Con el otoño vuelve el frío, y con la bajada de temperaturas, aparecen los resfriados. Para evitarlos la clave está en la prevención, y antes de necesitar ir al hospital, el mejor aliado se encuentra en la botica. Es el profesional sanitario más cercano para pedir consejo. 

Hoy, 25 de septiembre, se celebra el Día mundial del Farmacéutico, y los profesionales quieren poner en valor su figura. Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, expone: "Cada día pasan por las farmacias comunitarias 2,3 millones de personas, casi el triple que por los centros de salud de atención primaria, lo que convierte a las farmacias en el mejor radar social y sanitario". 

Estos números, para él, les ponen en una posición conveniente para trabajar en educación sanitaria, en promoción de hábitos saludables y en prevención y detección precoz de enfermedades. Según datos del Consejo, en 2023 se registraron 80.295 farmacéuticos. La mayoría en farmacias, pero otras áreas en crecimiento son oculistas, ortopedias o en investigación. 

Este personal sanitario proporciona una red sólida y fiable para un primer contacto con profesionales para solucionar problemas menores de salud. Pero además, son capaces de identificar otros asuntos no visibles como la soledad no deseada o la violencia de género. Los temas de salud mental, como delirios o depresión, son difíciles de detectar sin una empatía especial.

Es una profesión preferentemente femenina y joven. El 72% son mujeres y en un 40% menor de 44 años. Se trata de un cuerpo concienciado con los problemas sociales de primer orden y que además saben cómo actuar para ayudar de la mejor forma posible. Por eso desde el Consejo reivindican su papel en la atención primaria y en el alivio de la presión sobre las listas de espera de la sanidad. 

Aguilar dice que las farmacias pueden ayudar a que el sistema sea más eficiente: "Calculamos que ofrecer desde las farmacias servicios de seguimiento farmacoterapéutico, por ejemplo, puede llegar a ahorrar hasta 2.300 millones de euros al sistema sanitario". La labor que hacen es imprescindible a la hora de la prevención y buscar consejo para llevar un estilo de vida saludable. 

La farmacia en el campo

En las ciudades todo, el acceso a la sanidad incluido, puede parecer más fácil. Sin embargo, en muchos lugares rurales se reclama un mayor apoyo a los farmacéuticos. 



Por ejemplo, en la localidad Beteta (Cuenca), de 279 vecinos censados, en marzo cundió la alarma por la amenaza del cierre de su única farmacia. El negocio cumplía una función esencial y gracias a la acción vecinal se evitó el cierre. 

Esto además, es una forma ahondar más en el problema demográfico de la España vaciada. En este caso, uno de los defensores de este servicio esencial fue el grupo político Cuenca Ahora: "Las personas mayores, las familias con niños pequeños y aquellos con condiciones médicas crónicas serían los más afectados por esta situación, viéndose obligados a viajar distancias significativas para obtener atención farmacéutica básica".

Por eso que desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos llaman por una mayor atención a estos servicios en zonas apartadas. La planificación de las farmacias en España permite que el 99% de la población disponga de al menos una en su lugar de residencia. 

Las más de 4.400 farmacias ubicadas en municipios de menos de 5.000 habitantes atienden a casi el 10% de la población española y aseguran el acceso a los medicamentos. Esto las hace esenciales en su función de primer contacto con los servicios sanitarios. 

"Es necesario impulsar el desarrollo de acciones normativas, organizativas y económicas", aclara Aguilar, "si se quiere asegurar este acceso a los medicamentos y la prestación de servicios en las áreas rurales y en situación de despoblación".

Salud, educación y desigualdades

Las farmacias también impulsan los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Consejo ha impulsado 553 acciones alineadas con los ODS; principalmente el acceso a salud y bienestar (ODS 3), educación sanitaria básica (ODS 4) y la reducción de desigualdades (ODS 10). 

En la presentación del II Barómetro de la profesión farmacéutica se detallaba que va más allá de la simple dispensación de medicamentos. En muchas ocasiones, es el personal el que, gracias a la proximidad y el contacto directo, tiene acceso más profundo a las necesidades de los vecinos. Esto los beneficia que sean no solo consejeros médicos, sino que también pueden hacer un seguimiento farmacológico de los pacientes.