hoy se estima que 3 de cada 10 niños y adolescentes se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social. Las dificultades económicas en el hogar, la falta de referentes y el estigma son algunos de los factores que impiden a estos jóvenes seguir formándose una vez finalizan los estudios obligatorios.
El programa Paula Montal ayuda a los niños a explorar sus talentos y aspiraciones, poniéndoles en contacto con empresas de distintos sectores, y con nuevos referentes que les demuestran que hasta los muros más altos pueden derribarse cuando uno se lo propone. Vanesa Gómez, coordinadora de Desarrollo de Proyectos y encargada de acompañar a estos jóvenes talentos en su visita a Tendam, expresa su emoción por estas jornadas.
"Si conseguimos que salgan de aquí enamorándose de profesiones que antes no conocían habremos logrado algo muy importante", declara la tutora. Y ese es precisamente el objetivo que cumplieron los voluntarios de Tendam, al acompañar a estos chicos en una excursión enriquecedora por los pasillos de una de las compañías más prósperas del textil europeo, en la que no faltaron los consejos ni las curiosas preguntas de los más pequeños.
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No dejar a nadie atrás es la promesa central y transformadora de la Agenda 2030, pero también el lema desde el que se impulsa la Semana de Voluntariado del grupo Tendam. Además de las actividades organizadas junto a Down Madrid y el programa Paula Montal, los talleres que se integran en las jornadas responden a la misión de la firma de involucrarse en la sociedad a través de proyectos que promueven la inserción social y laboral, así como la lucha contra la pobreza y la exclusión.
En declaraciones a ENCLAVE ODS, Ignacio Sierra, director general corporativo de Tendam, también aprovechó para compartir su satisfacción por la Semana de Voluntariado. "Estamos muy contentos por el éxito que están teniendo y creemos que estas jornadas pueden ser una vía para inspirar en nuestros empleados el orgullo de pertenecer a una compañía que colabora y que se implica con la sociedad", declara.