Empieza una relación sentimental con alguien, y a los meses le comunica que tiene herpes genital. ¿Qué es lo primero que debería hacer? Se ha planteado este supuesto al doctor Miguel Górgolas, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, y es claro en su respuesta: "Se debe acudir a un centro médico donde, idealmente, se deberían realizar las pruebas microbiológicas adecuadas".
En el caso del virus de herpes simple tipo 2 (VHS-2), la transmisión puede producirse durante las relaciones sexuales, por contacto con los genitales, el ano, la piel, las llagas o los líquidos de una persona infectada. "El VHS-2 puede transmitirse aunque la piel tenga apariencia normal y, de hecho, la transmisión ocurre con frecuencia en ausencia de síntomas", asegura la ficha de la OMS sobre esta infección.
Estos patrones de transmisibilidad también se podrían aplicar a otras infecciones de transmisión sexual víricas y bacterianas. "Las ITS afectan por igual a hombres y a mujeres", recuerda Górgolas. En ambos sexos, "las infecciones más frecuentes son las producidas por clamidias, gonococo, virus del herpes simple (VHS) y sífilis".
[Cómo mantener a raya las ITS: un médico explica por qué el preservativo es el método más fiable]
ITS, pero sin síntomas
El doctor Górgolas recuerda, además, que una persona puede ser portadora asintomática de una ITS. Porque la enfermedad es la que presenta una sintomatología. "Uno puede ser portador de un gonococo o una clamidia en la faringe o en la mucosa anal y no padecer enfermedad; pero en cualquier caso debe tratarse, pues sí puede transmitir la infección a otras personas".
El informe más reciente de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España, publicado en 2022, da cuenta de que el número de varones infectados por todas las ITS monitoreadas (a excepción de la clamidia) superaba al de mujeres. Górgolas indica que las infecciones bacterianas que más incidencia tienen en los varones "son clamidia, gonococo, sífilis, micoplasmas y en algunas zonas otras como Haemophylus ducrey".
En el caso de los virus, las más habituales, asevera el experto, "son los de herpes simple tipo II, el de inmunodeficiencia humana (VIH), el del papiloma humano (HPV), el Mpox y los de la hepatitis A, B y C, entre otros".
Las ITS de origen fúngico "son mucho menos habituales que en las mujeres". Y pone como ejemplo las infecciones por Candida spp, que "son una causa frecuente de vaginitis en las mujeres, pero en los hombres apenas tiene sintomatología clínica".
La puerta de entrada al VIH
"Los hombres que mantienen relaciones sexuales abiertas y no protegidas con otros hombres deberían hacerse revisiones cada 3 o 6 meses, particularmente si el número de contactos sexuales es muy elevado", señala el médico de la Fundación Jiménez Díaz.
Esto se extiende especialmente a aquellas personas que "tienen relaciones asociadas al consumo de sustancias químicas estimulantes" —lo que se conoce en la jerga como chemsex, un fenómeno psicosociocultural que entraña el consumo intencionado de estupefacientes para tener relaciones—, o que hayan tenido una ITS", añade.
Síntomas comunes de ITS en hombres
Tal como detalla Górgolas, el espectro clínico es muy amplio, pero se pueden mencionar algunos ejemplos de los síntomas más habituales:
- Lesiones ulceradas, denominadas chancros;
- Molestias al iniciar la micción con o sin secreción, lo que denominamos uretritis;
- Aparición de verrugas genitales o en otras localizaciones;
- Secreción anal, dolor y urgencia en la defecación con eliminación de mucosidad y sangre, indicadores de una proctitis (infección del recto final);
- O, un cuadro febril con o sin lesiones cutáneas de diversa naturaleza, propio de una infección por sífilis. Aquí se incluyen lesiones orales, faríngeas o generales.
El médico explica que ante la menor sospecha de haber tenido relaciones sexuales con una persona infectada, hay que dirigirse al centro de salud para que se realicen las pruebas pertinentes, donde se incluyen las pruebas microbiológicas.
Así, se podrá descartar lo antes posible "una ITS, tanto en sangre (VIH, hepatitis, sífilis) como a partir de muestras locales (orina, ano y faringe) y recibir un tratamiento adecuado". En caso de que el ambulatorio no cuente con acceso a pruebas microbiológicas, "se podría realizar un tratamiento empírico a los contactos".
Esta regla cobra más importancia si la sospecha recae sobre una persona portadora de un virus de transmisión sexual. "No disponemos de un tratamiento curativo para la mayoría de las infecciones virales de transmisión sexual", recalca el médico. Se dispone de tratamientos para el VIH, el VHS o VPH para aliviar los síntomas, pero no para erradicarlas. Ya hay vacunas para el VPH y se están desarrollando para las otras afecciones víricas.
Si tiene otra enfermedad de transmisión sexual (ETS), las probabilidades de que contraiga o transmita el VIH pueden ser mayores. Y, si se tiene VIH y no se trata, podría convertirse en una enfermedad conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
La infección por este virus puede transmitirse de muchas formas: a través del líquido seminal, la sangre, la leche materna y los fluidos rectales, vaginales y orales; las situaciones con mayor riesgo incluyen compartir agujas en el consumo de droga o mantener relaciones sexuales con personas infectadas.
Para estos supuestos, el médico recomienda realizarse un test VIH: "Es rápido, confidencial e incluso anónimo, si así se solicita". Y, si se confirma el diagnóstico, "se podría comenzar antes su evaluación y tratamiento, favoreciendo de esta forma el control de la infección y la prevención del SIDA, que es el estado más avanzado de la infección de VIH".
La detección del VIH sigue siendo un reto en España y en el mundo. ONUSIDA, el organismo de las Naciones Unidas encargado del coordinar los esfuerzos de los distintos organismos especializados de la ONU en su lucha contra el SIDA. La meta está fijada: alcanzar el 95-95-95 para el año 2030.
Esto significa que el 95% de las personas conozcan su diagnóstico, de las cuales el 95% siga el tratamiento para que el 95% de estas tenga carga viral indetectable. En nuestro país el 92,5% de las personas que viven con el VIH conoce su diagnóstico de infección, el 96,6% está recibiendo tratamiento antirretroviral y el 90,4% tiene la carga viral suprimida.