La primera fotografía del azor de Nueva Bretaña.

La primera fotografía del azor de Nueva Bretaña. WWC

Historias

Descubren un ave rapaz en extremo peligro de extinción en una foto histórica sin precedentes en el mundo

Natural de Papúa Nueva Guinea, no se había podido ver a un ejemplar desde hace más de medio siglo, siendo esta imagen todo un tesoro para la naturaleza.

27 septiembre, 2024 14:10

Si algo podemos tener claro es que la naturaleza es tan sabia que no deja de sorprender al ser humano. Recientemente, en marzo de 2024, lo ha vuelto a hacer dando lugar a un asombroso descubrimiento que ha sacudido el mundo de la biología.

Por primera vez en la historia, se tomaba la primera fotografía del azor de Nueva Bretaña (Accipiter princeps), un ave rapaz tan rara que su último avistamiento documentado ocurrió en 1969.

Esta especie, endémica de la isla de Nueva Bretaña en Papúa Nueva Guinea, había permanecido envuelta en misterio durante más de 50 años, hasta que un fotógrafo logró capturar su imagen. Un acontecimiento sin precedentes que ha abierto un hilo de esperanza para su conservación.

Un sorprendente hallazgo

El responsable de la imagen es Tom Vierus, un fotógrafo especializado en vida silvestre residente en Fiji, quien trabajaba en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en un proyecto de conservación en la región.

Este capturó la histórica imagen mientras recorría los bosques de Nueva Bretaña guiado por miembros de la comunidad local. A pesar de no ser consciente en ese momento de la relevancia de su hallazgo.

Poco después descubriría que había logrado lo que muchos científicos y conservacionistas habían intentado durante más de cinco décadas: documentar la presencia del azor de Nueva Bretaña.

Esta ave rapaz, descrita como extremadamente rara, solo ha sido avistada en contadas ocasiones y nunca había sido fotografiada. De hecho, se conocen únicamente cuatro especies, lo que convierte esta imagen en un registro visual único.

La fotografía ha sido verificada por expertos internacionales en ornitología y ha sido compartida en plataformas como iNaturalist y Search for Lost Birds, contribuyendo a la difusión del conocimiento sobre la especie y la urgente necesidad de protegerla.

El azor de Nueva Bretaña

El azor de Nueva Bretaña es un depredador que habita en los bosques tropicales de la isla. Su hábitat, uno de los más importantes puntos de biodiversidad del planeta, es también su mayor refugio.

La especie rara vez se ha observado en áreas costeras de la zona. Los lugareños de la región de Pomio, donde fue fotografiado, lo llaman "keango" o "kulingapa" en sus lenguas nativas, lo que refleja la fuerte conexión de las comunidades indígenas con la fauna local.

Dibujo de un azor de Nueva Bretaña.

Dibujo de un azor de Nueva Bretaña. eBird

A pesar de su carácter esquivo, los testimonios de los residentes locales han sido clave para el rastreo de la especie, ayudando a los conservacionistas a comprender mejor su distribución y comportamiento.

Según Oscar Pileng, responsable de WWF en la región de Pomio, el azor es visto muy raramente, lo que resalta la importancia de la fotografía tomada por Vierus.

Un tesoro escondido

Papúa Nueva Guinea, hogar de la isla de Nueva Bretaña, alberga el tercer bosque tropical inalterado más grande del mundo, después del Amazonas y el Congo. Esta vasta extensión de ecosistemas vírgenes es uno de los lugares más biodiversos del planeta.

Con más de 5.000 lagos, extensos sistemas fluviales, manglares, arrecifes de coral y montañas, es en estas últimas, concretamente en las montañas Nakanai, donde se logró la fotografía del azor, una región tan antigua como rica en biodiversidad, ya que se estima que tiene entre 10.5 y 22.5 millones de años.

Poblado rural de Papúa Nueva Guinea.

Poblado rural de Papúa Nueva Guinea. iStock

La importancia ecológica de la isla es indiscutible. Sin embargo, como ocurre en muchas otras partes del mundo, el hábitat del azor está amenazado por la actividad humana, incluyendo la tala de bosques, la agricultura a gran escala, la minería y el desarrollo de infraestructuras.

Estas amenazas, combinadas con la falta de estudios científicos sobre la biodiversidad de la región, ponen en grave peligro no solo al azor, sino a muchas otras especies que aún no han sido descubiertas o que, como el azor, permanecen ocultas en la selva tropical.

Un ave extremadamente rara

El azor de Nueva Bretaña ya ha sido catalogado como vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

A pesar de la escasa información disponible sobre su población, la comunidad científica y los defensores del medio ambiente coinciden en que el tiempo para actuar se está agotando.

La WWF ha lanzado un llamado a la acción, trabajando estrechamente con las comunidades locales, como los pueblos indígenas Mengen y Mamusi, para desarrollar estrategias de conservación basadas en la gestión comunitaria.

Estas sociedades, que han habitado los bosques de la región durante milenios, son clave para la protección de los recursos naturales y la preservación de su biodiversidad.

La fotografía para la conservación

La imagen del azor de Nueva Bretaña no solo representa un logro histórico en el ámbito científico, sino que también subraya el poder de la fotografía como herramienta de conservación.

Tom Vierus, el fotógrafo responsable, expresó su esperanza de que este momento sirva para llamar la atención sobre la importancia de proteger los hábitats inalterados del planeta y trabajar en conjunto con las comunidades locales para garantizar un futuro sostenible.

Ave sobre una cámara fotográfica.

Ave sobre una cámara fotográfica. iStock

En palabras de Vierus: "Es maravilloso ver cómo la fotografía de conservación puede ayudar a salvaguardar áreas al documentar la biodiversidad existente. Realmente espero que esta parte del mundo, en su mayoría inalterada, pueda permanecer lo más intacta posible con la ayuda de las comunidades locales y sus iniciativas de conservación".