Las campañas para paliar la extinción de una de las especies más significativas del sistema español se ha multiplicado en los últimos años. La repoblación del lince ibérico, Lynx pardinus, ha supuesto un gran triunfo para el ecosistema nacional y, aunque su población haya aumentado magníficamente, aun habiendo alcanzado la preocupante cifra de 404 ejemplares en todo el país, el trabajo no ha terminado.
Las políticas gubernamentales y la acción del ser humano son fundamentales para alcanzar el objetivo, sin embargo, Extremadura se ha convertido en un referente nacional en la conservación del lince ibérico, uno de los felinos más amenazados del mundo.
Con una población de lince ibérico censada de 1365 ejemplares en España, 164 de ellos habitan en Extremadura, lo que enfatiza la importancia de esta comunidad autónoma en la supervivencia de esta especie. De ahí que su gobierno haya implementado una serie de medidas innovadoras para proteger a estos felinos, entre las cuales destacan las señales de tráfico específicas para alertar a los conductores sobre la presencia de linces en las carreteras.
Señales de tráfico para proteger a los linces
Desde 2005, Extremadura ha instalado señales de tráfico, únicas en España, que advierten sobre la posible presencia de linces ibéricos en determinadas carreteras. Su fin es alertar a los conductores para que reduzcan su velocidad y, por consiguiente, el riesgo de atropellos.
Se trata de señales triangulares, con la figura de un lince en su interior que, en determinados periodos de tiempo, se iluminan para alertar de la posible presencia de estos felinos, que han sido avistados por los alrededores.
Los atropellos son una de las principales amenazas para esta especie en peligro de extinción. De los 95 linces que se registraron su muerte entre 2021 y 2023, 78 murieron atropellados, lo que supone el 82% de la población. De ahí la preocupación de la Junta de Extremadura por garantizar la seguridad de este animal.
Además de las señales de tráfico, la Junta de Extremadura ha implementado otras medidas para facilitar la seguridad y el tránsito de los linces en su hábitat natural. En la zona del Arroyo de Santa María, por ejemplo, se ha construido un paso en seco, un pequeño muro anexo, que permite este tipo de fauna silvestre, no solo a los linces, a cruzar por un túnel bajo la carretera.
Carreteras señalizadas para proteger al lince
Siendo las provincias de Extremadura las únicas en señalizar parte de sus carreteras con señales de tráfico luminosas, estas alertan a los conductores de la posible presencia de linces por la zona.
- Ex-103. Esta vía fue la primera en Extremadura en recibir señalización específica para el lince ibérico en 2015. Atraviesa localidades como Puebla de Alcocer, Castuera, Malpartida de la Serena, Higuera de la Serena, Valencia de las Torres, Higuera de Llerena, Llerena, Pallares, Monesterio, Calera de León y Cabeza la Vaca. En el paso del río Matachel, la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora, y en otras zonas con presencia de linces, la velocidad máxima es de 70 kilómetros por hora.
-
Ex-118. Esta carretera une Guadalupe y Navalmoral de la Mata y cuenta con señales en un tramo de 13 kilómetros. Las señales se encuentran en lugares estratégicos como Bohonal de Ibor, Peraleda de la Mata, el embalse de Valdecañas y las ruinas romanas de Talavera la Vieja. En estos tramos, los conductores deben reducir la velocidad a 70 kilómetros por hora, aumentando así la seguridad tanto para los linces como para los usuarios de la vía.
-
N-432. En esta vía autonómica de Badajoz, entre los kilómetros 89 y 150, podemos encontrar más señales de tráfico que se iluminan ante la presencia de linces ibéricos.
- A-5. La carretera que une Madrid y Extremadura cuenta con hasta tres enlaces en los que nos alertan de la posible presencia de linces ibéricos por esta zona de Cáceres, los kilómetros 184, 185 y 197.
- A-66. También perteneciente a la provincia pacense, podemos encontrar dos enlaces con este tipo de señales de tráfico, en los kilómetros 675 y 677.
Una vez se activan, estas señales permanecen encendidas 15 minutos. Si pasado un minuto continúa detectándose la presencia de un animal por la zona, estas vuelven a iluminarse, permaneciendo solo apagadas cuando no hay riesgo alguno de atropello.
Los esfuerzos de conservación en Extremadura están comenzando a dar resultados. La instalación de señales de tráfico y otras medidas de protección han contribuido a reducir el número de atropellos de linces, permitiendo que la población de estos felinos se mantenga y, hasta aumente. Además, la liberación de linces en áreas protegidas y su monitoreo constante son acciones fundamentales para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie.