Los bosques tropicales juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la vida en el planeta: equilibran la ecología, producen oxígeno, permiten que el agua de lluvia se filtre al subsuelo y se recarguen los mantos acuíferos, mantienen los suelos fértiles al producir materia orgánica y albergan aproximadamente el 50 % de las especies de plantas y animales.

Las selvas tropicales ocupan extensas superficies cercanas al centro del Ecuador, Sudamérica, África, Asia y Oceanía. Cubren casi el 15% de la superficie del planeta y contienen alrededor del 25% del carbono de la biosfera terrestre. Aunque en la lista de continentes Europa no aparezca, lo cierto es que alberga una selva subtropical que muy pocas personas conocen.

Situado en la provincia de Cádiz y parte de Málaga, el Parque Natural Los Alcornocales, conocido como la última selva de Europa, se extiende desde la sierra hasta el joven Parque Natural del Estrecho, presentando gran diversidad de relieves y paisajes y que ocupa una superficie de casi 170.000 hectáreas, siendo el mayor bosque de alcornoques del continente.

La última selva de Europa

El Parque Natural Los Alcornocales es un santuario de biodiversidad y uno de los tesoros naturales más valiosos de España. Situado en el extremo sur de la Península Ibérica, abarcando parte de las provincias de Cádiz y Málaga, este parque natural ofrece un refugio único a una amplia variedad de flora y fauna. 

Lo que verdaderamente distingue a Los Alcornocales son sus condiciones climáticas únicas, que han sido las que le han ostentado el título de la última selva de Europa. Esta atmósfera climática da como resultado una abundante vegetación, especialmente de laurisilva, un árbol muy poco común en España que es un tipo de bosque nuboso subtropical o selva alta.

El Parque Natural Los Alcornocales goza de un microclima excepcionalmente húmedo, influenciado tanto por el Atlántico como por el Mediterráneo. La proximidad del parque al estrecho de Gibraltar provoca la condensación de la humedad procedente del océano, generando nieblas densas que se adhieren a las laderas y valles durante gran parte del año.

Este fenómeno, conocido como 'lluvia horizontal', es esencial para mantener la exuberante vegetación que caracteriza al parque. Además, las precipitaciones son abundantes y las temperaturas suaves durante todo el año, lo que crea un entorno idóneo para la supervivencia de especies que, en otras partes de Europa, serían incapaces de habitar y sobrevivir.

Sin embargo, el paisaje vegetal de Los Alcornocales está dominado, como su nombre indica, por extensos alcornocales. Estos bosques de alcornoques, árboles robustos y de longevidad impresionante, proporcionan no solo un hábitat para numerosas especies, sino también uno de los recursos económicos más importantes de la región: el corcho.

La extracción del corcho se realiza de manera sostenible, permitiendo que los alcornoques se regeneren y sigan proporcionando este valioso material sin dañar el ecosistema. Los alcornocales proporcionan un entorno natural enriquecido que contribuye a la conservación de la vida silvestre y al equilibrio de los ecosistemas locales.

Parque Natural Los Alcornocales. Junta de Andalucía.

Además de los alcornocales, el parque alberga una gran variedad de árboles y plantas. Los bosques de quejigos, encinas y robles melojos se mezclan con laurisilvas relictas, formaciones vegetales que son huellas de épocas prehistóricas. Esta última vegetación, más típica de climas subtropicales, encuentra en Los Alcornocales su último refugio europeo, conservando especies que han desaparecido en otras latitudes.

Los helechos, musgos y líquenes prosperan en el ambiente húmedo, tapizando el suelo y los troncos de los árboles, creando un paisaje de selva primigenia, no solo para los expertos, sino también para todos aquellos que ven la zona y contemplan uno de los paisajes más únicos del país y del continente.

La diversidad de Los Alcornocales no se puede comparar con otras selvas del mundo, pero es igualmente impresionante. Es refugio para numerosas especies de mamíferos, como el corzo, el ciervo, jabalí o carnívoros como el lince ibérico, la gineta y el meloncillo, siendo este último uno de los pocos representantes de la fauna africana en Europa.

Las aves encuentran en el parque también son muchas. La diversidad de hábitats permite la coexistencia de numerosas especies, desde grandes rapaces como el águila real y el buitre leonado, hasta pequeñas aves como el petirrojo o el mirlo. Durante las migraciones, el parque se convierte en un corredor vital para miles de aves que cruzan el estrecho de Gibraltar.

Los Alcornocales no solo son un refugio para la vida silvestre, sino también un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura. Alberga infinidad de rutas de senderismo, como el Sendero Canuto de Risco Blanco o la ruta Cañada real Los Ratones. 

Además, el parque también cuenta en su interior con numerosos sitios de interés arqueológico, incluyendo dólmenes, pinturas rupestres y restos de antiguas civilizaciones que habitaron la región. Sin embargo, si lo que queremos es visitar la zona, contamos con numerosos pueblos que rodean a este parque como Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera o Alcalá de los Gazules.