El pasado fin de semana, además de poner fin al mes de agosto, las alarmas saltaron en la playa de San Lorenzo tras la aparición de numerosas medusas de gran tamaño en la bahía de Gijón. A diferencia de las veces anteriores, no se trata de carabelas portuguesas, sino que se corresponden a ejemplares de rhizostoma luteum, que pueden llegar a pesar 40 kilos y alcanzar los dos metros de largo.

Durante la bajamar, varios de estos ejemplares quedaron varados en la orilla, por lo que los bañistas pudieron observar el tamaño de las mismas. Mientras tanto, otros visitantes y parte de la población pudieron grabar el escenario de estos animales marinos, que nadaban con tranquilidad por diferentes puntos de la bahía.

A pesar de que estos ejemplares de medusas no son venenosos, sus tentáculos poseen células urticantes, por lo que una picadura puede llegar a ser muy dolorosa. Debido al poco peligro de la situación, las autoridades no determinaron el cierre del baño; sin embargo, recomendaron a los bañistas extremas las precauciones y evitar el contacto con los organismos.

Alerta de medusas en Gijón

Las medusas son posiblemente los animales marinos más temidos de las playas en España. Mientras que los tiburones son especies a las que posiblemente y, con suerte, nunca vayamos a enfrentarnos, las medusas están presentes en muchas costas españolas e, incluso, parece que cada vez son más habituales.

Según la Fundación IO en el litoral español existen más de 200 tipos de medusas, aunque la mayoría de ellas son microscópicas y forman parte del plancton. Este año, hemos podido conocer algunas de las más curiosas, como las conocidas como huevo frito, las carabelas portuguesas y, ahora, unas con dimensiones 'desproporcionadas'.

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Ha sido el propio Ministerio de Sanidad quien ha avisado este año acerca del incremento de la llegada de poblaciones de medusas a diferentes playas de España; sin embargo, hasta ahora el tamaño no ha sido una preocupación. Las diferentes subespecies son muy diversas en cuanto al tamaño y color que las caracteriza, pero en España suelen ser de pocos centímetros e, incluso, milímetros.

Las medusas gigantes, como la Rhizostoma luteum, también conocidas como "medusas barril", pueden alcanzar tamaños impresionantes, llegando a medir más de un metro de diámetro y pesar hasta 40 kilos. Su aspecto, con una campana transparente y tentáculos largos y robustos, impresiona a quienes las ven, especialmente cuando aparecen en grandes cantidades cerca de las playas.

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Este aumento en la población de medusas en las costas de Asturias ha sido atribuido a varios factores. Uno de los más importantes es el cambio climático, que ha modificado las temperaturas del agua y las corrientes marinas, creando condiciones más favorables para su proliferación. La medusa 'rhizostoma luteum' es propia de aguas atlánticas, pero las corrientes cálidas las están arrastrando hacia mares como el Cantábrico.

Las aguas más cálidas y la reducción de sus depredadores naturales, como las tortugas marinas y los peces luna, que han disminuido debido a la sobrepesca y otros impactos humanos, han permitido que las medusas se reproduzcan sin control y, por tanto, sea más habitual verlas cercanas a las costas.

Aunque la mayoría de las especies de medusas no son peligrosas para los humanos, incluida la Rhizostoma luteum, sus picaduras pueden causar molestias e incluso temor entre los bañistas, lo que podría desalentar el turismo y el baño en las zonas costeras.

Sin embargo, este tipo de animales, aunque produzcan temor entre bañistas, son muy valoradas en gastronomía, especialmente en la cocina asiática, por sus beneficios para la salud, ya que tienen propiedades antioxidantes y ácidos grasos que regulan la tensión arterial y el colesterol.