Imagen de una playa.

Imagen de una playa. Istock.

Historias

Este es el preocupante motivo por el cual el color de los mares de España están pasando de azul a verde

Poco a poco, las playas del país están cambiando su color, y aunque ahora no llame la atención en exceso, se trata de un fenómeno que va a ir a más.

29 agosto, 2024 11:44

El misterio detrás del color del mar ha intrigado a la humanidad desde tiempos remotos. A lo largo de la historia, la ciencia ha intentado descubrir las razones por las cuales los océanos exhiben sus variados tonos azules. Este fenómeno natural es en realidad el resultado de interacciones entre la luz solar, las propiedades físicas del agua y los organismos que habitan en ella. Sin embargo, hace más de veinte años que ese color que percibíamos como principal, ha cambiado.

Hace más de dos décadas que los océanos están viendo sus azules transformarse, poco a poco, en verdes. Lejos de ser una simple coloración del paisaje, el culpable de la pigmentación de los mares es, una vez más, el cambio climático. Y es que, todas esas playas que contemplábamos hace tan solo unos años, ahora parecen ser otras diferentes, sin hablar de todo lo que se prevé para el futuro.

Los satélites de la NASA muestran que más de la mitad de los océanos del planeta están verdes debido al cambio climático, que perturba los ecosistemas marinos. Un cambio en el color del océano podría reflejar un cambio en el estado de sus ecosistemas, según los expertos: el azul intenso indica menos vida, mientras que los tonos más verdes indican más actividad del fitoplancton.

El verde del océano se debe al fitoplancton

Tal y como explican desde National Geographic, un océano azul o verde no solo se distingue por su color, lo que vemos es producto de la vida que hay en la capa superior. Las aguas azul intenso son reflejo de muy poca vida, caso contrario con las aguas verdes que albergan ecosistemas, la mayoría de ellos del principal responsable de esta nueva tonalidad, el fitoplancton.

El fitoplancton es un conjunto de organismos microscópicos que flotan en las aguas superficiales de los océanos y que desempeñan un papel esencial en los ecosistemas marinos. Estas diminutas plantas acuáticas realizan la fotosíntesis, un proceso que no solo les permite producir su propio alimento a partir de la luz solar, sino que también genera oxígeno como subproducto.

Este conjunto de organismos es responsable de producir una gran parte del oxígeno que respiramos, estimándose que contribuyen entre el 50% y el 85% del oxígeno atmosférico. Además, estos organismos son fundamentales para la estabilización de nuestra atmósfera, ya que absorben dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero, y lo convierten en materia orgánica.

El aumento en la concentración de fitoplancton puede alterar el color del agua del mar, ya que estas criaturas contienen clorofila, el pigmento verde que utilizan para la fotosíntesis. Cuando las condiciones del entorno, como la temperatura del agua, la disponibilidad de nutrientes y la luz solar, son óptimas, el fitoplancton puede florecer en grandes cantidades, lo que resulta en un cambio perceptible en el color del agua de azul a verde.

Imagen de una playa.

Imagen de una playa. Istock.

Estos cambios en la población de fitoplancton pueden estar influenciados por diversas actividades humanas, incluyendo la contaminación por nutrientes provenientes de la agricultura y la industria, así como por el cambio climático.

El aumento de la temperatura del agua y las alteraciones en las corrientes oceánicas pueden crear condiciones favorables para ciertas especies de fitoplancton, desencadenando florecimientos masivos. Aunque estos florecimientos pueden ser naturales, su frecuencia e intensidad pueden llegar a provocar consecuencias negativas.

Consecuencias del color verde en los mares

El cambio de color del agua del mar de azul a verde tiene varias consecuencias importantes para los ecosistemas marinos y, por extensión, para el planeta y la humanidad. Según la NASA, el rápido crecimiento de ciertos tipos de fitoplancton en aguas costeras poco profundas puede crear proliferaciones de algas nocivas, lo que puede provocar la muerte de los peces y producir toxinas dañinas para la salud humana.

El fitoplancton es la base de la mayoría de las redes tróficas oceánicas, sirviendo de alimento para una variedad de organismos marinos, desde pequeños crustáceos hasta grandes mamíferos como las ballenas. Un aumento en la población de fitoplancton puede parecer beneficioso para estos ecosistemas al proporcionar más alimento; sin embargo, la realidad es otra.

Una proliferación excesiva puede llevar a un fenómeno conocido como "floraciones algales nocivas" (FAN). Estas floraciones pueden producir toxinas que son perjudiciales para la vida marina, provocando la muerte de peces, mariscos y otros organismos, y afectando a los animales que se alimentan de ellos, incluyendo a los humanos.

Además, las floraciones masivas de fitoplancton pueden reducir la cantidad de luz que penetra en las capas más profundas del océano, afectando a las plantas acuáticas y a los corales que dependen de la luz solar para la fotosíntesis. Esta disminución en la luz puede tener efectos en cadena, alterando los hábitats y la biodiversidad marina.

Si bien el fitoplancton es esencial para la producción de oxígeno y la absorción de CO2, una proliferación excesiva puede tener efectos contrarios. Cuando el fitoplancton muere, su descomposición consume grandes cantidades de oxígeno, lo que puede llevar a la formación de "zonas muertas" en los océanos, áreas con niveles de oxígeno tan bajos que la vida marina no puede sobrevivir.