España es un país ideal para veranear. El buen clima que podemos disfrutar durante toda la época estival hacen de nuestro territorio el lugar idílico para visitar sus playas y sus pueblos de costa. Sin embargo, puede haber un enemigo con el que no contábamos y que puede amargarnos el verano.
Este particular enemigo se ha hecho especial protagonista de los veranos del sur de España. Concretamente, de la zona de Andalucía. Y es que en sus playas se han multiplicado los avistamientos de tiburones en los últimos años. De esta forma, han conseguido eclipsar a otras zonas como la costa valenciana o la de Baleares.
Miles de personas aprovechan estos meses para bajar a zonas como Huelva, Cádiz, Málaga o Granada para disfrutar de unos días de descanso. Sin embargo, esta tranquilidad puede verse enturbiada por estos curiosos visitantes que llegan hasta zonas cercanas a la costa para sembrar el pánico entre los bañistas más despistados.
Las playas de Andalucía con más tiburones
Los avistamientos de tiburones se han multiplicado en los últimos años en zonas cercanas a la playa. El motivo principal es el calentamiento global que ha provocado un aumento de las temperaturas del agua y que ha alterado los hábitos de estas criaturas. Por lo general, estos animales suelen moverse en grandes profundidades que van desde los 60 a los 300 metros.
Pero cuando se desorientan, llevan el pánico hasta los turistas y veraneantes. Tanto es así que en las situaciones más conflictivas se llegan a cerrar playas incluso. Lo cierto es que las playas de Andalucía no son las más propicias para encontrar tiburones, pero la situación ha variado mucho en los últimos años.
Galicia, Alicante, Valencia o Tarragona destacan como las zonas más probables para encontrarse a estos gigantes de las profundidades. También sucede así en zonas isleñas como Tenerife, Gran Canaria, Mallorca o Ibiza.
Sin embargo, hay algunas playas de Andalucía que conviene evitar si no queremos tener problemas con estas especies que tanto miedo han generado históricamente. Ambas se encuentran en Granada, por lo que queda claramente identificada la zona más peligrosa del sur de España.
Son la playa de Mamola y la de Calahonda. Ambas están consideradas como zona de riesgo de aparición de tiburones. Los ejemplares más comunes en nuestra costa son la tintorera o el tiburón azul, aunque en el mar Mediterráneo también habitan otras 30 especies entre las que se encuentran el tiburón martillo, la pintarroja, el tiburón trozo, el tiburón peregrino, el marrajo o el cazón.
Un estudio realizado por Shark Attack File explica que ninguna de estas especies se encuentran entre las más peligrosas del mundo. Por lo tanto, no presentan gran probabilidad de ataque hacia personas. No obstante, siempre hay que tener cuidado y respeto, ya que es impredecible su forma de actuar, sobre todo si se sienten amenazados.
Este mismo estudio muestra que las especies de tiburón más peligrosas son el blanco, el tigre y el sarda, ya que tanto por su tamaño como por su fuerza generan una especial amenaza para los bañistas. Por lo tanto, si veraneamos en España, podemos estar tranquilos, ya que las probabilidades de sufrir un percance son escasas y, generalmente, no deberían suponer un riesgo para la vida. Y especialmente si apostamos por el sur y por Andalucía, las mayores precauciones habría que tomarlas con las citadas playas de Andalucía.
¿Cómo actuar ante el ataque de un tiburón?
Estados Unidos, Sudáfrica y Australia son los países con mayor riesgo de ataques de tiburón. Por ello, son los países más indicados para enseñarnos cómo actuar en caso de problemas de este tipo. Lo primero que hay que hacer es mantener la calma y estar lo más quietos posibles. Evitar movimientos y aspavientos puede ser clave.
Hay que intentar mantener siempre el contacto visual con el animal para evitar que nos ataque por sorpresa, llegando a tocarle si fuera necesario para desviar su trayectoria. Si el ataque ya se ha producido, se recomienda mantenerse en una postura vertical y hacer el mayor movimiento posible para proteger algunas partes sensibles de tu cuerpo. Y por supuesto, avisar a las autoridades para que acudan en tu auxilio y puedan asegurar la zona para evitar posibles ataques a otras personas.