Según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 40% de los españoles elige como destino preferencial los lugares de sol y costa cuando tiene la oportunidad de viajar. Esto incluye todas las playas de las que presume el país, que además de tener una geografía única, cada vez priorizan más la seguridad: su uso y todas las actividades que se realizan en ellas están reguladas por diversas leyes y órdenes.
Sin embargo, hay veces que esta seguridad no depende del Estado. No solo hablamos de todos los animales marinos que pueden acercarse a la orilla, sino de todos los fenómenos que pueden suceder de un momento a otro y de los cuales posiblemente jamás hayamos recibido información, como es el caso de las corrientes de resaca o también conocidas como corriente de retorno.
Las corrientes de resaca son un fenómeno natural peligroso que afecta a muchas playas en el mundo. Más del 80% de los rescates de socorristas en EE. UU. están relacionados con ella y en España, es la primera causa de mortalidad en estos lugares. El principal motivo de su peligrosidad es su 'invisibilidad' porque va por debajo de la línea de las olas y te va arrastrando poco a poco mar adentro.
Qué son las corrientes de resaca
Conocida popularmente como resaca, se trata de flujos de agua que se mueven rápidamente desde la orilla hacia mar adentro. Este fenómeno se produce cuando las olas rompen en la costa y generan un flujo de retorno, atrapando el agua entre la línea de rompientes y la playa.
Pueden alcanzar velocidades de hasta 2,4 metros por segundo, lo que las hace más rápidas que un nadador olímpico, y debido a su velocidad y fuerza, son extremadamente peligrosas, pudiendo arrastrar a las personas hacia el mar abierto en cuestión de segundos.
Las corrientes de resaca se forman principalmente en playas donde las olas rompen con fuerza. Cuando las olas llegan a la costa, el agua se acumula en la orilla y debe encontrar una manera de regresar al mar: este retorno del agua se canaliza a través de áreas estrechas y profundas en el fondo marino, creando una corriente fuerte que se mueve hacia adentro.
No te arrastran bajo las olas, sino mar adentro. Tal y como explican desde National Geographic, "pueden producirse en cualquier masa de agua con olas, incluidos los Grandes Lagos, pero son comunes en las playas 'clásicas' que se inclinan suavemente hacia el mar".
Algunas condiciones específicas que favorecen la formación de corrientes de resaca en las playas de España incluyen olas grandes y continuas que rompen en la costa, presencia de bancos de arena y canales profundos en el fondo marino o interacción entre las olas y estructuras costeras, como espigones y muelles.
A pesar de su desconocimiento, las corrientes de resaca representan un peligro significativo y son responsables de numerosos ahogamientos cada año. En Estados Unidos, se estima que alrededor de 100 personas mueren anualmente debido a este fenómeno. En España, en junio de 2024, se registraron 57 muertes por ahogamiento, la cifra más alta desde 2015.
Tal y como la explica el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina a la Agencia EFE, el Mediterráneo es un "mar traicionero" para las corrientes de resaca: "La gente piensa que es un mar tranquilo; ve un pequeño oleaje y cree que no pasa nada. Sin embargo, hay que tener mucha precaución: la corriente va por debajo de la línea de las olas y te va arrastrando mar adentro".
Entender y detectar qué es una corriente de resaca puede ayudarnos a reconocer su formación e, incluso, a sobrevivir. Hay ciertos signos que pueden indicar su presencia y ayudar a los bañistas a evitarlas, entre ellos, caminos de agua más oscuros entre las aguas blancas espumosas, ruptura en las olas, donde parecen estar más tranquilas, canales de espuma o agua arenosa que se desplazan rápidamente mar adentro.
Cómo actuar frente a una corriente de resaca
En los últimos años, se ha incrementado la implementación de señales específicas en las playas españolas para alertar a los bañistas sobre el riesgo de corrientes de resaca. Estas señales incluyen carteles que indican el peligro de corrientes de retorno, así como banderas rojas que prohíben el baño debido a condiciones peligrosas.
Sin embargo, una vez estamos dentro, todas esas advertencias son invisibles y, debido a que puede costarnos la vida, es fundamental conocer qué hacer. Los expertos recomiendan que bajo ningún concepto nademos a contracorriente, hacia la orilla. Esto nos dejará sin fuerzas y provocará el ahogamiento.
"No se puede salir de forma perpendicular a la línea de costa, hay que ir en diagonal, haciendo pequeños descansos, si no te quedas agotado. Es tal la fuerza que te arrastra mar adentro, que si luchas contra ella, te ahogas por desfallecimiento", explican los expertos a EFE.
Además, las precauciones también deben tomarse antes de ir a la playa, como revisar el pronóstico del tiempo. Consultar las condiciones del mar y las alertas por corrientes de resaca antes de ir nos permitirá estar preparados y evitar sorpresas desagradables.