La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado recientemente unas recomendaciones para actuar frente a la proliferación de garrapatas durante este verano. Una situación que se viene repitiendo en los últimos años debido a las condiciones meteorológicas, que junto a otros factores, están favoreciendo un repunte poblacional de ciertas especies.
En el caso de las garrapatas, algunas zonas de España están siendo más perjudicadas que otras, como la playa del cementerio, en Ceuta, donde los visitantes han dado aviso al 112 acerca de la plaga que han observado en "la parte más próxima a la zona que sufrió un derrumbe de un muro", explican desde El Faro de Ceuta.
Esta plaga no solo es perjudicial para todas las mascotas que pasean por la playa, sino también para los humanos debido a los riesgos de estos parásitos. Su pequeño tamaño y la presencia de diferentes enfermedades en su organismo que pueden transferir con facilidad ha hecho que los expertos hagan saltar las alarmas.
Garrapatas en la playa del cementerio, Ceuta
Las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de animales y, en ocasiones, de humanos. Suelen encontrarse en zonas con vegetación alta o en áreas donde hay animales, como perros o aves, que pueden transportar estos parásitos.
En España existe una gran diversidad de especies de garrapatas, que se distribuyen de manera desigual, dependiendo de factores como el clima y la presencia de hospedadores para completar su ciclo vital.
En el caso de la playa del Cementerio, la proximidad a áreas naturales o espacios donde los animales circulan libremente podría haber facilitado la llegada de estos parásitos. La arena, aunque no es su hábitat típico, puede ofrecerles refugio temporal, sobre todo en zonas donde hay vegetación cercana o acumulación de residuos.
Estos parásitos pueden representar un riesgo para la salud pública, ya que son vectores de diversas enfermedades, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme o la anaplasmosis, siendo algunas de ellas una gran preocupación en España actualmente.
El riesgo que suponen las garrapatas para los humanos radica principalmente en su capacidad para transmitir enfermedades a través de su picadura. Aunque no todas las garrapatas están infectadas, una mordedura de un ejemplar portador de un patógeno puede provocar infecciones graves.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, por ejemplo, es una enfermedad que puede causar síntomas como fiebre alta, dolores musculares, y en casos graves, hemorragias. La enfermedad de Lyme, otra patología asociada a las garrapatas, puede provocar erupciones cutáneas, fiebre, dolores articulares y, si no se trata a tiempo, problemas neurológicos y cardíacos.
Se cree que las hembras de cuerpo duro y suave producen un tóxico que puede causar parálisis por garrapatas en niños. Todo ello, sin tener en cuenta el daño que pueden hacer a nuestras mascotas sin darnos cuenta. Sobre todo en el caso de la playa del cementerio, donde muchos perros pasean sueltos.
Cómo evitar las picaduras de garrapatas
Debido a todo lo anterior, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado una serie de recomendaciones para reducir al máximo las posibilidades de sufrir una picadura de este parásito, así como evitar posibles molestias, dolencias o, en el peor de los casos, enfermedades.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) destaca que la mejor estrategia para prevenir enfermedades transmitidas por garrapatas es evitar sus picaduras. Una medida eficaz para lograrlo es el uso de repelentes diseñados para ser aplicados en la piel expuesta. Estos productos, clasificados como biocidas del tipo 19, no matan al artrópodo, pero sí lo repelen.
Para garantizar la seguridad y eficacia de los repelentes, estos deben contar con una autorización oficial para su comercialización, la cual se refleja en el etiquetado mediante un número de registro emitido por la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad o por la propia AEMPS. Entre las sustancias activas que han demostrado ser efectivas en estos repelentes se encuentran el DEET, el IR3535, la icaridina y el citriodiol.
Otra forma para evitar las picaduras de garrapatas, es llevar ropa adecuada, como camisas y pantalones largos de colores claros, y utilizar calzado cerrado con calcetines. En el caso de la playa del cementerio, la alarma por parte de los expertos servirá como precaución; sin embargo, si hemos paseado descalzos por la zona o sin ropa, lo mejor es hacerse una revisión o acudir al centro médico si notamos molestias.
En este contexto, también se aconseja reducir el tiempo que se pasa en áreas donde pueda haber una alta presencia de garrapatas y caminar por la parte central de los senderos para minimizar el contacto con la vegetación. Además, es importante evitar sentarse directamente en el suelo en este tipo de zonas.
En el caso de que hayamos acudido en los últimos días a una de estas zonas o a la playa del cementerio y notemos molestias, los pasos a seguir recomendados por expertos comienzan con la verificación por todo el cuerpo para detectar la presencia de la garrapata.
Debemos prestar atención a zonas específicas de nuestro cuerpo que de forma general pasarían desapercibidas, como las axilas, ingles, cabello, ombligo, zona posterior de las orejas y alrededor de la cintura, donde suelen engancharse las garrapatas.
Si encontramos una garrapata adherida a nuestro cuerpo, debe ser extraída lo antes posible. Aunque creamos que es fácil arrancarla, lo ideal es acudir a un profesional sanitario que lo haga por nosotros, con el fin de que no quede nada dentro de nuestra piel. En el caso de que observemos síntomas extraños, necesitaremos atención médica indicando el suceso.