En los últimos meses, los volcanes están siendo una gran preocupación. En España, el pasado mes de agosto, el Cabildo de La Palma activó el protocolo del Plan de Emergencias Insular en algunos puntos de la isla por la presencia de picos puntuales en la medición de gases. A pesar de que el consejero de Emergencias tranquilizase a la población, todavía hay quienes piensan en la erupción de 2021 que arrasó más de 1.300 viviendas.
Alrededor de Europa, la preocupación parece incluso mayor. Sobre todo, teniendo en cuenta la presencia de algunos supervolcanes que llevan décadas activos. Según los vulcanólogos, hay 20 conocidos en la Tierra y si uno entrara en erupción, causaría un invierno volcánico durante años que eliminaría la agricultura y la ganadería, causando una crisis de alimentos mundial en solo 74 días, según las Naciones Unidas.
Aunque de momento eso esté lejos de suceder, es cierto que hay algunos de ellos cuya actividad ha aumentado en los últimos meses, como es el caso de los Campos Flégreos. Y pesar de que en España no tengamos ninguno, es cierto que está tan cerca que ha llamado la atención hasta a la población y expertos del país.
Un 'supervolcán' con una constante actividad
Los Campos Flégreos, conocidos en italiano como Campi Flegrei, son una caldera volcánica situada en el sur de Italia, cerca de la ciudad de Nápoles. Este complejo volcánico tiene una larga y tumultuosa historia geológica y es famoso por su actividad sísmica y volcánica, así como por su relevancia histórica y mitológica.
El Campi Flegrei es un supervolcán, es decir, un tipo de volcán que tiene una cámara de magma mil veces mayor que la de un volcán convencional. El nombre "Flégreo" proviene del griego antiguo y significa "quemado" o "ardiente", lo que refleja la actividad volcánica que ha caracterizado a la región desde hace miles de años.
De hecho, los Campos Flégreos no son solo una caldera volcánica, sino un área compuesta por varios cráteres y formaciones volcánicas, muchas de las cuales están sumergidas bajo el mar Tirreno. En los últimos meses, han experimentado un aumento en la frecuencia de estos temblores, atrayendo la atención de sismólogos y autoridades locales.
Este complejo volcánico se formó hace unos 40.000 años, y su actividad ha sido intermitente a lo largo de la historia. La erupción más conocida y devastadora ocurrió hace aproximadamente 39.000 años, conocida como la erupción del Ignimbrito Campaniano que tuvo efectos tan amplios que se cree que contribuyó a la extinción de especies neandertales en Europa debido al enfriamiento climático posterior.
Uno de los rasgos más fascinantes de los Campos Flégreos es la constante actividad hidrotermal, visible en los géiseres, las fumarolas y las aguas termales que se encuentran en el área, especialmente en Solfatara, un cráter volcánico que ha sido una de las principales atracciones turísticas. Aquí, los gases sulfurosos y el vapor de agua emergen de la tierra, creando un paisaje único y una sensación palpable de la actividad volcánica latente.
La región tiene un gran interés científico debido al fenómeno del bradisismo, un tipo de actividad volcánica que no implica erupciones violentas, sino el levantamiento y hundimiento del suelo debido a la acumulación y liberación de magma bajo la superficie. Este proceso ha sido estudiado durante siglos, especialmente en el puerto de Pozzuoli, donde se han registrado cambios significativos en la elevación del terreno.
Décadas en constante actividad
A pesar de su belleza natural y su historia, los Campos Flégreos siguen siendo una fuente de preocupación para los vulcanólogos y las autoridades locales, debido a su potencial de causar una erupción catastrófica. Aunque en las últimas décadas no ha habido una gran erupción, el área sigue siendo monitorizada de cerca para prevenir desastres.
En los últimos meses, los Campos Flégreos han vuelto a ser motivo de preocupación para los geólogos debido a una serie de señales que sugieren una posible reactivación volcánica. La región, que ha experimentado actividad volcánica durante miles de años, se encuentra actualmente en un estado de inestabilidad que ha ido en aumento.
En noviembre del año pasado, área vivió uno de sus mayores terremotos (magnitud 4,2) y desde ese entonces la preocupación ha ido en aumento y se mantuvo un nivel amarillo de aviso. No obstante, este mismo año se ha registrado el mayor terremoto (magnitud de 4,4) de la zona en las últimas cuatro décadas.
El seísmo sacudió a la provincia de Nápoles, pero también se sintió con fuerza en el centro de la ciudad, provocando escenas de pánico entre los habitantes y la preocupación de ciertos expertos. Tal y como indican desde el Osservatorio Vesubiano, durante el mes de julio de 2024, se registraron 668 terremotos en la zona de Campi Flegrei.
Uno de los últimos ha ocurrido el pasado mes de agosto, con una magnitud de 3,7. Tal y como indican medios italianos, el terremoto se produjo a las 21.23 horas y tiene un hipocentro de solo 2,4 kilómetros, lo que lo hace particularmente intenso y perceptible incluso desde lejos. Se sintió en varios barrios de Nápoles, desde Fuorigrotta hasta Bagnoli y hasta los Colli Aminei.
Este tipo de terremotos persisten desde hace meses en la región debido al incremento del bradisismo. En Pozzuoli, una de las áreas más afectadas por este fenómeno, el suelo ha estado subiendo de manera constante en los últimos meses, con un ritmo de hasta 10 milímetros por mes.
Este tipo de actividad no es nueva, ya que el bradisismo ha sido una característica histórica de los Campos Flégreos, pero la reciente aceleración en el levantamiento del terreno es inusual y sugiere una mayor acumulación de magma o gases volcánicos en las profundidades.
Además del bradisismo, los geólogos también han registrado un aumento en la actividad sísmica. En el último año, ha habido miles de pequeños terremotos en la zona, algunos de ellos lo suficientemente fuertes como para ser sentidos por la población local.
Estos sismos suelen ser superficiales, lo que indica la interacción entre el magma y la corteza terrestre, un signo claro de que algo se está moviendo bajo la superficie. Aunque estos terremotos no son particularmente devastadores en términos de daños, su frecuencia y magnitud creciente han intensificado las preocupaciones sobre una erupción.
La combinación de estos factores ha llevado a que algunos geólogos adviertan sobre la posibilidad de un despertar volcánico. Aunque no es posible predecir con certeza si o cuándo ocurrirá una erupción, la actividad actual es lo suficientemente significativa como para justificar una vigilancia constante.
Las autoridades en Italia, en particular el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, están monitoreando la situación. Es fundamental, como indica el medio citado, mantener a los ciudadanos informados y que las instituciones adopten las medidas preventivas adecuadas.
A pesar de todo, la erupción ni es segura ni mucho menos inmediata, por lo que por ahora continúa la monitorización de la situación sin la necesidad de iniciar una evacuación de los habitantes de los municipios más cercanos a esta caldera volcánica. Las autoridades sí han comenzado a tomar medidas como la inspección de numerosos edificios como forma de prevenir mayores problemas.