Las especies exóticas invasoras constituyen una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo. La Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, las define como "aquella que se introduce o establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética".
En España existen muchas de ellas, como el caracol gigante africano, la almeja de río asiática, el mejillón cebra, el mosquito tigre, la chinche americana… y un sinfín que protagonizan el catálogo del Ministerio para la transformación ecológica y el reto demográfico. Una de las últimas que preocupa a los expertos se llama coipús o coypus, aunque es conocido como 'rata nutria'.
Este animal, que puede parecer 'semejante' a todo lo que hemos visto hasta ahora, es una especie invasora que está perjudicando al país, en gran medida, económicamente hablando. Tanto, que ya hay expertos que han puesto en marcha diferentes protocolos para frenar su expansión.
Debido a todos estos planes y protocolos, los ejemplares de este animal han disminuido en un 40% en comunidades como Cataluña; sin embargo, a pesar de los esfuerzos para controlar su población, sigue siendo una preocupación. Se han encontrado ejemplares al sur de Alicante; sin embargo, la mayoría se concentra en País Vasco, Navarra y Cataluña.
Los daños que origina este animal en los cultivos en las comarcas de Girona han sido tan notables que fue necesario poner en marcha un plan de acción con brigadas y trampas para frenar su expansión. En el 2023, el Departamento d’Acció Climática creó una brigada específica operativa los 365 días del año para prevenir su reproducción.
En abril de 2024, la Generalitat creó un plan de choque para controlar las poblaciones de este roedor herbívoro. Dos meses despiés, en junio de este mismo año, el Seprona de la Guardia Civil realizó batidas para localizar ejemplares en el cauce del río Segura a su paso por Orihuela, tras viralizarse un vídeo que grabó el particular que los halló en el Azarbe Mayor de Hurchillo.
La presencia de los coypus en España y en otras partes de Europa representa varios peligros, principalmente ambientales y económicos. En primer lugar, estos roedores son considerados una especie invasora, ya que compiten con las especies autóctonas por los recursos y alteran los ecosistemas naturales.
Qué son los 'coypus' y qué provocan en España
Los coypus, también conocidos como coipús o 'ratas nutrias', son roedores semiacuáticos originarios de América del Sur. Estos animales pertenecen a la familia Echimyidae y son conocidos por su gran tamaño, parecido al de un castor, con una longitud que puede alcanzar hasta un metro, incluyendo su cola. Tienen un pelaje denso e impermeable y son principalmente herbívoros, alimentándose de plantas acuáticas y vegetación ribereña.
Se distingue por sus dos incisivos prominentes, sus ojos situados en la parte superior de la cabeza y una cola estrecha similar a la de una rata; sin embargo, a diferencia de las ratas comunes, los coipús se encuentra sobre todo en marismas de agua dulce, esteros, pantanos y humedales, pero también en marismas salobres y raramente en marismas saladas, pero todas con abundante vegetación acuática.
La rata nutria fue introducida desde Francia hace 14 años y se ha extendido rápidamente en las comarcas gerundenses. Fue utilizada abundantemente en la industria peletera, y tras escaparse de algunas granjas francesas se ha convertido en un eficaz colonizador en humedales, estanques o rieras.
Su actividad de alimentación puede causar una degradación significativa de los hábitats ribereños y acuáticos, destruyendo la vegetación que sostiene a otras especies y provocando la erosión de los márgenes de los ríos y lagos. En las comarcas de Girona ha causado importantes daños en los cultivos de arroz, entre otros impactos.
Además, los coypus pueden dañar la infraestructura agrícola al invadir cultivos y sistemas de riego, lo que resulta en pérdidas económicas para los agricultores. También son portadores de enfermedades que pueden afectar a otros animales silvestres y domésticos, así como a los seres humanos, lo que plantea también preocupaciones adicionales para la salud pública.
Es uno de los roedores existentes más grandes del mundo, por lo que estos animales maduros y sanos tienen una media de 5,4 kg de peso, pero pueden alcanzar hasta 10 kg. Su tamaño también influye en su alimentación, ya que un individuo consume alrededor del 25% de su peso corporal diariamente, y se alimenta durante todo el año.
Estos animales son portadores de enfermedades infecciosas que pueden afectar a humanos, mascotas y animales salvajes, recoge La Sexta. Por este motivo, si nos encontramos con una de estas especies, la recomendación es contactar con el 112 para gestionar su captura de manera segura.
Entre las preocupaciones de los expertos está su rapidez de reproducción. Los machos alcanzan la madurez sexual a los cuatro meses y las hembras a los tres. Una vez que la hembra queda preñada, la gestación dura 130 días, y normalmente nacen entre cinco y seis crías cubiertas de pelo, aunque pueden llegar a parir hasta trece crías.