La calefacción es la principal consumidora de energía de los hogares en España. Según los datos recopilados por la red de servicios PwC, el gasto promedio en calefacción con gas natural para una familia española oscila entre 760 y 928 euros al año. Por otro lado, el uso de calefacción eléctrica implica un desembolso anual de entre 1.960 y 2.168 euros.
Este sistema es responsable del 63% del consumo energético, lo que se podría decir que es más que el de electrodomésticos, agua caliente, cocina e iluminación juntos. Teniendo en cuenta las temperaturas que se aproximan, prescindir de la calefacción supone un desafío; sin embargo, desde hace años miles de españoles están obligados a ello.
Como consecuencia, los hogares de España han buscado alternativas y profesionales ingenieros solucionen. Una de las últimas se llama Brikoole, un invento de Malasia que calienta una casa con aire natural, sin necesidad de usar electricidad.
El novedoso invento para calentar la casa
El Brikoole es un revolucionario sistema de calefacción que funciona sin necesidad de electricidad, aprovechando las corrientes de aire y la humedad del entorno para calentar el hogar de manera natural y sostenible.
Este invento tiene la apariencia de un ladrillo que cuenta con múltiples capas y aperturas que permiten la entrada de aire frío. En su interior, una red de biopolímero impresa en 3D utiliza la humedad del aire para generar calor. A medida que el aire atraviesa el ladrillo, el sistema regula su temperatura y lo transforma en aire caliente que se distribuye en la vivienda.
A diferencia de los métodos de refrigeración pasiva tradicionales que a menudo requieren sistemas separados o instalaciones significativas, Brikoole permite una incorporación perfecta en varios diseños y estilos de construcción.
Este invento, creado por los estudiantes de la Universidad de Tecnología e Innovación de Asia Pacífico, Chong Chee Kin (Wayne) y Ng Kah Zun (Nixon), se ha empleado durante el verano de malasia y las pruebas mostraron que Brikoole podría reducir las temperaturas interiores en un promedio de 6 grados.
El creador de Brikoole se inspiró en diversas técnicas de climatización tanto antiguas como modernas, logrando fusionar lo mejor de ambas para desarrollar este 'ladrillo' calefactable. El diseño sigue en perfeccionamiento y la próxima mejora consiste en sustituir la red interna actual por una versión optimizada de cerámica también impresa en 3D.
Esta actualización incrementará la durabilidad y resistencia del ladrillo, reforzando aún más su capacidad para mantener una temperatura agradable; sin embargo, los avances conseguidos ya son ampliamente valorados por expertos y profesionales.
Con apenas materiales, el Brikoole permite que la regulación de la temperatura de las viviendas se realice directamente en la estructura de estas, sin tener que usar aparatos dependientes de la energía eléctrica.
Al funcionar sin electricidad, representa una solución ecológica y eficiente que puede reducir considerablemente los costes de calefacción, además de ser un invento que contribuye a la reducción de emisiones contaminantes y la dependencia de fuentes de energía no renovables.
Su diseño permite una instalación versátil en diferentes tipos de viviendas y construcciones, haciendo que sea una opción accesible para personas que buscan opciones sostenibles para calentar sus hogares.