El cambio climático se ha convertido en una de las mayores amenazas para la humanidad. De hecho, es ya responsable de muertes a "escala pandémica", tal como asegura el epidemiólogo climático estadounidense, Colín Carlson, en un estudio publicado en la revista Nature Medicine. 

Sin embargo, fue el epidemiólogo australiano Anthony McMichael el creador de "la primera, y hasta ahora única, estimación de este tipo" para calcular la mortalidad por determinados factores de riesgo climático, según indica Carlson. Entre ellos, inundaciones, malnutrición, malaria o enfermedades cardiovasculares. 

Por lo tanto, gracias a esta evaluación se calcula que, durante el año 2023, el número total de muertes atribuibles al cambio climático ascendió a 166.000, lo que, dice Carlson, supone anualmente tantas personas como población hay en Ginebra. En concreto, la Organización Metrológica Mundial (OMM) destaca que "la mortalidad relacionada con el calor ha aumentado alrededor de un 30% en los últimos 20 años y se estima que las muertes por esta causa han aumentado en el 94% de las regiones europeas monitoreadas".

Y es que, como adelantaba Carlson, el calentamiento global es responsable de un exceso de mortalidad por hambrunas, conflictos, suicidios, incendios forestales y docenas de enfermedades crónicas e infecciosas, tales como el dengue. 

En este contexto, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), han impulsado un innovador proyecto que busca transformar el acceso y el uso de la información climática en España. 

El proyecto

La iniciativa se centra en el desarrollo de diez servicios climáticos que prometen ser "una herramienta fundamental", tal como indica al informe, para diferentes sectores de la sociedad. Agricultura, salud pública, gestión del agua y planificación urbana son solo alguno de ellos. 

Símbolo de la importancia de la colaboración entre instituciones científicas, el CSIC y la AEMET han decidido dar un paso adelante en un marco donde, aunque los datos son importantes, la clave está en hacer de ellos una información útil, comprensible y accesible para todos. 

Personal técnico e investigador de la PTI-Clima y AEMET tras mantener una reunión sobre el estado del proyecto. CSIC-AEMET

Por este motivo, el objetivo principal de esta alianza es, tal como se define en el boletín, "consolidarse como referencia a nivel nacional". ¿La clave? "La coordinación con otras iniciativas" de manera constante para "conseguir productos útiles para la sociedad", explica José Manuel Gutiérrez, coordinador de la PTI-Clima desde el Instituto de Física de Cantabria (IFCA-CSIC). 

Diez servicios climáticos

De esta manera, los servicios que se están desarrollando abarcan una amplia variedad de áreas, donde, cada una de ellas, desempeña un papel crucial en la adaptación del cambio climático y la mitigación de sus efectos. 

Predicciones estacionales

El primer servicio proporcionará predicciones detalladas sobre las condiciones climáticas para los próximos meses, lo que puede tener gran valor es sectores como la agricultura o el turismo. Es decir, en el caso de los agricultores, poder anticiparse a los patrones climáticos permitirá planificar mejor las siembras y las cosechas, ayudando a conseguir mejores resultados. 

Riesgo de incendios

Estudios indican que, entre 2010 y 2023, el fuego arrasó más de 89.000 hectáreas en los 7.748 incendios forestales registrados en España. Sin embargo, con esta aplicación se obtendrá un monitoreo continuo del riesgo de incendios, proporcionando alertas tempranas y predicciones sobre las zonas más susceptibles. 

Monitoreo de sequías

Cifras del MITECO confirman que la reserva hídrica española está al 57,2% de su capacidad, lo que resulta una preocupación constante. Por eso, esta opción ofrecerá datos en tiempo real sobre los niveles de sequía en diferentes regiones, permitiendo una mejor gestión de los recursos hídricos y ayudado a prevenir situaciones críticas en sectores del agua, como la agricultura y la industria. 

Infografía que representa la relación de los diez servicios climáticos desarrollados en el proyecto junto a las escalas temporales que cubrirán. CSIC-AEMET

Agroclimatología

Esta propuesta se centra específicamente en el sector agrícola, proporcionando información detallada sobre las condiciones climáticas y su impacto en los cultivos. Desde predicciones sobre plagas de insectos hasta recomendaciones sobre el mejor momento para plantar, este servicio podrá ayudar a los agricultores a maximizar su rendimiento y reducir pérdidas. 

Cambio climático

Su evaluación se remonta al 1961, aunque se actualiza cada año. Lo hace a partir de índices basados en datos de temperatura, precipitaciones, velocidad del viento o índices de carácter bioclimático que informan sobre la aridez. Todos ellos, claves para la reducción de riesgos de desastres, energía, salud, agua y otros sectores. 

Precipitación y temperaturas extremas

Con olas de calor, tormentas intensas y otros eventos extremos cada vez más presentes en el día a día, la asistencia se centrará en la detección y predicción de estos fenómenos, proporcionando alertas que puedan salvar vidas y minimizar daños materiales. Este será el objetivo de los servicios número seis y siete, cuyo foco mirará por la divulgación de información a partir de datos de la AEMET. 

Viento y radiación

La transición hacia fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, requiere datos climáticos precisos para asegurar la efectividad. Con ese motivo, el objetivo ocho y nueve ofrecerá advertirá sobre los patrones de viento y radiación solar, ayudando a optimizar la producción de energía renovable y diseñando sistemas más eficientes. 

Atribución de extremos

Por último, y no por ello menos importante, este servicio busca crear un sistema que use datos históricos y métodos estadísticos para analizar eventos meteorológicos extremos. De este modo, se abrirá la posibilidad de comprar la magnitud y frecuencia de estos fenómenos en la actualidad con diferentes escenarios, como el clima preindustrial o el futuro.