Niveles históricos. Eso es lo que, dicen desde ACNUR, alcanzó el pasado año el desplazamiento forzado en el mundo. A mayo de 2024, aseguran desde el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, las cifras globales han alcanzado los 120 millones de personas. 2023 cerró con 117,3 millones de desplazados forzosos como resultado de la persecución, el conflicto, la violencia, las violaciones de derechos humanos o "eventos que perturbaron el orden público" en sus países. 

El repunte de los últimos cinco meses de este año se debe, aseguran desde ACNUR, "tanto a las consecuencias de conflictos nuevos y existentes como a la incapacidad de resolver crisis prolongadas". Así, dicen, si la población desplazada actualmente fuese un país, este tendría un tamaño similar a Japón. Sería, por tanto, el decimosegundo más grande del planeta.

El último informe de la agencia de Naciones Unidas sobre Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado, publicado en la madrugada del 13 de junio, insiste en que la comunidad internacional lleva 12 años viendo cómo las cifras de personas desplazadas y refugiadas crece sin cesar. 

Las cifras de ACNUR se traducen en que 1 de cada 5 personas ha sido desplazada de manera forzosa de su hogar. Según Filippo Grandi, comisionado de agencia de la ONU, "detrás de estas crudas cifras, que se mantienen al alza, se esconden innumerables tragedias humanas". Por eso, indica, este "sufrimiento debe impulsar a la comunidad internacional a actuar con urgencia para abordar las causas del desplazamiento forzado".

Desde el Alto Comisionado piden que "las partes en conflicto respeten el derecho internacional y las leyes básicas de la guerra". Porque, asegura Grandi, "la realidad es que, si no hay una mayor cooperación ni esfuerzos conjuntos para abordar los conflictos, las violaciones de DDHH o la crisis climática, las cifras de desplazamiento seguirán aumentando".  

Uno de los factores determinantes en el aumento del número de personas que han huido de sus hogares en el último año ha sido el conflicto en Sudán. Desde abril de 2023 se han registrado más de 7,1 millones de nuevos desplazamientos internos y más de 1,9 millones de desplazamientos hacia el exterior solo en ese país.

En diciembre de 2023, un total de 10,8 millones de sudaneses habían sido desplazados dentro y fuera del país. Pero Sudán no es el único punto caliente de desplazamientos: millones de personas tuvieron que huir de sus hogares en Myanmar y en la República Democrática del Congo a causa de enfrentamientos violentos que tuvieron lugar en estos países el año pasado.

Asimismo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) estima que, a finales de 2023, cerca de 1,7 millones de personas en la Franja de Gaza, o el 75% de la población, se vieron forzadas a desplazarse "debido a catastróficos niveles de violencia". Entre ellas, matiza la entidad, "refugiados palestinos desplazados ya en múltiples ocasiones".

Algo similar sucede en Siria, que, alertan desde ACNUR, sigue siendo "la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con 13,8 millones de personas desplazadas por la fuerza dentro y fuera del país". De continuar este flujo de refugiados y posibles solicitantes de asilo, explica Grandi, lo que sucederá no será más que "más sufrimiento y costosas respuestas humanitaria".

Más desplazados internos

El informe de ACNUR deja claro que los mayores flujos de movimientos de personas en 2023 se produjeron de manera interna. Es decir, ha habido un repunte de personas que huyen de conflictos y permanecen dentro de su país hasta llegar a los 68,3 millones de individuos, según el Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC). Estos, explican desde la agencia de la ONU, supone "un aumento de casi el 50% en cinco años".

Aunque ACNUR lanza un dato en clave positiva: 6,1 millones de personas que estaban desplazadas internamente pudieron regresar a sus hogares en 2023.

Aun así, el número de refugiados y otras personas que necesitan protección internacional ascendió a 43,4 millones. Esta cifra incluye a aquellos que se encuentran bajo los mandatos de ACNUR y de UNRWA.

Son los países cercanos a los conflictos los que acogen a gran parte de esta población refugiada, lo que se traduce en que el 75% de estas personas acabe residiendo en zonas de renta baja o media que, en conjunto, producen menos del 20% de la renta mundial.

Aruba, Líbano y EEUU

Con relación al total de su población, Aruba y Líbano son los principales 'acogedores' del planeta, con 1 refugiado por cada 5 y cada 6 nacionales, respectivamente. Les sigue Montenegro (1 de cada 9), Curaçao (1 de cada 13) y Jordania (1 de cada 16).

Si se pone el foco en los datos macro, Estados Unidos sería el país que más personas refugiadas o solicitantes de asilo ha recibido, con 1,2 millones. Les seguirían Alemania (329.100), Egipto (183.100), España (163.200) y Canadá (146.800).

Otro dato positivo de este informe está en que las llegadas por reasentamiento sumaron casi 160.000 en 2023. “Las personas refugiadas y las comunidades que las acogen necesitan solidaridad y una mano amiga. Todas ellas pueden contribuir a la sociedad, y en efecto lo hacen, cuando hay inclusión”, añadie Grandi.

El comisionado de ACNUR resalta los datos positivos: "El año pasado millones de personas regresaron a sus hogares, lo que aviva la esperanza. Existen soluciones: hemos visto a países como Kenia liderar la inclusión de los refugiados, pero hace falta un compromiso real”.