En los últimos días, las costas de España se han visto sorprendidas por organismos extraños que flotan en el mar. Aunque por la apariencia puedan parecer curiosos e inofensivos, la realidad es otra completamente diferente. Detrás de su pequeño tamaño y llamativo color, se esconde una de las picaduras más peligrosas del mundo marino.
Se trata del pez 'dragón azul' que ya por su nombre nos indica su semejanza a una criatura 'de otro mundo'. La última playa que se ha visto perjudicada ha sido la playa de Dos Roques, en Gran Canaria, que prohibió con bandera roja el baño a todos los visitantes ante la aparición de un molusco azul muy peligroso.
Aunque su presencia es atípica por su costumbre de permanecer en zonas templadas y tropicales, el calentamiento global ha conseguido que esta especie llegue a las costas. El pánico ha aparecido entre turistas y expertos que investigan al animal, especialmente, debido al pequeño tamaño del mismo con el que logra pasar desapercibido.
Un pez 'minúsculo' con una picadura muy peligrosa
El pez dragón azul, científicamente conocido como Glaucus atlanticus, es una especie de molusco marino, específicamente un nudibranquio, que pertenece a la familia de los Glaucidae. A pesar de su nombre común, no es un pez, sino un tipo de babosa marina.
Además de su picadura, el organismo es conocido por su impresionante y llamativa apariencia, caracterizada por su cuerpo alargado y aplanado, de un azul vibrante en su parte dorsal y plateado en la parte ventral. Este color le permite camuflarse en el océano cuando es visto desde arriba, confundiendo a los depredadores con el reflejo del agua. Todo ello añadido a su pequeño tamaño, de dos a tres centímetros.
El pez dragón azul es un organismo pelágico, lo que significa que vive en mar abierto, flotando boca abajo en la superficie del agua. Este nudibranquio se mantiene a flote gracias a una bolsa de gas en su estómago, que lo ayuda a flotar con el viento y las corrientes marinas. Su hábitat principal abarca regiones cálidas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.
Una de las características más impresionantes de este nudibranquio es su alimentación. El pez dragón azul se alimenta principalmente de organismos cnidarios, como la carabela portuguesa, cuyo veneno es altamente tóxico, lo que nos da una idea de todo lo que contiene en su interior para soportar altas dosis de toxina.
El Glaucus atlanticus no solo es inmune al veneno de sus presas, sino que también lo almacena en sus propios tejidos, concentrándolo en las puntas de sus apéndices para utilizarlo como mecanismo de defensa. Esto lo convierte en un animal peligroso para los depredadores y potencialmente para los humanos si se manipula incorrectamente, ya que su picadura puede llegar a ser muy peligrosa.
A pesar de ello, no se trata de un peligro para los seres humanos; sin embargo, puede atacar si se siente amenazado. Los expertos hablan de su picadura como "semejante a la de una medusa", que si se complica puede acabar muy mal.
Cuando el pez dragón pica a un ser humano, libera el veneno que tiene almacenado y el cual puede causar una serie de síntomas dolorosos y molestos. Entre las reacciones se incluyen dolor intenso, enrojecimiento, hinchazón, y en algunos casos, la formación de ampollas. Además, en personas sensibles o en caso de una reacción severa, puede haber síntomas sistémicos como náuseas, vómitos, mareos e incluso dificultad para respirar.
Debido al cambio climático, su presencia en países como España ha aumentado y desde hace varios años ha sido avistado en varias ocasiones en las costas del país, especialmente en las regiones del Atlántico y ocasionalmente en el Mediterráneo. Su presencia en estas aguas no es constante, ya que es un organismo pelágico que viaja con las corrientes oceánicas y los vientos.
En los últimos años, los cambios en las corrientes oceánicas y el calentamiento global, que afectan la distribución de muchas especies marinas, ha hecho que el dragón azul esté más presente. Por este motivo, cada vez que observemos uno de ellos en el mar, es fundamental recurrir a los servicios de emergencia y alejarnos del organismo.