España posee aproximadamente 8.000 kilómetros de costa, lo que sumado a su diversidad litológica ha dado lugar a una de las mayores riquezas en paisaje y en accidentes costeros de Europa. Por mucho que geográficamente suponga un patrimonio único, estas dimensiones también enfrentan amenazas naturales que no deben subestimarse, por mucho que pensemos que estén lejos de suceder.

De todos los fenómenos que pueden darse en cualquier momento, los tsunamis llevan representando un riesgo desde hace décadas; sin embargo, el aumento del nivel del mar debido al cambio climático lo ha convertido en una realidad temprana y así lo aseguran los expertos.

Desde 1755, España no ha vivido un fenómeno así. Aunque en 2003 un terremoto cerca de Argelia creó una ola que hundió más de un centenar de barcos en las Baleares, el tsunami que se dio en el siglo XVIII dejó miles de muertos en el país. Los expertos aseguran que aún quedan 30 años; sin embargo, hay quienes ya han hecho saltar sus alertas.

La fecha y los lugares donde podría suceder un tsunami

El Probabilistic Tsunami Hazard in the Mediterranean Sea, un estudio que analiza la probabilidad de tsunamis en el Mediterráneo y que ha sido publicado en la Comisión Intergubernamental de los Océanos (COI) ha advertido que la posibilidad de que un tsunami supere el metro de altura en el Mediterráneo en los próximos 30 años es casi del 100%.

Este porcentaje, ya asumido desde el 2022, pone de manifiesto la necesidad de establecer un sistema de alarmas de tsunamis contundente en la región y así lo afirman en el estudio. En España, desde el 2021, el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos determina los puntos clave en los que los tsunamis impactarían de manera más agresiva; sin embargo, estos últimos datos vuelven a preocupar a los expertos.

Aunque haya zonas a las que es menos probable que impacten las consecuencias de un tsunami, las alturas nombradas en el estudio ponen el punto de mira en todo el país. No obstante, sí han hecho hincapié en la zona crítica: la falla marina de Averroes, en el mar de Alborán.

La costa mediterránea española es especialmente susceptible a los tsunamis debido a su proximidad a varias fallas sísmicas, que son fracturas en la corteza terrestre donde ocurren desplazamientos. En especial, la Falla de Averroes en el Mar de Alborán destaca como principal fuente de riesgo por su alta actividad sísmica.

La Falla de Averroes es una estructura geológica ubicada en el Mar de Alborán, la parte occidental del Mediterráneo, que tiene el potencial de generar actividad sísmica significativa. Estudios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han indicado que esta falla podría producir tsunamis con olas de hasta seis metros de altura, alcanzando la costa en un plazo de 21 a 35 minutos.

Entre las regiones más vulnerables en la costa mediterránea incluyen Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y las provincias de Almería, Granada y Málaga. Áreas particularmente susceptibles debido a su cercanía a la Falla de Averroes y otras zonas sísmicas en el Mediterráneo. Cabe destacar que cuanto más lejos esté la zona sísmica de origen, menos afectará a la costa o, como mínimo, más tardará en llegar.

Nazare, Portugal. Istock.

La costa atlántica de España, especialmente el Golfo de Cádiz, también es una zona de alto riesgo para tsunamis. Los eventos históricos subrayan la vulnerabilidad de esta región. Las áreas más vulnerables incluyen Huelva y Cádiz, regiones que ya han comenzado a implementar planes de evacuación y otras medidas preventivas para mitigar el impacto de potenciales tsunamis.

En las ciudades portuarias de Huelva y Cádiz, la probabilidad de un tsunami de un metro es del 10%, y de tres metros, del 3%. Por su parte, en las Islas Canarias, las olas podrían superar los ocho metros. 

Por otra parte, el estudio identifica la cornisa cantábrica como la zona de menor riesgo, donde los tsunamis que llegarían a la costa serían de solo medio metro, afectando principalmente a comunidades como Asturias, Cantabria y el País Vasco.

Con el fin de afrontar todos estos fenómenos, desde el 2021 España cuenta con el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos. En él se incluye un sistema de alertas tempranas que permite una identificación rápida de los terremotos submarinos, así como la notificación que asegure una respuesta eficaz y oportuna por parte de las autoridades y la población.