La Isla de Gran Canaria puede presumir de contar con una fauna marina muy diversa y rica en especies, debido a su variado ecosistema y situación geográfica. Las aguas de alrededor son conocidas por su claridad, con una visibilidad que puede alcanzar hasta 30 metros en las mejores condiciones, algo que favorece el avistamiento de diferentes especies si realizamos actividades como buceo o apnea.

Eso es lo que le ha pasado a Yum.design un joven canario que ha podido grabar, mientras hacía apnea, una especie única en el mundo y en peligro de extinción: una mantelina albina. Un ejemplar que además de ser muy difícil de ver, guarda una relación histórica y ecológica importante con las Islas Canarias.

En Canarias, las mantelinas se encuentran en diversos hábitats marinos, desde las aguas más someras cercanas a la costa hasta las profundidades de la plataforma continental. Su presencia es común en áreas de fondos arenosos o fangosos, donde pueden desplazarse fácilmente y encontrar presas, como peces pequeños, crustáceos y moluscos. Las costas de las islas, con su biodiversidad marina, ofrecen un ambiente rico para la alimentación de estas especies.

La mantelina es un símbolo para la comunidad, así como un ejemplar único para buceadores y científicos, que cuentan con poca información de este animal en su origen albino debido a los pocos ejemplares que existen en el mundo. Sin embargo, a pesar de su precario estado de conservación, cada verano eligen las costas de Canarias para reunirse en grandes congregaciones.

La belleza y singularidad de estas criaturas marinas las han convertido en un atractivo para los buceadores y turistas que visitan el archipiélago. Avistar un ejemplar de este tipo, tanto albina como en su color original, en su entorno natural es una experiencia única, no obstante, así como pasa con otras muchas especies, el ser humano es la principal amenaza para estos animales.

Un ejemplar único en el mundo

Las mantelinas albinas, conocidas científicamente como Gymnura altavela en su forma albina, son una variante de la especie comúnmente llamada manta mariposa o raya mariposa. Son peces cartilaginosos caracterizados por su cuerpo aplanado y en forma de disco, que les otorga una apariencia similar a una mariposa en el agua.

El albinismo en las mantelinas, como en otras especies, es una condición genética que causa la falta de pigmentación en la piel, resultando en una coloración blanca o crema y ojos de color rosado o rojo debido a la ausencia de melanina. Esta falta de pigmentación las hace muy raras y notables, tanto en su hábitat natural como en cualquier entorno en el que se encuentren.

De hecho, hay subespecies de manta y mantarrayas que viven con esta condición y los científicos llevan años estudiando al respecto. En el 2015 se avistó por primera vez una mantarraya de color rosa, debido a esta condición. Los científicos del grupo de investigación australiano Project Manta pensaron que el color se debía a una infección cutánea o a su dieta, como ocurre con los flamencos, que obtienen su coloración del consumo de crustáceos. Años después, comprobaron que era una mutación genética en la expresión de la melanina, o pigmento.

Las mantelinas albinas conservan las mismas características anatómicas y de comportamiento que las de coloración normal. Tienen un cuerpo muy aplanado, con aletas pectorales que se extienden a los lados y forman una especie de alas que les permiten desplazarse con elegancia a través del agua. Son criaturas generalmente tranquilas y se alimentan de pequeños peces, crustáceos y moluscos, que capturan enterrándose parcialmente en el fondo marino y esperando que sus presas se acerquen.

Las mismas características que hacen única a la especie se convierten en una gran desventaja para el animal por el poco desarrollo de su rostro que afecta, sobre todo, a la detección y captura de presas, al nado y al camuflaje. Su coloración clara las hace más visibles para los depredadores y, además, pueden sufrir problemas de salud relacionados con la exposición al sol, como daños en la piel o en los ojos. 

Además, la mantelina es una especie que se encuentra dentro de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Como muchas otras especies marinas, se ven afectadas por las presiones humanas, incluyendo la pesca, la contaminación y la alteración de su hábitat.