Jeong es un concepto único de la lengua coreana. Describe, esencialmente, el cálido sentimiento de apego que se siente entre personas que comparten una relación estrecha. Se trata de un vínculo emocional que se puede desarrollar, indistintamente, con personas, animales lugares e incluso con objetos. El concepto occidental que más se acerca a este concepto es el de afinidad electiva, desarrollado por el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe en su novela homónima de 1809.
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"Se dice que los coreanos lloran por el jeong, ríen por el jeong, viven por el jeong y mueren por el jeong", sostiene en un artículo reciente So-jeong Park, profesora e investigadora del Centro de Estudios Hallyu de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur). Es un principio fundamental de la sociedad coreana que hunde sus raíces la idea de responsabilidad social colectiva. Cuando uno siente jeong por alguien, quiere protegerlo, ayudarlo y no quiere separarse de él.
Es un concepto cuya definición inequívoca no se ha llegado a establecer, una abstracción que no ha encontrado significante en las lenguas del mundo. Se ha traducido como empatía, afecto, apego, amor o intimidad. Y el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo surcoreano lo describe en un artículo como "sentimientos cálidos de amor, simpatía y apego entre personas que comparten un vínculo emocional y psicológico".
"El jeong evoluciona principalmente a través de experiencias compartidas", señala la psicóloga coreana Jihee Cho en un artículo para CNBC. En sus sesiones de terapia, ella introduce este concepto milenario a sus pacientes "para ayudarles a crear un mayor sentido de comunidad". La experta sostiene que "practicarlo a diario puede conducir a una vida más feliz".
Al tratarse de un concepto muy imbuido en la cultura coreana, ir a contracorriente no está siquiera contemplado por la sociedad. El jeong influye en la toma de decisiones de los coreanos y en las estructuras sociales de la sociedad coreana. Cuando se introducen hábitos y relaciones propias de las sociedades individualistas en el estilo de vida coreano o cuando los coreanos emigran a países occidentales, se produce un auténtico choque cultural.
Jeong vs. amor (occidental)
Numerosos expertos se han aventurado a tratar de establecer una definición para el concepto de jeong, y algunos lo han equiparado al concepto occidental del amor. En parte, sería correcto incluir el amor como uno de los elementos definitorios del jeong. Donde también están otras emociones y gestos como el afecto, la compasión, la simpatía, el sentido de comunidad o el apego.
En definitiva, el jeong trasciende el amor occidental que se suele asociar a la relación afectiva que se desarrolla entre un hombre y una mujer. "Jeong es interindividual, centrífugo, de ritmo lento, pasivo y preedípico, mientras que el amor es intraindividual, centrípeto, de ritmo entre instantáneo y lento, activo y edípico", explican Christopher K. Chung y Samson J. Cho, de la Universidad de California (UCLA) en una publicación de Psychiatry Investigation de 2006.
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Y revelan que existe un prototipo del jeong. Tal como describen en el documento, "la exposición más temprana al jeong se produce cuando la madre sostiene y lleva a su hijo a la espalda". Esto es lo que se conoce como mo-jeong. Esto, explican, "se expande y evoluciona a lo largo de la vida hacia el padre, las amistades, el marido y la mujer, la naturaleza e incluso los objetos inanimados".
"Las expectativas de estos vínculos no se comunican a través de peticiones verbales, lógica, comunicación o contratos, sino más bien a través de medios no verbales o 'lectura mental', compromiso y lealtad, que se aprenden a una edad temprana", escriben en el estudio.
En las telenovelas surcoreanas, como reflejos sociales y culturales de este país asiático, las manifestaciones de jeong se pueden percibir claramente. Se observa cuando la madre achucha a sus hijos, o cuando una pareja o una familia se sienta en la mesa a charlar o compartir un tentempié.
Inadaptación relacional
El jeong provoca conflictos cuando los coreanos afrontan la transición hacia sociedades más individualizadas. En esas situaciones afloran sentimientos muy diversos que terminan derivando en el haan, un concepto que se describe un sentimiento interiorizado de pena, resentimiento, arrepentimiento e ira. Como el jeong, se ha encasillado como un rasgo identitario de la sociedad coreana que algunos vinculan con la identidad poscolonial moderna de esta cultura.
El haan, señalan Chung y Cho, es algo que solamente se produce en las sociedades que desarrollan el jeong. Normalmente, se produce en respuesta a la violación de esta forma de relacionarse. Y, en los casos más graves, puede degenerar en el síndrome de hwabyung. Es, en esencia, un 'virus de la ira' o la sensación de que la sangre hierve, que se produce al reprimir los sentimientos sobre cosas que se considera injustas.
El mundo occidental ha reconocido este síndrome y lo ha asociado a una forma de depresión. En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), la enciclopedia de los profesionales de la salud mental, aparece como un trastorno ligado a la cultura. A pesar de estar reconocido clínicamente, los que sufren este trastorno no suelen recurrir a la terapia psicológica para tratarlo, y hay quienes recurren a los tratamientos de la medicina tradicional como la acupuntura.