En España, los tiburones están dando mucho de lo que hablar. Diferentes especies están acercándose a la orilla, provocando que muchos expertos se replanteen los protocolos actuales, con el fin no solo de garantizar la seguridad de los bañistas, sino también a los animales marinos y al propio planeta, que vive hoy en día la temperatura acuática más alta de todos los tiempos.
Alrededor del mundo, estas especies también están siendo el foco principal de muchos científicos, especialmente al descubrir por primera vez en el mundo tiburones intoxicados con cocaína, según ha divulgado este martes la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud.
El estudio, que ya se ha publicado en la revista Science of The Total Environment, identificó la presencia de cocaína tanto en el hígado como en el tejido muscular de 13 tiburones de la especie Rhizoprionodon lalandii, conocido como cazón picudo brasileño.
Estos ejemplares fueron elegidos debido a su pequeño tamaño y al hecho de que viven en una pequeña zona de aguas costeras, donde están expuestos a importantes descargas contaminantes durante todo su ciclo de vida, explican los expertos que participaron en el estudio.
Uno de los autores del estudio, Enrico Mendes Saggioro, ecotoxicólogo del Instituto Oswaldo Cruz, supuso que estarían entre las especies con más probabilidades de ingerir la droga, ya sea directamente del agua de mar o de los peces que comen, o posiblemente de paquetes a la deriva.
Para la investigación, el equipo analizó el tejido muscular y hepático utilizando una técnica estándar llamada cromatografía líquida con espectrometría de masas en tándem. Todas las muestras dieron positivo y las concentraciones fueron hasta 100 veces superiores a las informadas anteriormente para otras criaturas acuáticas.
Los niveles de cocaína eran aproximadamente tres veces más altos en el tejido muscular que en el tejido hepático, según el estudio, mientras que los tiburones hembras tenían mayores concentraciones de cocaína en el tejido muscular en comparación con los machos.
"Los peces son sensibles a los efectos adversos de muchos estupefacientes neurológicamente activos, desde el alcohol hasta la cocaína, y pueden desarrollar adicción a las drogas relacionada con la vía de recompensa de la dopamina de manera similar a los humanos", explicó el autor principal del estudio, Pavel Horky, ecologista conductual de la Universidad Checa de Ciencias de la Vida en Praga a la CNN.
La cocaína no es el mayor problema al que se enfrentan los tiburones; sin embargo, puede provocar grandes daños y consecuencias. Además, este tipo de datos también sirven para recordar a la gente que todo tipo de contaminación humana está causando estragos en la vida marina.
Por qué se ha encontrado droga en tiburones
El consumo de cocaína ha aumentado enormemente en todo el mundo en las últimas décadas. De todos los que deciden seguir este modo de vida, alrededor del 22% vive en América del Sur, añadió el estudio, siendo Brasil el segundo mayor mercado de consumo de la región.
Los narcotraficantes perseguidos en alta mar a menudo arrojan fardos de cocaína por la borda; sin embargo, autores del estudio sugieren que es más probable que los tiburones hayan estado expuestos a aguas residuales contaminadas con los narcóticos.
Se ha detectado cocaína en aguas residuales y ríos de muchos países, incluido Brasil. En los alrededores de Río de Janeiro, la droga probablemente llega al mar directamente a través de los desagües de los laboratorios ilegales donde se refina la cocaína.
En este punto, no es posible demostrar ningún efecto sobre el comportamiento de los tiburones debido a la falta de investigación; sin embargo, "la cocaína ataca al cerebro y se ha observado un comportamiento hiperactivo y errático en otros animales", explican los investigadores.
Cómo puede afectar la cocaína a los peces
A pesar de que de momento no se sepa cómo estos narcóticos están afectando o pueden afectar a tiburones y cetáceos, las consecuencias negativas son muy probables, especialmente, si nos basamos en estudios anteriores que han demostrado daños en peces cebra y mejillones expuestos a cocaína.
La cocaína afecta directamente al cerebro, por lo que podría provocar un comportamiento hiperactivo entre tiburones y otras especies. Aun así, es posible que no metabolicen la sustancia tan rápidamente como los humanos, y una presencia más prolongada de la droga podría perturbar su sistema endocrino y, por tanto, la regulación hormonal, afirma Daniel D. Snow, profesor y director de laboratorio del Nebraska Water Center de Estados Unidos a National Geographic.
Una de las preocupaciones es que los tóxicos presentes en el hígado de los tiburones puede obstaculizar la producción de vitelogenina, que se convierte en la yema necesaria para los óvulos. Todas las hembras del estudio estaban embarazadas, aunque se desconocen las consecuencias de la exposición a la cocaína para los fetos.
Cualquier sustancia química biológicamente activa puede causar estrés, lo que a su vez podría hacer que los peces sean más susceptibles a las enfermedades, además, la exposición a diferentes drogas puede ralentizar sus procesos hasta el punto de perder períodos de migración que son esenciales para la supervivencia de su especie.