Tic-tac, tic-tac... El tiempo para llegar a un acuerdo satisfactorio para todos los grupos representados en la COP28 se está acabando. En este sábado 9 de diciembre, segundo día de la segunda semana de esta 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de Naciones Unidas sobre el cambio climático, las conversaciones sobre la naturaleza —el tema a discutir hoy— han sido eclipsadas por las reacciones a la filtración de la instrucción que envió el secretario general de la OPEP, Haitham al-Ghais, a los 12 miembros de la organización que dirige para tirar por tierra cualquier acuerdo que proponga un futuro sin combustibles fósiles.
Desde muy entrada la mañana, las muestras de repulsa no dejaron de sucederse una tras de otra, al tiempo que decenas de activistas climáticos se agolpaban en la zona azul —un espacio bajo el control de la ONU donde no se aplican las leyes locales— de la cumbre por el clima pidiendo la liberación de los presos emiratíes Ahmed Mansoor y Mohamed al Siddiq y del activista político egipcio-británico Alaa Abdel Fattah. Además, los activistas también han portado pancartas denunciando la falta de ambición para acabar con los combustibles fósiles.
Otro de los eventos destacados no sucedió en Dubai, y ni siquiera en Emiratos Árabes Unidos, sino en Venecia. Allí, los ecologistas italianos de Extinction Rebellion han teñido el Gran Canal de Venecia con tinte verde en protesta por lo que consideran "una falta de progreso" en la cumbre climática COP28 celebrada en Dubai.
Y, en otra ciudad europea, Valencia, miembros del movimiento internacional Rebelión Científica (RC) y de XR se han encadenado este sábado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València, al tiempo que han vertido pintura negra en una zona de uno de los estanques frente al Museo de las Ciencias para denunciar lo mismo.
"Es bastante asqueroso lo que están haciendo los países de la OPEP, presionando para retrasar las cosas", expresó Teresa Ribera, actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, en reacción a la estrategia del grupo de países productores de petróleo de poner en peligro las negociaciones del texto sobre el acuerdo sobre la eliminación del uso de combustibles fósiles.
La última vez que las conversaciones se orientaron a este objetivo fue en la COP26, celebrada en Glasgow hace dos años: allí se logró el primer avance tangible hacia un acuerdo para reducir el uso del carbón, pero sin mencionar el petróleo y el gas. Alden Meyer, del grupo de reflexión E3G, declaró a Reuters que es la primera vez que la Secretaría de la OPEP interviene en las negociaciones de la ONU sobre el clima con una carta de este tipo. "Indica un tufillo de pánico", afirmó.
A la réplica de Ribera siguió la de Agnès Pannier-Runacher, la ministra de Transición energética, que también condenó enérgicamente la posición de la OPEP. La respuesta que tardó en llegar fue la del responsable de la Unión Europea para el clima, Wopke Hoekstra, que también se sumó al aluvión de críticas: "Muchos, entre ellos yo, han considerado que la carta de la OPEP está fuera de lugar, no es útil y no está en sintonía con la dramática situación del clima en el mundo", declaró en una entrevista con Reuters.
Durante la jornada, el responsable de la OPEP, al-Ghais, rechazó realizar comentarios sobre el documento filtrado, pero aseguró, en comentarios leídos por un funcionario, que la cumbre climática COP28 debe encontrar "enfoques realistas" para reducir las emisiones que deben implicar "a todas las energías y tecnologías".
"En última instancia, este planteamiento de todas las energías, todas las personas y todas las tecnologías debe ajustarse a los principios de equidad y responsabilidades diferenciadas", declaró el funcionario en nombre de Al Ghais. "Necesitamos enfoques realistas para hacer frente a las emisiones: uno que permita el crecimiento económico, ayude a erradicar la pobreza y aumente la resiliencia al mismo tiempo", añadió.
"El principio del fin"
El lenguaje que se utilice en el texto definitivo es crucial: determinará el rumbo y la velocidad que adoptarán los países en una de las medidas con mayor resistencia de los sectores más dependientes de los combustibles fósiles. El último borrador, al que tuvo acceso Reuters el pasado viernes 8 de diciembre, planteaba 5 opciones sobre la eliminación de los combustibles fósiles.
Las 5 opciones para el acuerdo
- "Una eliminación progresiva de los combustibles fósiles en línea con la mejor ciencia disponible"
- "Una eliminación progresiva de los combustibles fósiles en línea con la mejor ciencia disponible, las vías 1,5 del IPCC y los principios y disposiciones del Acuerdo de París"
- "Una eliminación progresiva de los combustibles fósiles sin reducción, reconociendo la necesidad de un pico en su consumo en esta década y subrayando la importancia de que el sector energético esté predominantemente libre de combustibles fósiles mucho antes de 2050"
- "Eliminar progresivamente los combustibles fósiles y reducir rápidamente su uso para alcanzar un nivel neto de CO₂ cero en los sistemas energéticos a mediados de siglo o en torno a esa fecha".
- Ningún texto sobre el uso futuro de combustibles fósiles.
Nikki Reisch, del Center for International Environmental Law, reconoció que "la inclusión de algunas opciones que se centran en la necesidad de actuar hacia la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles en esta década crítica es un paso en la dirección correcta", pero advirtió que "el lenguaje que aboga por el aumento masivo de tecnologías arriesgadas y especulativas de captura y eliminación de carbono corre el riesgo de abrir una brecha en el paquete energético y debe ser eliminado".
El pulso entre los países más ambiciosos y los petroestados continúa. Y es posible que termine con un acuerdo pasado por agua. "Estamos aquí para hacer lo que es correcto para el futuro del mundo", declaró Hoekstra a Reuters en una entrevista. "Este debería ser el principio del fin de los combustibles fósiles, y todos tenemos que reconocerlo, tanto si producimos petróleo como si lo consumimos", añadió.
Una promesa para acabar con los subsidios
Uno de los pilares que sostiene a las industrias del petróleo, el gas y el carbón son los subsidios. Según el análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), las subvenciones totales a estos tres tipos de combustibles en 2022 ascendieron a 7.000 millones de dólares. O lo que es lo mismo: el 7% del PIB mundial y casi el doble de lo que el mundo gasta en educación. Un grupo de países, liderados por Países Bajos —y entre los que se encuentra España— ha dado un paso al frente con un comunicado que incluye medidas más duras para acabar con ellas.
"Es hora de acabar con la anomalía de las subvenciones a los combustibles fósiles, que nos están frenando", expresó Hoekstra en una rueda de prensa en Dubai. Los países donde más capital público acaba en manos de las petroleras —China y EEUU— no se han unido a esta ambiciosa coalición.
Una financiación justa y equitativa para la adaptación
Otro de los temas que ocuparon la agenda del día de hoy tiene que ver con la justicia climática y con cómo aunar los esfuerzos para adaptarse al cambio climático. Si bien no se ha dedicado el tiempo necesario a la primera temática, para la segunda ha habido algo más de atención.
"La eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo más importante en Dubai", reconoció Mohamed Adow, director del grupo de reflexión sobre clima y energía Power Shift Africa. Pero advirtió que la expansión de las energías renovables "no importa si la eliminación no se centra en la justicia y la equidad". Así condensó Adow la posición de los países africanos.
La adaptación se está debatiendo como parte del balance mundial (Global Stocktake), la evaluación de la situación mundial en cuanto al cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París de 2015. Los avances han sido lentos y los países aún tienen que ponerse de acuerdo sobre objetivos y directrices que reflejen equitativamente la carga que soportan los países en desarrollo, especialmente en África.
El representante especial de la presidencia egipcia de la COP27, Wael Aboulmagd, afirmó que el texto sobre combustibles fósiles contenía demasiadas opciones, y añadió que las negociaciones sobre medidas para ayudar a los países a adaptarse a las condiciones meteorológicas extremas y a otros efectos del cambio climático también estaban estancadas. "Seguimos teniendo serios problemas de adaptación. Seguimos muy retrasados en ese aspecto", concluyó Aboulmagd.