En España solemos tener una imagen tierna y adorable de los delfines, idea que se ha desmoronado hace unos días ante la noticia de un ejemplar que había sembrado el terror en las costas de Japón, dejando a su paso un rastro de bañistas heridos y atemorizados

En un fenómeno tan desconcertante como peligroso, puesto que, lo que normalmente se considera un encuentro inofensivo con una de las criaturas marinas más queridas del mundo, ha tomado un giro preocupante, obligando a las autoridades a emitir advertencias a lo largo de las playas afectadas.

Este delfín, que ha sido descrito como "solitario" y "libidinoso", ha protagonizado una serie de ataques desde julio de 2024 en las playas de Mihama y Tsuruga, según informan las autoridades locales. A pesar de que los delfines suelen ser animales sociales que se desplazan en grupos, este ejemplar en particular ha sido visto actuando solo, lo que aumenta la preocupación entre los expertos.

Ryoichi Matsubara, director del Acuario Echizen Matsushima de Fukui, sostiene que este mismo delfín ha estado detrás de ataques similares en años anteriores. "Los delfines, cuando se aparean, pueden ser muy salvajes", afirma Matsubara, señalando que los encuentros con este animal pueden volverse peligrosos debido a su fuerza y comportamiento errático.

No es la primera vez que un delfín ataca a un humano en época de celo, por lo que los expertos advierten que si ves una aleta, lo mejor es mantener la calma, pero también mantenerse en alerta. 

Un peligro real para los bañistas

Desde el inicio de la temporada, al menos 18 personas han resultado heridas en este tipo de incidentes, dos de ellas con lesiones graves que requirieron decenas de puntos de sutura. Según testimonios, el delfín ha demostrado un comportamiento agresivo, mordiendo a los bañistas y, en algunos casos, provocando fracturas al abalanzarse sobre ellos.

Yasuyuki Nakase, un instructor de buceo de 62 años, fue uno de los desafortunados que sufrió un encuentro cercano con el animal. "Cuando intentó morderme, mantuve mis brazos estirados para que no pudiera agarrarme. Me seguía, abriendo y cerrando la boca cerca de mi cara. Daba miedo. Era muy incómodo", relata Nakase, destacando el potencial peligro de encontrarse con este delfín en particular.

Delfín nadando por la superficie marina. Pinterest

El caso más grave registrado hasta ahora ocurrió la semana pasada, cuando un hombre perdió la punta de un dedo tras ser mordido por el delfín. A pesar de las advertencias, muchos bañistas no son conscientes del riesgo que corren al acercarse a este animal, creyendo erróneamente que un delfín no podría causarles daño.

Un peligro real

La explicación detrás de este comportamiento reside en el estado de celo del delfín. Según Putu Mustika, profesora e investigadora marina de la Universidad James Cook en Australia, "abalanzarse sobre un humano podría ser un acto sexual y una señal de que se trata de un 'delfín cachondo y solitario'".

Los expertos subrayan que este tipo de comportamiento no es común, pero tampoco es inédito, y advierten que la interacción entre humanos y delfines en estas circunstancias puede volverse peligrosa rápidamente.

Los delfines, aunque suelen ser criaturas sociables y amistosas, poseen una gran fuerza física, y durante el apareamiento, esta puede volverse un arma contra los humanos.

Mustika explica que los delfines pueden dañar inadvertidamente a las personas cuando intentan "jugar" con ellas, lo que en realidad podría ser un intento de apareamiento. El problema se agrava cuando los humanos, ajenos al peligro, intentan interactuar con el animal, provocando una respuesta agresiva por parte del delfín.

Medidas de precaución

Ante esta situación, las autoridades locales han intensificado las medidas de seguridad en las playas afectadas. Los socorristas han colocado carteles de advertencia que muestran la imagen de un delfín con dientes afilados, alertando a los bañistas del peligro.

Además, se han emitido advertencias por megafonía instando a las personas a mantenerse fuera del agua si observan movimientos inusuales o escuchan sonidos de aletas.

Primer plano de un delfín saliendo a la superficie marina. Pinterest

Este fenómeno, que ya lleva varios años ocurriendo en la misma zona de playa, ha generado un clima de tensión entre los locales y los turistas. La posibilidad de que el mismo delfín esté detrás de los ataques de años anteriores sugiere que el animal ha establecido un patrón de comportamiento, lo que hace aún más crucial la vigilancia y el cumplimiento de las advertencias por parte de los bañistas.