El análisis más reciente de Copernicus, el servicio de cambio climático de la Unión Europea, arroja un dato abrasador: enero de 2024 ha registrado una temperatura media global de 13,14 °C. Esto lo convierte en el mes más caluroso desde que se tienen registros, e incluso 1,66 °C más alta que la media estimada de para el periodo preindustrial (1850-1900).
"2024 comienza con otro mes récord: no solo es el enero más cálido jamás registrado, sino que además acabamos de experimentar un periodo de 12 meses de más de 1,5 °C por encima del periodo de referencia preindustrial", ha señalado Samantha Burguess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) a través de un comunicado.
Además, el servicio de monitoreo de variables climáticas ha registrado máximas en las temperaturas medias globales de la superficie del mar (TSM). En enero alcanzó 20,97 °C, a 0,01 °C del récord de agosto de 2023 (20,98 °C). Desde el 31 de enero, este indicador ha ido batiendo todos los récords absolutos. El 6 de febrero se situó en 21.13 °C, de acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) presentados en la web especializada en información climática Climate Reanalyzer.
La tendencia hacia altas temperaturas no hace más que confirmarse. La secretaria general entrante de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Celeste Saulo, ya lo vaticinaba en un comunicado a mediados de enero tras advertir de los ciclos que iban a acompañar al clima mundial debido al patrón El Niño-Oscilación del Sur: "Dado que El Niño suele tener el mayor impacto en las temperaturas globales después de alcanzar su punto máximo, 2024 podría ser aún más caluroso".
Estas reconocidas voces de la climatología en el mundo avisaron del peligro y la incertidumbre que entraña el cambio climático y pidieron al mundo reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Burguess ha señalado que solo de esta forma se conseguirá "detener el aumento de las temperaturas globales".
Este mes de enero, en el norte de Europa se experimentaron temperaturas extraordinariamente bajas. La península escandinava fue la más afectada por la temporada gélida: en la localidad de Kvikkjokk, al norte de Suecia, la temperatura del aire descendió hasta los -43,6 grados centígrados el 3 de enero de 2024, marcando, como informó la prensa local, la temperatura más fría registrada en Suecia en 25 años.
Al otro extremo del viejo continente, en los países bañados por el mar Mediterráneo, las temperaturas se situaron por encima de la media. En España, por ejemplo, se batieron más de 150 récords de temperaturas en todo el territorio desde que comenzó el mes registrados por las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Copernicus da cuenta de que en el resto del mundo, las temperaturas fueron muy superiores a la media en el este de Canadá, el noroeste de África, Oriente Medio y Asia central, e inferiores a la media en el oeste de Canadá, el centro de EE.UU. y la mayor parte del este de Siberia.
Sol, playa y terraza
El clima ha acompañado, permitiendo a cientos de españoles disfrutar de las terrazas y las playas. El calor ha dejado perplejos hasta a los turistas que han venido de vacaciones a Madrid. "Estamos un poco sorprendidos de que haga un calor tan agradable... Y es agradable para nosotros ahora, pero no creemos que sea completamente normal", dijo a Reuters el turista alemán Thorsten Petersen, de 66 años, en el centro de Madrid.
Este conformismo, que roza la indiferencia, contrasta con la preocupación de Adela, una jubilada de la zona, que en declaraciones a Reuters realizó un alegato en contra de los negacionistas climáticos: "Los que dicen que no hay cambio climático solo tienen que ver lo que está pasando: o hace demasiado frío o demasiado calor. Creo que esto es un desastre".
Este pasado miércoles 7 de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) confirmó (tras analizar los datos preliminares de la AEMET) que el mes pasado fue el enero más cálido desde que hay registros (inicio en 1961). Con 8,4 °C —2,4 °C por encima de la media de referencia (1991-2020)— ha pulverizado el récord de 2016, año en el que el mercurio rozó la marca de los 8 °C.
"El mes de enero resultó extremadamente cálido en el sur y en el centro de la península, y cálido o muy cálido en el tercio norte, llegando a ser normal en algunos puntos del valle del Ebro. En Baleares fue muy cálido y en Canarias muy cálido o extremadamente cálido", han apuntado desde el Miteco.
Al mismo tiempo, y con todos los ojos puestos en la evolución del termómetro, los científicos han relacionado las temperaturas abrasadoras y las condiciones secas que se registran en muchas partes del mundo con un El Niño intensificado por el calentamiento global. Fenómenos de este tipo, tal como explicaba el climatólogo y catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona (UB) Javier Martín-Vide a EL ESPAÑOL, "añaden unas décimas a la que le correspondería a un año 'normal'".
2024, en camino a ser el más caluroso
La posibilidad de que este año se corone como el más caluroso está todavía sobre la mesa. Ha sido barajada por algunos centros de investigación especializados. Berkeley Earth, que se define como una organización independiente, no gubernamental y de código abierto, en su último informe estimaba con "un 58% de probabilidades de que 2024 sea más cálido que 2023".
Y, por lo pronto, arroja "un 97% de probabilidades de que sea al menos tan cálido como 2016". Así lo reafirma el análisis más reciente de uno de sus científicos, el reputado científico del clima y analista de sistemas de energía Zeke Hausfather.
Tomando el dato de enero y ajustando su modelo basado en la serie de métricas ERA5 —la misma que emplea Copernicus— con las predicciones de la evolución de El Niño, sugiere que la temperatura en 2024 se situará previsiblemente por encima de 1,5 °C en relación con los niveles preindustriales, "aunque con un alto grado de incertidumbre a estas alturas del año". Esto convertiría 2024 en el año más cálido o en el segundo más cálido jamás registrado.