1 de agosto de 2024. Se levanta y desayuna tranquilamente. Tal vez esté ya de vacaciones, o su descanso estival esté a la vuelta de la esquina. Tal vez le toque ir al trabajo. Sea como fuere, probablemente le 'pille por sorpresa' saber que hoy, con el recién estrenado mes, la humanidad ha consumido ya todos los recursos naturales disponibles hasta finales del año.
En apenas 200 días hemos alcanzado —e incluso sobrepasado— la capacidad terrestre de regenerarse. Y es que, como alertan desde Global Footprint Network, la organización internacional que mide la huella ecológica y está detrás del Día de Sobrecapacidad, "vivimos como si dispusiésemos de 1,71 Tierras".
Algo que, indican desde WWF, solo pone "de manifiesto que el modelo actual de producción y consumo es insostenible". Esto, reiteran desde la oenegé medioambiental, "evidencia" que el estilo de vida actual es "una de las principales causas de la emergencia climática y la destrucción de la naturaleza".
Que sea recién estrenado el mes de agosto cuando se consumen todos los recursos naturales disponibles no significa otra cosa que, según WWF, "la presión sobre el planeta sigue aumentando". Los daños, como ha venido alertando Naciones Unidas y el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), en muchos casos son definitivos e "irreparables".
Además, añaden desde WWF, "se acumulan con el tiempo". Y las consecuencias para la naturaleza son obvias: la sobrecapacidad de la Tierra está relacionada con la deforestación, la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera.
Todos ellos provocan "fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como sequías, incendios inapagables, olas de calor cada vez más intensas, entre otros", recuerdan desde la oenegé. Algo que, además, en España se ha podido observar este pasado mes de julio: según el último análisis del World Weather Attribution (WWA), la sobrecarga de emisiones de combustibles fósiles en la atmósfera es una causa directa de las olas calor que se vivieron en la península.
Asimismo, alertan desde WWF, "la sobreexplotación de recursos por parte de ciertos países conlleva un impacto social que aumenta la brecha entre las distintas economías mundiales". Al final, son los países del sur global los que "pagan las consecuencias de la crisis climática a un precio aún más alto a pesar de que su demanda de recursos es menor".
Los recursos naturales son finitos y, cuando se consumen todos, los sistemas alimentarios, por ejemplo, se ponen en jaque. En los países del sur global, inciden desde la oenegé ecologista, se encuentran con que cada año "cuentan con una menor producción", lo que afecta a la vida de millones de personas.
Los 2,5 planetas españoles
Aunque el mundo haya entrado en 'números rojos' este agosto, Europa se adelantó varios meses. El 3 de mayo, el Viejo Continente agotaba su 'saldo' planetario. España lo hacía apenas unos días después, el 20 del mismo mes.
Si el conjunto de los países consumen como si se dispusiese de 1,77 planetas, España lo hace como si hubiese 2,5 Tierras llenas de recursos. Por delante de nuestro país estaría Qatar, Luxemburgo, Emiratos Árabes y Estados Unidos, que necesitan menos de 3 meses para agotar sus recursos naturales. En términos de volumen, se podría decir que consumen 5 o más planetas anualmente.
En contraposición estaría Ecuador, Indonesia, Irak, India y Jamaica. Todo ellos son capaces de mantener su balance en positivo hasta el mes de noviembre. Estos serían, además, los países que consumen, como mucho, los recursos de un planeta cada año, y no más.
Cómo se calcula
El Día de Sobrecapacidad de la Tierra varía cada año y se calcula tras comparar la demanda anual de recursos naturales con la capacidad que realmente tiene la Tierra para regenerarlos. La Global Footprint Network analiza la biocapacidad (o capacidad de regeneración biológica) y la huella ecológica (o la demanda total de recursos).
Lo que miden desde esta asociación no es otra cosa que la demanda humana sobre diferentes ecosistemas. En concreto, para calcular la sobrecapacidad terrestre, se tiene en cuenta las necesidades y capacidad de regeneración de alimentos, fibras y madera, el espacio dedicado a carreteras y estructuras no naturales, la producción de energía y la capacidad de absorción de residuos, entre los que se encuentra tanto el CO₂ de los combustibles fósiles como de la producción de cemento.
Cruzando más de 15.000 datos por país cada año y teniendo en cuenta la biocapacidad y la huella ecológica, obtienen el día en que la Tierra agota sus recursos. O, más bien, los humanos los consumimos. Desde WWF lamentan que este momento no ha parado de adelantarse desde 1970, aunque también destacan que la fecha se ha adelantado en tres meses en los últimos 20 años.