Imagen de archivo de una acera con sal para derretir el hielo.

Imagen de archivo de una acera con sal para derretir el hielo. iStock

Historias

El ciclo antropogénico de la sal: los científicos alertan de la "amenaza existencial" que se cierne sobre el agua

Un estudio publicado en 'Nature Reviews Earth & Environment' advierte de las serias implicaciones de un mundo más salado en los ecosistemas. 

13 noviembre, 2023 01:57

El mundo se está volviendo más salado. Eso es lo que ha reflejado recientemente un equipo de científicos en una publicación de la revista Nature Reviews Earth & Environment. Las actividades humanas, como la minería, la agricultura, la construcción, el tratamiento de aguas y las carreteras y otras actividades industriales, están alterando el ciclo natural de la sal. La salinización es el nuevo "gigante dormido" que se suma a la lista de problemas, donde se incluye la acidificación o el aumento de temperaturas. 

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"Si pensamos en el planeta como un organismo vivo, cuando se acumula tanta sal puede afectar al funcionamiento de órganos vitales o ecosistemas", explica Sujay S. Kaushal, autor principal del estudio e investigador en el Centro Interdisciplinario de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad de Maryland (UMD). Este es la primera vez que se realiza una observación extensiva de la variedad de iones salinos que se encuentran en el subsuelo y en las aguas superficiales.

Reconocen en la revisión que la producción mundial de sal ha aumentado en el último siglo para diferentes sales, con aproximadamente 300 Mt de sal producidas al año. Y es que la sal común o cloruro de sodio (NaCl) —la que conoce y utiliza todo el mundo— no es la única que se emplea.

"Cuando la gente piensa en sal, tiende a pensar en cloruro sódico. Pero nuestro trabajo a lo largo de los años ha demostrado que hemos alterado otros tipos de sales, incluidas las relacionadas con la piedra caliza, el yeso y el sulfato cálcico", explica Kaushal.

El cloruro de sodio, además de ser un indispensable de cualquier cocina, también se puede encontrar en detergentes y otros productos domésticos. No obstante, hay muchas sales diferentes como el calcio, el magnesio y otros iones que se utilizan en más productos. Cuando se desprenden en dosis más elevadas, los iones pueden causar problemas medioambientales.

Kaushal y los coautores del estudio han demostrado que la salinización causada por el hombre afecta a unos 1.012 millones de km² de suelo —una superficie del tamaño de Estados Unidos— en todo el mundo. Los iones salinos también aumentaron en arroyos y ríos en los últimos 50 años, coincidiendo con un incremento del uso y la producción mundial de sales.

"Regular y controlar los niveles de sal"

Estas alteraciones, tal como describen los científicos, suponen una "amenaza existencial" para las reservas de agua dulce. E incluso algunos fenómenos, como la desecación de los lagos, están aumentando la concentración de sal en el aire. Y en zonas donde suele nevar, la sal que se dispersa sobre las carreteras para mantener el hielo a raya, puede aerosolizarse, creando partículas de sodio y cloruro

La ingente cantidad de sal que se echa en las carreteras y caminos para prevenir accidentes por las bajas temperaturas puede infiltrarse en el subsuelo y contaminar los arroyos de agua dulce. Esto deriva potencialmente en la corrosión en las tuberías que suministran agua potable a las zonas residenciales. 

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Kaushal afirmó en un comunicado que cada vez es más importante sopesar los riesgos a corto y largo plazo de las sales de carretera, que desempeñan un papel importante en la seguridad pública, pero también pueden disminuir la calidad del agua.

"Está el riesgo a corto plazo de lesiones, que es grave y algo en lo que sin duda debemos pensar, pero también está el riesgo a largo plazo de problemas de salud asociados a un exceso de sal en el agua", dijo Kaushal. "Se trata de encontrar el equilibrio adecuado", añadió.

En Estados Unidos se han registrado varios incidentes relacionados con el desgaste por sal de las tuberías. El caso más sonado y uno de los más estudiados fue el de Flint (Michigan). Cuando las autoridades cambiaron la fuente de agua al río Flint, se dieron cuenta de que estaba contaminado con sal. 

"Tenían todas esas tuberías de plomo que conducían a sus casas y el cloruro básicamente arrastraba el plomo a la solución", dijo Kaushal. "No añadieron suficiente inhibidor de corrosión, y entonces los niños tenían altos niveles de plomo en la sangre". "Se trata de una cuestión muy compleja porque la sal no se considera un contaminante primario del agua potable en EEUU, por lo que regularla sería una gran empresa", afirma Kaushal.

Un límite planetario de la sal

Un estudio en el que participaron varios científicos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), publicado el año pasado en la revista Trends in Ecology and Evolution, advertía de la cobertura geográfica desigual del conocimiento actual sobre la salinización entre Norteamérica y Europa

Los científicos que han tratado esta cuestión coinciden que el aumento de la salinidad en los hábitats de agua dulce —ríos, lagos o humedales— es una amenaza global para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas naturales de todo el mundo. Kaushal y sus homólogos reclaman la creación de un "límite planetario para el uso seguro y sostenible de la sal". Este límite, emularía a otros que ya existen como el de emisiones de CO₂.

"¿Creo que es una sustancia que está aumentando en el medio ambiente hasta niveles perjudiciales?", se cuestiona Kaushal. Y afirma tajantemente: "Sí, sin duda".