Son las cinco de la mañana y no ha dormido nada. Pero lo que le mantiene en vela no es un amor imposible, como le ocurría a Romeo Santos cuando cantaba, allá por 2002, la canción de Aventura con cuyos versos arranca este artículo. A usted lo que le impide pegar ojo, probablemente, sea esa tarea que dejó pendiente al apagar el ordenador. O los resultados de su equipo. O, quién sabe, tal vez haberse ausentado unos días de su puesto de trabajo por una baja por enfermedad. Es decir, su amor ciego por el trabajo

Porque, parafraseando una vez más al grupo latino del Bronx, si su trabajo absorbe sus días, no es vocación, lo que usted siente se llama obsesión. Eso es, precisamente, lo que les ocurre al 5% de los españoles que, según la empresa de comunicación interna Ringover.es, es adicto a trabajar. "El workaholism es un patrón de comportamiento compulsivo caracterizado por una dedicación excesiva al trabajo y una dificultad para desconectar de las responsabilidades laborales incluso fuera de horario", explican desde la empresa en un comunicado.

Esta malsana obsesión por el trabajo, explicaba a ENCLAVE ODS el psicólogo y presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras, Guillermo Fouce, presenta características idénticas a cualquier otra adicción. Y se le considera como tal pues "incide en nuestra vida de manera que la haga disfuncional, que se genere un malestar en la persona y luego una incidencia en su vida”, aseguró el experto.

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Causas de la adicción al trabajo

Como ya indicó Fauce, las causas de la adicción al trabajo son múltiples y están "conectadas e interconectadas". En conversaciones previas con este vertical, el psicólogo advertía que se trata de"un triángulo entre lo social, el aislamiento y todo lo relacionado con lo psicológico (sentirse mal, baja autoestima…) y lo físico”. Los efectos, por tanto, también se presentan de la misma manera: “Se generan problemas somáticos, desde infartos, dolores de tripa, hipertensión…”, añadía.

Desde Ringover.es distinguen seis detonantes principiales de esta adicción que, aunque cada vez es más común, la Organización Mundial de la Salud no califica aún de trastorno. Uno de ellos sería la presión laboral de ambientes "altamente competitivos y demandantes". Estos, explican, "pueden generar una sensación de urgencia constante, lo que lleva a los trabajadores a sentir la necesidad de dedicar más tiempo del necesario al trabajo para destacar o conservar su puesto".

La ausencia de desconexión laboral —o de "límites claros entre el trabajo y la vida personal"— también, aseguran desde la organización, es un detonante que, con el tiempo, desemboca en adicción. Especialmente cuando el trabajo se prolonga incluso fuera del horario. 

Pero no todas las causas del workaholism son externas. Algunas están interiorizadas o automatizadas por quienes lo padecen, como ocurre con el perfeccionismo o el depender del éxito profesional como "fuente de autoestima y validación personal"

Además, "algunas personas recurren al trabajo como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad u otros bloqueos emocionales", indican desde Ringover.es. En estos casos, reconocen, "sirve como una distracción o una forma de evitar enfrentar problemas subyacentes, lo que desarrolla un patrón de trabajo excesivo y adictivo". En algunos casos, "el temor a decepcionar a los demás puede impulsar a algunas personas" a esta adicción laboral.

Cuidado con estos síntomas

Estos son los síntomas de la adicción al trabajo a los que tiene que prestar atención y de los que alerta Ringover.es:

1. Obsesión. Si usted o alguien a quien conoce está pensando en su trabajo, incluso fuera del horario laboral, cuidado. "Puede experimentar dificultades para desconectar y relajarse, ya que su mente está ocupada con responsabilidades laborales", indican desde la empresa de comunicación.

2. Priorización del trabajo sobre todo lo demás. Un workalcoholic pone por delante las responsabilidades laborales antes que cualquier otra cosa, incluso de su familia o su propia salud. 

3. Negación de problemas. Los adictos al trabajo niegan o minimizan los efectos o repercusiones de su adicción en su vida personal, como problemas de salud, estrés crónico o el deterioro de las relaciones interpersonales.

4. Necesidad constante de logros. "En ocasiones estos profesionales tienen una necesidad constante de superarse en el trabajo para sentirse satisfechos consigo mismos", explican desde Ringover.es.

5. Deterioro de las relaciones personales. La falta de desconexión y el trabajo excesivo afecta, lentamente, de manera negativa cualquier relación que no sea estrictamente laboral.

6. Problemas de salud. Fouce explica que el exceso de trabajo puede derivar en problemas cardiovasculares, pero también en dificultad para conciliar el sueño, irritación, estrés, ansiedad, depresión, dolores, cefaleas o migrañas tensionales.

7. Reducción del rendimiento laboral. Aunque parezca paradójico, indican desde Ringover.es, "trabajar en exceso no necesariamente conduce a un mayor rendimiento". Y tiene sentido, pues la persona acaba experimentando tal agotamiento y falta de concentración que repercute en su productividad y desempeño laboral.