Los desastres naturales (y las crisis humanitarias) son difíciles de predecir. Y los ejemplos más recientes son las inundaciones de Libia o el terremoto en Marruecos. De la noche a la mañana, miles de personas se encontraron desolados, sin un techo bajo el que resguardarse y sin una cama donde descansar. La solución que plantea la startup Humanitaria es facilitar el despliegue logístico de las oenegés y los equipos de asistencia en las inminentes situaciones de desastres humanitarios. Y quiere hacerlo con una simple estructura de cartón que se monta en menos de 5 segundos.
Impulsada por el programa de aceleración UNICEF Lab y con el firme apoyo de Creu Roja de Catalunya, esta compañía fundada por Juan Sanz y J. Alberto Paniagua ha diseñado la cama humanitaria más básica y económica del mundo: en cartón, 100% sostenible y biodegradable. Este producto está claramente dirigido a las oenegés. Y así lo asegura Sanz en declaraciones con ENCLAVE ODS. Estos dos emprendedores querían mejorar los procesos de este tipo de entidades para mejorar la eficacia de sus actuaciones.
"Observamos que estaban proliferando las iniciativas digitales dispuestas a mejorar los procesos de las ONG", explica. Y con eso en mente, esta ingeniosa dupla identificó dos limitaciones o "lastres" importantes para las organizaciones de respuesta humanitaria: el tiempo y la inversión. Estos dos factores, comenta, "requieren muchos avances tecnológicos".
Por eso, "queríamos hacérselo más fácil". Con una inversión de 3.000 euros, que es lo que cuesta un troquel o molde para las camas, se pueden fabricar 24.000 unidades al día. Los productores de camas para emergencias humanitarias fabrican la mitad en todo un mes: unas 10.000. Sanz explica que esta limitación en la producción se vio reflejada en la última crisis de la Covid-19: no había disponibilidad de stock para abastecer los hospitales de campaña.
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Desde Humanitaria aseguran que sus camas de cartón, "muy simples, pero a la vez muy sofisticadas", pueden estar listas para el uso en las primeras 24 horas de emergencia, son entre 60 y 200 veces más rápidas que cualquier otra y cuestan una décima parte del precio de los equipos habituales. "1.000 camas cuestan 16.000 €, se envían plegadas en avión y se instalan en 20 minutos”, explica Sanz.
La startup resultó finalista en los premios Cruz Roja de Tecnología Humanitaria y fue seleccionada como una de las seis propuestas de innovación social aspirantes a los Premios Magallanes-Elcano 2022 de Innovación Humanitaria.
Un 90% más baratas
Normalmente, señala Sanz, por limitaciones de peso y volumen, las camas convencionales de loneta y metal no llenan por completo las bodegas de los aviones. No se aprovecha todo el espacio. Por eso, las oenegés "terminan adquiriéndolas localmente o se llevan menos". Pero la limitación más grande es, sin duda, su coste.
En el mercado se paga entre 100 y 200 euros por unidad. En caso de que una campaña humanitaria requiera 100.000 camas, el coste total "oscila entre los 100.000 € y los 200.000 € y se tardan hasta dos semanas en producirlas, otras tantas semanas más en enviarlas (por tierra o mar)". Tal como señala Sanz, el gasto en mobiliario de descanso de las ONG "puede llegar a superar el 40% del presupuesto anual".
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Las camas de cartón cuestan apenas 16-17 euros y ocupan menos espacio que las camas convencionales. La compra en lotes de esta práctica herramienta puede suponer un ahorro del casi el 90% para las organizaciones de ayuda humanitaria.
Camas "simples y sofisticadas"
"Simples, pero sofisticadas y completas", reiteró Sanz durante la conversación telefónica que mantuvo con ENCLAVE ODS. Y explica: "Es simple porque es de cartón y tiene en funcionamiento el principio básico de una caja de cartón". La ligereza del este material y la facilidad con la que se puede reciclar permite que el transporte, el montaje y el eventual desmontaje se hagan en tiempo récord.
Su estructura es sofisticada y completa porque "permite hacer todo lo que hace una cama humanitaria convencional". Y, explican desde Humanitaria, lo hacen de forma segura y resistente: puede soportar hasta 350 kilogramos de peso, 200 kg más de lo que aguantan los modelos empleados habitualmente.
"Una sola persona puede montar 700 camas en una hora, sin formación ni herramientas", explica Sanz. Y el montaje es muy sencillo: solo hay que abrirla y juntar los pliegues, como si fuera una caja de cartón. "Es lo que es, en definitiva” señala Sanz.
La startup barcelonesa está en la primera fase de su senda: la presentación del producto y la búsqueda de clientes. "El primer cliente es Cruz Roja, porque fue ella la que nos hizo el acompañamiento y nos ayudó a evolucionar el producto", explica Sanz. Y espera que una vez esta organización ponga a prueba las camas en terreno y se demuestre su eficacia, la utilidad del producto brillará y convencerá a las oenegés más reticentes al cambio.
Además, siguen buscan financiación para poder donar camas a las entidades y que prueben de primera mano el producto. "Tenemos que vencer, les tenemos que conquistar", declara Sanz entusiasmado. La cama de cartón de Humanitaria será, según sus fundadores, "un lecho digno sobre el que dormir y encontrar asistencia sanitaria”.