La temporada de incendios forestales se acerca lentamente, pero a paso firme, en nuestro país. La sequía, además, prevé que se presente complicada. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), hasta febrero de este mismo año —última fecha de la que hay datos—, en España ya han ardido 8.519 hectáreas, un 35% más que hace un año.
Con el aumento de temperaturas amenazando la península ibérica, son muchos los proyectos que intentan erigirse como los planes salvadores de los montes y bosques españoles. También de los campos de cultivo o de las fincas de ganadería y agricultura extensivas. Uno de ellos, además, busca cuidar la salud de los bosques y, de paso, reintroducir una especie animal amenaza milenaria que estuvo a punto de desaparecer en Europa en el siglo XX.
Se trata del bisonte europeo (Bison bonasus), un mamífero que, a simple vista, podría parecer un ternero, pero que en los últimos cuatro años se ha en la gran esperanza para luchar contra los incendios forestales. Como explica al diario El correo Fernando Morán, director en España del Centro Europeo para la Conservación del Bisonte, se trata, ni más ni menos, que de un "macrodesbrozador andante que puede hacer el efecto que hacen ocho o nueve cabras".
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Esta especie milenaria, que lleva conviviendo con el ser humano 10.000 años, es el herbívoro terrestre más grande de Europa en estado salvaje. Sus costumbres a la hora de comer lo hacen perfecto para desbrozar fincas de gran extensión y hay quien, incluso, quiere introducirlo en libertad. "Come madera y matorral y lo transforma en abono, con lo que revitaliza el terreno. Madera, hojas, ramas y bellotas representan el 30% de su alimentación y la hierba el 70%", asegura Morán al diario vasco.
La clave de su proyecto no es otro que reintroducir al bisonte en fincas de gran extensión en las que el animal "pueda vivir de forma natural desarrollando sus procesos biológicos sin sentir que está en un cerramiento".
Eso sí, para el buen desarrollo de esta iniciativa es esencial que las fincas no estén abiertas al público. Es decir, que no haya visitantes molestando a los animales. Según Morán, los bisontes ayudan a los dueños de las fincas "modificando el medio natural de forma positiva".
La idea detrás de esta reintroducción del bisonte europeo en España no es otra que recuperar formas de pastoreo tradicionales que ayudan a proteger los suelos. La trashumancia, por ejemplo, sería otro tipo de técnica similar.
Este tipo de proyectos, además, están arrojando luz al futuro de la especie. Si hace 14 años en Europa había un total de 2.500 ejemplares, ahora alcanzan los 11.000. En España, por el momento, hay 171. Y para que esta cifra siga en aumento, el Centro Europeo de Conservación del Bisonte no cesa en su empeño de encontrar nuevas fincas que se sumen a su iniciativa en Castilla-La Mancha, Andalucía o Extremadura, e incluso en Portugal.