Hace unos días, la playa de Levante, en La Línea de la Concepción (Cádiz), aparecían cientos de peces varados en la orilla, ocasionando un gran revuelo entre los bañistas y poniendo nuevamente en alerta a los expertos. Este fenómeno, aunque inusual, no es completamente desconocido, ni en nuestro país ni en el resto del mundo.
Un vídeo subido a redes sociales, convertido en viral, mostraba cómo estos peces intentaban escapar desesperadamente del mar mientras los allí presentes intentaban devolverlos al fondo marino o se los llevaban por doquier, que se ha podido ver en un vídeo que se ha hecho viral en redes sociales.
Son muchas las teorías al respecto, pero una de las más aceptadas y difundidas es que estos peces estaban huyendo de depredadores. En el ecosistema marino, la dinámica de presa y depredador es un factor crucial que puede desencadenar movimientos masivos de peces.
Cuando un depredador, como una familia de delfines o un banco de atunes, se aproxima a su víctima, estos tienden a moverse en masa para conseguir escapar. La desesperación por evadir a sus perseguidores puede llevarlos a realizar saltos espectaculares y, en ocasiones, terminar en la orilla, como en este caso.
Una teoría que se reafirma en la observación de que muchas especies prefieren enfrentar el riesgo de varar en tierra firme antes que ser capturados y devorados. Sin embargo, no es la única hipótesis que se baraja para esclarecer este fenómeno que no solo ha pasado en este rincón de la costa de Cádiz.
Factores ambientales y climáticos
Otro factor a considerar, más allá de la huida masiva para evitar ser devorados, son las condiciones ambientales y climáticas del mar. Los cambios de temperatura en el agua, la salinidad y la presencia de contaminantes pueden provocar que los peces se desorienten. Sin embargo, en el caso específico de la playa de Levante, las aguas son conocidas por su limpieza, lo que sugiere que esta no sería la causa principal.
En este contexto, los cambios meteorológicos extremos también juegan un papel importante. Fenómenos como las mangas marinas o trombas de agua pueden succionar a los peces del mar y arrojarlos a la costa, o incluso a kilómetros de ella, como ya sucedió hace unos años en Irán.
Aunque este tipo de fenómenos meteorológicos son más conocidos por causar 'lluvias de animales', como las documentadas de Yasuj (Irán) o en Yoro (Honduras), también pueden explicar por qué los peces pueden aparecer repentinamente en la orilla.
Sucesos similares a lo largo de la historia
La historia ha registrado numerosos eventos de "lluvias de animales", un fenómeno que ha intrigado a la humanidad durante siglos, acechándose a castigos u obsequios hacia sus dioses. Plinio el Viejo, en el siglo I d.C., ya mencionaba lluvias de leche, sangre y carne en su Historia Natural.
En tiempos más recientes, la ciencia ha proporcionado explicaciones más racionales para estos sucesos. Tras tantos años de estudio, los meteorólogos ahora saben por qué las mangas marinas pueden levantar pequeños animales del agua y transportarlos a grandes distancias antes de dejarlos caer junto con la lluvia.
Por ejemplo, en Alicante, una lluvia de ranas sorprendió a los vecinos de El Rebolledo en 2007. Estos sucesos se producen cuando un tornado o una tromba marina absorbe a los animales pequeños, que luego son transportados y depositados lejos de su origen. Según John Knox, científico atmosférico de la universidad de Georgia, la forma, el peso y el viento son factores cruciales que determinan hasta dónde pueden viajar estos animales antes de caer al suelo.
En algunos casos, como el de Yoro, las lluvias de peces son un fenómeno recurrente que forman parte del atractivo local. Sin embargo, los científicos han ofrecido una explicación diferente para estos eventos. En lugar de peces que caen del cielo, los expertos sugieren que estos pueden proceder de ríos o cavernas subterráneas, siendo arrastrados a la superficie por desbordamientos causados por intensas lluvias.
Teoría que explicaría por qué estos peces no se encuentran sobre los tejados de las casas o los coches aparcados, sorprendiendo a todo aquel que presencia semejante fenómeno. Sin embargo, para que este espectáculo de la naturaleza sea posible, los alimentos que arrastra deben pesar entre 380 y 400 gramos, para que pueda llevarlos tan lejos.
El fenómeno de los bancos de peces varados en las orillas sigue siendo tema de estudio (y fascinación). Aunque la huida de los depredadores y los eventos meteorológicos extremos son las explicaciones más probables, cada suceso puede tener sus particularidades. Lo que es claro es que la naturaleza sigue teniendo la capacidad de sorprendernos y recordarnos la complejidad de los ecosistemas marinos.