España es un país repleto de rincones increíbles, un auténtico paraíso natural que alberga paisajes creados para todos los gustos y momentos. Desde escarpadas montañas, hasta densos bosques, pasando por playas paradisíacas que compiten directamente con las mejores del mundo, como la playa del Bajo de la Burra, en Fuerteventura.

Más comúnmente conocido como la playa de las Palomitas, este increíble destino se ha convertido en un auténtico fenómeno viral en redes sociales, consiguiendo que miles de turistas de todo el mundo la visiten cada año. Sin embargo, lejos de parecer un dato positivo, este hecho está poniendo en peligro un auténtico tesoro ecológico

Es más corriente de lo que se puede llegar a pensar que al llegar a un lugar nuevo, de una gran belleza que tan solo es superado por su incalculable valor ecológico, y tener la tentación de tomar algún recuerdo para llevártelo a casa, sin mayor objetivo que guardarlo en una "caja de los recuerdos". Lo que no todos saben es el enorme daño que ese gesto, a priori simple y sin mala intención, puede suponer una desgracia medioambiental irreparable

El peligroso fenómeno de 'las palomitas'

La playa de las Palomitas debe su nombre a las curiosas formaciones que cubren su suelo que, a simple vista, parecen palomitas de maíz. No obstante, estas 'palomitas' que hacen de este lugar un destino idílico, como si de un cuento se tratara, son rodolitos, un tipo de alga calcárea.

Estas algas tienen la capacidad de depositar carbonato de calcio en sus paredes celulares, lo que les hace tener esa estructura rígida y dura que, con el tiempo, se erosionan y adquieren la apariencia de pequeñas palomitas blancas.

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Siempre ha sido una playa espectacular, no solo por la belleza tan característica de las Islas Canarias, sino por esas adorables formaciones que en ella encontramos. Sin embargo, hace unos años, la popularidad que adquirió se vio desbordada. ¿El 'culpable'? Un hashtag viral que sirvió de reclamo para turistas de todos los rincones. 

#PopCornBeach desató la fiebre por visitar la playa de las Palomitas. La imagen subida en redes sociales por este turista se volvió viral y, desde entonces, este litoral canario se ha convertido en una de las principales atracciones de la isla de Fuerteventura, lo que ha acrecentado la preocupación medioambiental por este bello y singular lugar. 

Valor ecológico de las 'palomitas'

Más allá de su belleza y atractivo, estas 'palomitas', los rodolitos, no solo son visualmente atractivas, sino que también juegan un papel crucial en los ecosistemas marinos.

Su formación natural ha conllevado siglos, siendo moldeadas por el oleaje y las corrientes marinas. Además, actúan como hábitats para diversas especies marinas, contribuyendo a la formación y consolidación de arrecifes de coral. 

La playa de las Palomitas, Fuerteventura.

El valor ecológico de la playa de las Palomitas es inmenso, pero su popularidad la ha puesto en peligro. A pesar de que está estrictamente prohibido llevarse los rodolitos de la playa, muchos turistas ignoran esta norma, llevándose consigo estos 'souvenirs' naturales. Una práctica que no solo empobrece el paisaje, sino que también destruye un ecosistema frágil que incluso podría desaparecer si no se toman medidas adecuadas.

Por supuesto que se puede disfrutar de esa maravilla de la naturaleza, aunque su acceso no es del todo fácil. Disfrutar de la belleza de la playa de las Palomitas sin dañarla, es posible, pero es crucial seguir unas pautas de turismo responsable. No cojas los rodolitos ni te los lleves si quieres que todos podamos seguir admirando esta joya ecológica.