Los Juegos Olímpicos 2024 en París han dado mucho que hablar más allá de por las hazañas de sus deportistas. Desde camas de cartón en la Villa Olímpica hasta polémicas performance en su gala de inauguración. Pero lo que, sin duda, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de esta nueva edición ha sido el inconfundible río Sena que atraviesa la capital francesa. 

Un acontecimiento inesperado y preocupante, aunque sí previsible por la controversia que ha generado el estado del famoso caudal, ha terminado con la hospitalización de la triatleta belga Claire Michel debido a una infección por la bacteria Escherichia coli (E.coli), contraída tras nadar en sus aguas.

Esta situación no solo ha puesto en peligro la salud de los atletas, sino que también ha desencadenado una serie de críticas sobre las condiciones de las aguas del icónico río parisino, a pesar de que la alcaldesa de la ciudad, Ana María Hidalgo Aleu, se bañara en él justo antes de dar comienzo las olimpiadas con el fin de demostrar el buen estado del Sena. 

Claire Michel, quien participó en la prueba femenina de triatlón el pasado 31 de julio, fue ingresada en un hospital parisino cuatro días después debido a una severa infección intestinal causada por E.coli. La noticia llegó en un momento crítico, cuando el Comité Olímpico Internacional ya había pospuesto varios entrenamientos debido a la contaminación del Sena.

La situación ha llevado al Comité Olímpico Belga y a la federación de triatlón de Bélgica a retirar a su equipo de la competición mixta, subrayando la gravedad del problema.

Qué es la Bacteria E.coli

Escherichia coli es una bacteria comúnmente encontrada en el tracto intestinal de humanos y animales. Aunque la mayoría de sus cepas son inofensivas y pueden incluso ser beneficiosas, algunas variantes, especialmente las productoras de toxina Shiga, pueden causar graves problemas de salud.

Estas cepas pueden desencadenar en diarreas severas, colitis hemorrágica, y en casos extremos, el síndrome hemolítico urémico, que puede resultar en insuficiencia renal aguda, anemia y deficiencia de plaquetas.

Arco del puente Saint-Michel, en el río Sena en París. iStock

La infección por E.coli puede ocurrir a través de dos principales vías: el consumo de alimentos contaminados, como carne poco cocida, vegetales crudos o leche sin pasteurizar, y el contacto con agua contaminada, que fue precisamente el caso de Claire Michel. Al nadar en aguas contaminadas, la posibilidad de ingerir agua o inhalar aerosoles contaminados es alta, habiendo facilitado así la entrada de la bacteria al cuerpo de la deportista.

El estado del Sena: contaminación y salud pública

La calidad del agua del Sena ha sido tema de debate y preocupación desde antes que comenzaran estos Juegos Olímpicos. El río, que atraviesa el corazón de París, ha mostrado niveles alarmantes de contaminación biológica, especialmente después de episodios de fuertes lluvias que provocan desbordes de alcantarillas y mezclas de aguas residuales.

Todo ello ha generado un ambiente propicio para la proliferación de bacterias como E.coli, poniendo en peligro la salud de los participantes olímpicos, especialmente aquellos que han participado en pruebas acuáticas como triatlón o natación en aguas libres.

Un informe reciente de la Agencia Europea de Medio Ambiente destacó que la contaminación del Sena está vinculada a actividades urbanas y agrícolas, así como a desbordes de aguas residuales.

A pesar de una significativa inversión (1.400 millones de euros) para mejorar la canalización y tratamiento de las aguas residuales, los niveles de contaminación siguen siendo preocupantes.

La respuesta de la comunidad olímpica

La situación ha generado una controvertida respuesta por parte de la comunidad olímpica y de los propios atletas. Marten Van Riel, otro triatleta belga, criticó duramente la decisión de permitir la competición en el Sena, calificándola de irrespetuosa y peligrosa para los atletas. Asimismo, la triatleta española Miriam Casillas expresó su descontento y subrayó la falta de un plan alternativo adecuado para garantizar la seguridad de los participantes.

En un comunicado, el Comité Olímpico Belga expresó su frustración y la necesidad de aprender de esta experiencia para futuras competiciones. Insistieron en la importancia de garantizar días de entrenamiento seguros, condiciones claras y predecibles para las competiciones, y, sobre todo, priorizar la salud de los atletas sobre otros factores.

Varias lanchas policiales, en el Sena en los momentos previos a la ceremonia de inauguración. REUTERS



El incidente en río parisino por excelencia es un recordatorio contundente de los riesgos asociados con la contaminación de los cuerpos de agua en grandes ciudades, destacando de este modo la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras de saneamiento y la gestión de las aguas residuales para proteger la salud pública y asegurar condiciones seguras para eventos deportivos.

Este suceso resalta además la importancia de la transparencia y la responsabilidad de las organizaciones deportivas internacionales en la toma de decisiones que afectan a la salud de los atletas. La comunidad olímpica deberá considerar seriamente estos factores en la planificación de futuras competiciones para evitar incidentes similares y garantizar un ambiente seguro y saludable para todos los participantes.