En el mundo hay unas 17.500 especies de mariposas. Y algunas, como la mariposa monarca negra y naranja de Norteamérica, es el único insecto conocido capaz de volar más de 4.000 kilómetros. Si bien esta distancia languidece en comparación con los casi 18.000 kilómetros que puede llegar a recorrer una libélula, sigue siendo digno de admiración.
Son insectos extraordinarios y con sus asombrosos patrones de colores abarcan casi toda la escala cromática. Lo cierto es que poseen características que las diferencian de muy bien del resto de especies del vasto mundo animal.
Con sus alas diáfanas y estampas cautivadoras, son criaturas que han fascinado a la gente y han servido de inspiración para una iconografía particular y hoy por hoy existe un aura de misticismo que las rodea. En algunas culturas la mariposa simboliza el renacimiento, y es archiconocido su simbolismo con la muerte y los espíritus.
Un estudio reciente, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, sitúa el origen de las mariposas hace unos 100 millones de años en Norteamérica o Centroamérica. En un principio, las mariposas eran polillas, pero todo cambió cuando empezaron a alimentarse del néctar de las nuevas especies de plantas con flores disponibles durante el día.
De huevo a imago, pasando por larva
Las mariposas son insectos que pertenecen al orden de los lepidópteros (Lepidoptera), junto con las polillas y las sanguijuelas. Entre sus características únicas se encuentran las alas membranosas y la cobertura de coloridas escamas que abrazan su cuerpo. Son de los grupos más diversos del mundo: se estima que existen 17.500 variedades distintas.
Tal como se describe en el portal informativo del Museo Americano Nacional de Ciencias Naturales, "todas las mariposas empiezan con huevos diminutos —del tamaño de un alfiler— que las hembras depositan en pequeños grupos sobre las hojas". Al cabo de una o dos semanas eclosionan y se convierten en larvas de mariposa. Normalmente, se aprecia un cambio en el color del huevo antes de la eclosión.
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Las larvas —orugas, en el caso de las mariposas— entran después en un estado voraz: se preparan para la siguiente fase alimentándose de hierbas, hojas y otras plantas. Y al final de esta etapa consiguen crecer hasta 1.000 veces su peso original. La siguiente fase su ciclo de vida tiene lugar en el interior de una crisálida donde la oruga se descompone a nivel celular y reorganiza su forma. Al finalizar, unas semanas después, una mariposa emerge del exoesqueleto.
Pero, ¿por qué los patrones de las mariposas son tan diferentes y coloridos? Los pigmentos que decoran las alas de las mariposas las ayudan a camuflarse en el entorno o intimidar a los depredadores. También hay especies que utilizan sus brillantes colores para atraer a sus parejas durante los rituales de apareamiento.
[Nabokov, el hombre que susurraba a las mariposas]
1. Pueden ver colores ultravioletas
En la mayoría de los casos, el ojo humano es tricromático, esto quiere decir que solamente puede percibir tres colores —rojo, verde y azul—. Pero las mariposas ven más allá de esta escala: cuentan con una visión tetracromática, ya que también perciben los colores ultravioletas. Cuentan con sensores específicos en los ojos, los fotorreceptores de tipo opsinas, que les permiten percibir longitudes de onda en el rango ultravioleta del espectro electromagnético.
Esta capacidad desempeña un papel vital para su supervivencia y reproducción. Les permite identificar flores, elegir a su pareja, localizar flores y plantas para extraer néctar u orientarse durante la migración.
2. Se beben las lágrimas de las tortugas
Lacrimofagia. Así es como se llama a esta peculiar relación simbiótica que tienen las mariposas y las tortugas. Algunas especies de mariposas son atraídas por las lágrimas de las tortugas, y se posan en sus rostros para beberse las lágrimas.
La razón por la que lo hacen no estaría muy clara, pero algunos biólogos sostienen que las mariposas lo hacen para obtener nutrientes, hidratarse o satisfacer su necesidad de socio, un mineral vital en su dieta de néctar.
3. No pueden defecar
Las mariposas, al igual que muchos otros insectos, no tienen un sistema digestivo continuo como los mamíferos. Cuentan con un sistema digestivo tubular que se compone de varios sacos que absorben los nutrientes de los alimentos. Así, su proceso digestivo es rápido y eficiente, algo que es facilitado por el hecho de que solamente consumen líquidos como el néctar.
Pero esto no significa que no tengan una forma de expulsar los desechos. Tienen algo similar a un aparato excretor. Expulsan líquidos y gases a través de una abertura llamada anus.
4. Usan sus pies para 'probar' su alimento
Las mariposas tienen sus órganos gustativos en los pies. Cuando una mariposa aterriza en una planta o en otra superficie potencialmente comestible, extiende sus patas y toca la superficie para "probar" las sustancias químicas presentes.
Así es como prueban el néctar que están a punto de devorar. Este comportamiento se conoce como tarsorreflexia y es una forma clave en la que las mariposas evalúan la calidad y la idoneidad de los sustratos alimenticios.
5. Las mariposas adultas tienen cuatro alas, no dos
[En realidad, las mariposas adultas tienen dos pares de alas, lo que suma un total de cuatro alas. Estas alas están cubiertas por pequeñas escamas que pueden ser de colores y patrones diversos. Las alas de las mariposas no son transparentes, pero algunas especies tienen áreas transparentes o translúcidas en sus alas.
6. Son importantes polinizadores
Las abejas son grandes polinizadoras de cultivos como las almendras o las manzanas. También es muy conocida la importante función polinizadora de las aves o de los murciélagos. Al fin y al cabo, sin estos últimos, el tequila no existiría. Las mariposas también polinizan y recientemente se ha demostrado que ejercen papel esencial en la fecundación de las flores de las plantas de algodón.