En plena era de la hiperconectividad, donde la tecnología se ha convertido en una parte integral de la vida diaria, parece imposible desligarse de todo ello. Los teléfonos, las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea y las plataformas de video, como YouTube o Netflix, roban una parte vital de nuestros días.
La sociedad actual se mantiene constantemente conectada, informada y entretenida. Sin embargo, esta dependencia de lo digital puede ser de lo más perjudicial, especialmente en lo que respecta a la salud mental.
Ansiedad, depresión y trastornos del sueño son algunos de los problemas que enfrentar quienes se encuentran en la constante exposición a las redes sociales. Creerse inferior o experimentar envidia 'de la mala' son algunos de los sentimientos propios de las personas que tienden a comparar sus vidas con las versiones idealizadas que otros presentan en internet.
Y no solo eso, la luz azul emitida por las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño, dando pie al desarrollo del insomnio o una mala calidad del descanso.
Además, la necesidad de estar siempre conectados puede provocar una sensación de agotamiento y estrés constante. La presión de responder inmediatamente a los mensajes y correos electrónicos, combinada con la sobrecarga de información, puede hacer que sea difícil desconectar y relajarse completamente. Un estado de alerta permanente que puede llevar el síndrome de burnout, una condición caracterizada por el agotamiento emocional y físico.
La realidad digital
Con la llegada del verano y las tan esperadas vacaciones, surge la oportunidad perfecta para reflexionar sobre la relación con la tecnología y considerar un descanso digital. Y es que parece que el uso de teléfonos y aplicaciones se está yendo de las manos.
Sudáfrica es el país que más tiempo dedica a las pantallas, con un promedio de 9,89 de horas diarias, lo que supone un 58,21% de las horas despiertas. Le siguen de cerca Brasil, Filipinas, Argentina, Colombia y Chile. Sin embargo, en Europa el uso de móviles y ordenadores es más moderado y el promedio se encuentra en torno al 33%.
España supera ligeramente esta cifra, con 5,95 horas diarias, lo que se traduce en el 35% de las horas despiertas. Una cifra que incluso es más alarmante en el caso de los jóvenes, quienes aseguran pasar una media de 7 horas frente a estos dispositivos. Una tendencia que, a partir de la Covid, se ha visto exacerbada en todo tipo de actividades diarias.
Las redes sociales juegan un papel central en la dependencia a la tecnología. Plataformas como Facebook, Instagram, X (antiguo Twitter) y TikTok son utilizadas a diario por miles de millones de personas en todo el mundo. Estudios indican que los usuarios pasan de media 2 horas y 24 minutos al día en redes, un tiempo que puede parecer inofensivo, pero que, de acumularse, afecta a la productividad, las relaciones interpersonales y la salud mental.
Cómo desconectar
Si bien es cierto que puede parecer una tarea desalentadora, especialmente en un escenario donde estar conectado se ha convertido en la norma, con una planificación consciente y estableciendo unos límites claros, es posible lograr la desconexión digital.
1. Establecer límites
Antes de comenzar sus vacaciones, establece límites claros sobre el uso de la tecnología. Defina horarios específicos en los que revisar su correo electrónico o redes sociales y evite el uso de dispositivos fuera de esos horarios. Comunicar estos límites a amigos y familiares podrá ayudar a que respeten el tiempo de conexión.
2. Desactivar las notificaciones
Son una de las principales fuentes de distracción. Desactive las notificaciones de todas las aplicaciones no esenciales para evitar interrupciones constantes. Si es necesario, utilice el modo 'no molestar' para silenciar todas las alertas durante ciertos períodos del día.
3. Espacios sin tecnología
Designe ciertas áreas de su hogar o lugar vacacional como espacios libres de tecnología. Esto puede incluir el comedor, el dormitorio o cualquier otro sitio donde desee relajarse sin distracciones digitales. Cambie la estrategia y utilice estos espacios para leer, meditar o, simplemente, disfrutar de la compañía de sus seres queridos.
4. Actividades al aire
Aproveche el buen tiempo para participar en actividades al aire libre que no involucren el uso de tecnología. Senderismo, natación, ciclismo o algo tan simple como caminar por la playa pueden ser excelentes maneras de desconectar y disfrutar de la naturaleza.
5. Cara a cara
Las vacaciones son el momento perfecto para fortalecer las relaciones personales. En lugar de comunicarse a través de mensajes o redes sociales, organiza encuentros presenciales con amigos y familia.
6. Meditación
El mindfulness y la meditación son herramientas efectivas para reducir el estrés y mejorar la concentración. Dedique unos minutos de cada día a practicar estas técnicas, centrándose en su respiración y el presente. De este modo, puede reducir la ansiedad de la conectividad constante y disfrutar plenamente del verano.
7. Diario de vacaciones
En lugar de documentar cada momento en las redes sociales, considere llevar un diario personal. Escribir sobre sus experiencias, pensamientos y sentimientos puede ser una forma ideal para reflexionar sobre su viaje y conservar recuerdos.
8. Leer libros
Deje de lado los e-books y vuelva a los libros físicos de toda la vida. Escoja algún título que lleve queriendo leer y dedíquele el tiempo que merecen durante las vacaciones. Es una manera excelente para escapar del día a día y sumergirse en nuevas historias.
9. Desconexión total
Si es posible, dedique al menos un día de sus vacaciones a desconectar de todos sus dispositivos por completo. Sin teléfono, ordenador o tablet, puede aprovechar para reconectar contigo mismo, con la naturaleza o con las personas que te rodean.